Gustavo Bueno Sánchez, uno de los cinco hijos del filósofo Gustavo Bueno Martínez, fallecido el 7 de agosto, hizo un llamamiento a "ver con alegría" la despedida de su padre, que ha muerto "por razones biológicas", pero que "vivió una vida plena y su obra sigue viva". Bueno Sánchez pronunció estas palabras en la ceremonia institucional y familiar que se celebró al día siguiente del óbito en el Ayuntamiento de Santo Domingo de la Calzada (La Rioja), localidad natal del filósofo, con la asistencia, entre otros, del presidente del Gobierno de La Rioja, José Ignacio Ceniceros, y el rector de la Universidad de Oviedo, Santiago García.

Recordó que su padre fue el creador del "materialismo filosófico", una corriente que "no pretendía crear, pero que fue saliendo y ahora ya está fuera de él, en cientos de discípulos y tesis doctorales". Según dijo, "ahora hay un antes y un después porque el autor principal ya no existe y esta corriente tendrá que seguir con vigor sin su creador". Bueno Sánchez se emocionó al explicar que, "en el mismo momento del entierro", en la universidad mexicana de León, en el estado de Guanajuato, se inaugura la Facultad de Filosofía, creada en colaboración con la Fundación Gustavo Bueno. Se trata, apuntó, de "una circunstancia simbólica porque el sistema filosófico cobra vida nueva en la nueva España", con lo que "la alegría es mayor, aunque estemos en la tristeza".

Llegada del féretro del filósofo Gustavo Bueno a Santo Domingo de la Calzada, en cuyo Ayuntamiento se instaló su capilla ardiente. Foto: Abel Alonso (Efe).

Centenares de personas visitaron la capilla ardiente de Gustavo Bueno, que se instaló en el Ayuntamiento de Santo Domingo de la Calzada. El filósofo es considerado por muchos como el mayor especialista español en esta disciplina en el siglo XX, tal y como recordó el secretario de la fundación que lleva su nombre, Tomás García. A su juicio, se trata de "una figura en el siglo XX igual que otros lo fueron en épocas anteriores, como Platón o Santo Tomás de Aquino". Añadió que "deja un legado importante en todos los campos porque lo tocó todo, desde la política a la religión, la ciencia, la cultura, la política, la corrupción, la guerra y también la televisión y el deporte".

El filósofo Gustavo Bueno Martínez tenía 91 años y falleció el domingo 7 de agosto en Niembro (Asturias), donde tenía una residencia. Sólo dos días antes había fallecido su esposa, Carmen Sánchez Revilla.