Desde el Club de los Zancudos, que pasearon su equilibro por la localidad canadiense de Québec en 1982, hasta el Circo del Sol que hoy todo el mundo conoce han pasado, además de tres décadas, muchas historias. Las que se han creado bajo la Gran Carpa Blanca para que el público disfrute y también las de los miles de artistas que han pasado parte de su vida en esta ciudad rodante. Esa apenas se conocen.

Por eso y porque el próximo 20 de julio le Grand Chapiteau se instalará de nuevo en Rabasa -donde estuvo por última vez en 2012- para ofrecer en Alicante el espectáculo Totem, el Circo del Sol ha querido contar esas pequeñas historias que se quedan en cada rincón de su trastienda con una exposición que se inauguró ayer y podrá verse en el Palacio Provincial, sede de la Dipuación de Alicante, hasta el 1 de julio.

Totem, behind the scenes es el título de la muestra, creada para la gira española de este montaje que inició su recorrido en Málaga y lo terminará en Alicante, del 20 de julio al 19 de agosto.

Una exposición que empieza por el principio, es decir, por los orígenes de la compañía, cuya historia va desgranando a través de una serie de paneles. A ello se unen 27 carteles de los espectáculos creados hasta el momento y, como parte estrella de la muestra, 12 maniquíes que visten otras tantas piezas de vestuario de diferentes montajes, entre ellos, ocho de Totem y los otros cuatro trajes que llaman de «patrimonio» que vienen directamente desde Montreal. Estas auténticas joyas del vestuario del Circo del Sol dejan ver de cerca la cuidadosa elaboración y la sofisticación de unos tejidos que en muchos casos ellos mismos tiñen para conseguir la tonalidad deseada.

También una muestra de moldes de cabezas de artistas realizadas en escayola. Esta práctica, que fue sustituida hace un par de años por la tecnología a través del ordenador, se hacía a los artistas que se incorporaban al circo en todas las partes del cuerpo para poder ajustar a la perfección sus vestuarios.

A todo esto se añaden seis audiovisuales en los que se muestran diferentes procesos de creación de los espectáculos, en especial uno dedicado a Totem, y del montaje que la gran carpa, de 51 metros de diámetro, y todo lo que conlleva trasladar toda esa ciudad rodante. También de cómo funciona la sede en Montreal y los espacios en los que los artistas se preparan y entrenan, cuatro salas que suman 3.300 metros cuadrados. Y un audiovisual sobre la labor social que realiza el Circo del Sol a través de talleres para jóvenes desfavorecidos.

En las paredes cuelgan además una treintena de imágenes que dejan ver algunos de estos espacios, con especial dedicación a imágenes del espectáculo que se verá en Alicante a partir de julio.

La exposición fue presentada ayer por Franck Hanselman, director en gira de Totem, en presencia de la concejal de Cultura de Alicante, María Dolores Padilla, y el presidente de la Diputación, César Sánchez, que definió como «una ocasión única» esta muestra que «muestra aspectos desconocidos del montaje y de sus propuestas artísticas».

Y es que, como firma a la entrada de la muestra Franco Dragone, director de diez espectáculos de esta compañía, «el mensaje detrás de cada espectáculo es lo que hace diferente a Cirque du Soleil. No se trata solo de divertir, se trata de vivir y de aquello que puede hacer una vida más justa. La humanidad tras Cirque du Soleil es lo que marca la diferencia».