El sector de la cirugía plástica y la medicina estética está en auge en España. Cada vez son más las personas que deciden someterse a un tratamiento para mejorar alguna parte de su cuerpo, ya sea por motivos estrictamente estéticos o para reconstruir una zona afectada por un accidente o una enfermedad. Por ello, el periódico INFORMACIÓN organizó el pasado jueves un desayuno informativo con expertos y profesionales de la medicina estética y cirugía plástica de la provincia de Alicante, para analizar la situación del sector y explicar los riesgos que tiene esta área de la medicina que en la actualidad sufre un peligroso intrusismo profesional que pone en peligro la salud de las personas.

De este modo, el desayuno informativo de INFORMACIÓN contó con la participación de Andrés Nemseff, cirujano plástico de la Clínica Dr. Nemseff; así como del cirujano plástico, reparador y director médico de la Unidad de Cirugía Plástica y Reparadora Silfid en la Clínica HLA-Vistahermosa de Alicante, Juan José Aparicio. También participaron en este encuentro Eva Garrigós, doctora en Medicina Estética Facial del Centro Dermatológico Alicante, y Nacho Larios, socio-gerente de la clínica Perla Medic.

El encuentro comenzó con una coincidencia de todos los participantes al señalar que pese a que la cirugía estética y la medicina reparadora pueden tener fines diferentes «al final no están tan separadas como en un principio se puede pensar», según opinó Juan José Aparicio, quien explicó que «cuando se realiza una intervención con un fin estético se utilizan técnicas reparativas y lo mismo sucede al contrario, ya que cuando hacemos una intervención reparativa siempre buscamos que el resultado sea lo más estético posible».

De la misma opinión fue el doctor Andrés Nemseff, quien reseñó que «cuando un paciente se somete a una operación ya estamos hablando de medicina y, por tanto, los profesionales estamos sujetos a una serie de leyes y normativas que tenemos que cumplir».

Por ello, la exigencia de los profesionales que se dedican a este tipo de intervenciones tiene que ser máxima por respeto al trabajo realizado y al paciente. Un punto en el que los cuatro intervinientes convinieron y sobre el que destacaron que los profesionales de la provincia de Alicante, al igual que los de resto de España, gozan de un alto nivel y prestigio internacional. «La provincia de Alicante cuenta, junto con Madrid, Barcelona y Málaga, con muy buenos profesionales, lo que está permitiendo que la Costa Blanca esté empezando a posicionarse como un destino turístico de salud en esta área», destacó Nacho Larios, quien consideró que la única diferencia que existe entre Alicante y destinos como los citados anteriormente es el precio, ya que los resultados de las operaciones son prácticamente iguales.

La entrada en el debate del aspecto económico generó un interesante coloquio sobre los riesgos que corren las personas que escogen un centro o un profesional basándose en criterios de dinero. Al respecto, el doctor Andrés Nemseff fue el más tajante en este punto al considerar que «en la medicina no puede haber low cost y, sin embargo, es una realidad en nuestro sector». «Esto pasa en los centros y con los profesionales que piensan en volumen y estoy seguro de que esa gente que trabaja así, nunca se ha puesto unos guantes y no se ha enfrentado a una operación», remarcó el cirujano de la clínica Andrés Nemseff.

La guerra de precios existente puede llevar a los pacientes a someterse a operaciones o tratamientos en manos de profesionales con poca o nula experiencia, poniendo en riesgo su salud. Al respecto, Nacho Larios lamentó el peligroso intrusismo laboral que existe en el campo de la medicina y la cirugía estética, algo en lo que coincidió Juan José Aparicio al considerar que «parece que nuestra actividad médica se ha banalizado».

La regulación del sector

En este punto, Nacho Larios puso como ejemplo a seguir a Italia, país en el que sí diferencia y regula la diferencia entre esteticista y médico esteticista. Otros países como Reino Unido, por ejemplo, permiten que las propias enfermeras puedan aplicar botox sin la experiencia necesaria. Un hecho que aprovechó el propio Larios para indicar que a la provincia llegan muchos ingleses a repararse operaciones o tratamientos fallidos que pueden tener su origen en esta normativa tan permisiva.

«En España no está regulada la diferencia entre esteticista y médico esteticista», matizó Nacho Larios, quien apuntó a una reciente polémica tras el anuncio en el BOE de la posibilidad de que los enfermeros puedan aplicar tratamientos de botox sin la prescripción médica y sin tener la formación necesaria. «Los colegios de médicos lo van a recurrir», señaló, al tiempo que incidió en el elevado intrusismo existente en el sector que genera una reducción de precios y una mala praxis profesional, llegando a utilizarse productos y materiales de mala calidad. En este punto, Juan José Aparicio recordó el caso de una persona que realizaba operaciones de glúteos utilizando silicona industrial y a cuyos pacientes tuvo que atender con posterioridad porque corrían serios riesgos de salud.

Además de la titulación necesaria, Eva Garrigós fue un paso más allá al asegurar que incluso «un médico puede no tener la formación y la experiencia necesaria para ofrecer estos tratamientos, ya que son muchos los casos en los que un médico ha causado daños en los pacientes». Juan José Aparicio consideró que «la única forma de subsistir en el sector es hacerlo lo mejor que sea humanamente posible y si implica más horas no hay problema, ya que el resultado tiene que ser excelente. No se puede pensar en números y dinero».

Además de esta responsabilidad del profesional a la hora de ofrecer sus tratamientos y su buena praxis, los ponentes también apelaron a la responsabilidad de los pacientes. En este sentido, Eva Garrigós lamentó que tan sólo un 35% de las personas que se someten a un tratamiento estético se informan sobre los médicos. «Esto suele suceder porque lamentablemente se prima más el aspecto económico».

El peligro de las redes sociales

Otro de los riesgos que existe en la actualidad en este tipo de intervenciones es el peligro que tienen las redes sociales a la hora de generar faltas expectativas. En opinión de Andrés Nemseff «las redes sociales están haciendo mucho daño porque no crean expectativas realistas y esto es, precisamente, lo más difícil de hacer entender a un paciente que ha visto fotos y resultados a través de internet». Por ello, consideró esencial que el primer contacto de la persona que quiera hacerse una cirugía estética o reparadora «tiene que ser con el médico y no con un comercial». Al respecto, Nacho Larios estimó importante que los diferentes colegios de médicos deberían de regular de algún modo el contenido que circula en la red porque la mayoría de las veces son los propios médicos los que suben los vídeos y pueden ser contraproducentes para los pacientes.

En la gestión de estas expectativas del paciente, Eva Garrigós volvió a poner en valor la profesionalidad del experto. «Hay que explicar al paciente qué se puede conseguir y qué no, dejarlo claro antes de la operación y tener la libertad, incluso, de poder decir que no a un paciente», consideró, al tiempo que recordó casos en los que son los propios pacientes los que dicen a los profesionales cómo tienen que hacer la operación. «Esto no se puede aceptar, es el profesional el que tiene que decidirlo y asesorar al paciente en función de su morfología y sus aspectos personales. Lamentablemente hay gente que hace intervenciones pensando sólo en el aspecto económico, haciendo auténticas chapuzas y provocando que el paciente tenga que volver a someterse a otra intervención para reparar los fallos».

La superespecialización

En cuanto a las tendencias, los ponentes coincidieron en que una de ellas es la superespecialización de los profesionales y las intervenciones. «Según hay más conocimientos y más tecnología los profesionales nos especializamos y tenemos que ser responsables a la hora de informar al paciente y derivar a otros compañeros cuando no seamos capaces de hacer una intervención en concreto», opinó Eva Garrigós.

Género Cada vez más hombres se tratan

Los expertos que participaron en el desayuno organizado por INFORMACIÓN coincidieron en señalar que cada vez hay más hombres que se someten a una intervención estética. No obstante, la mayoría de los pacientes que se realizan una cirugía estética continúa siendo mujer, ya que representan, según detalló Nacho Larios, alrededor del 80% de los pacientes. «Del 20% de los hombres que llegan a consulta, alrededor de un 10% lo hace por iniciativa propia, mientras que el otro 10% lo hace aconsejado por sus mujeres o parejas», explicó el socio-gerente de la Clínica Perla Medic. Por su parte, Eva Garrigós opinó que los hombres solicitan sobre todo tratamientos relacionados con los cuidados y los describió como un «paciente más fiel, que le gusta más que a la mujer ser asesorado». Desde el punto de vista de Andrés Nemseff el hombre que va a la consulta se realiza intervenciones «más específicas» y toma la decisión «por etapas, ya que suelen ser personas que llegada una edad deciden hacerse la operación de orejas (otoplastia) que llevaba años queriéndose hacer, de nariz (rinoplastia) o de reducción de estómago, por citar las más habituales». Por su parte, Juan José Aparicio consideró que en las cirugías el hombre es más exigente y es más difícil de tratar que en el caso de las mujeres.

Reacciones

Andrés Nemseff, Cirujano Plástico de la Clínica Dr. Nemseff

“No puede haber medicina low cost. Sin embargo, existe y se promociona, lo que lleva a hablar sólo de volumen y números. El que piensa así nunca se ha puesto unos guantes”

Juan José Aparicio, Cirujano Plástico

“Cada vez llegan pacientes más jóvenes. Por ello, un criterio para realizar una intervención que he establecido es que tenga la madurez mental suficiente para comprender qué se le va a hacer”

Eva Garrigós, Doctora en Medicina Estética Facial del Centro Dermatológico Alicante

“Hay personas que son adictas a las operaciones estéticas y el buen profesional es el que pone límites y asesora al cliente. Ellos no pueden decirnos cómo trabajar”

Nacho Larios, Socio-Gerente de la Clínica Perla Medic

“De algún modo, los colegios deberían de regular el contenido de las redes sociales porque pueden hacer mucho daño al crear falsas expectativas”