Los avances en cirugía ocular permiten operar al mismo tiempo la vista cansada y las cataratas con gran seguridad y eficacia. Esta operación quirúrgica está dirigida a pacientes a partir de los 55 años, puesto que se supone que es cuando se ha estabilizado la presbicia (o vista cansada). La intervención consiste en la introducción en el ojo de una lentilla permanente que cumple la función de gafa progresiva.
Según el doctor Enrique Chipont, director médico y especialista en oftalmología de Oftálica, "estas lentes se llaman pseudoacomodativas o trifocales. El paciente, con la edad, va quedándose sin posibilidad de enfoque, pero estas lentes le permiten ver correctamente tanto de cerca como de lejos".
La colocación de una de estas lentes intraoculares, con capacidad para ver bien en diferentes distancias, corrige el problema de visión que tiene el paciente (el que sea) y, al mismo tiempo, supera su vista cansada. El doctor Chipont, asegura que, "la lente que ponemos enfoca en puntos fijos. Este sistema permite corregir la miopía, el astigmatismo, la hipermetropía? y, por supuesto, la presbicia".
Actualmente, se puede intervenir al mismo tiempo la presbicia y las cataratas, por tratarse de dos patologías muy vinculadas. El cristalino, la lente natural responsable del enfoque, es un cuerpo muy flexible cuando se tienen veinte años. Con la edad van acumulándose sobre él diferentes capas de proteínas, que se van descomponiendo y haciéndolo más rígido y opaco. Como consecuencia, se ve peor de cerca.
El doctor Chipont asegura que, "la edad de 55 años es propicia para eliminar las cataratas y, al mismo tiempo, corregir la presbicia. Una sola intervención permite resolver dos problemas de salud".
Una intervención de éxito
La corrección de la miopía, es una intervención de alto éxito, aunque «no está libre de complicaciones». Las técnicas actuales permiten corregir completamente el 95% de los casos.
El sistema Lásik, con el que se practican en la actualidad las intervenciones de miopía, consiste en seccionar la córnea y limar el tejido hasta conseguir que el ojo quede con la curvatura correcta. Una vez practicada la corrección, la lámina de córnea destapada, llamada colgajo o flap, se coloca en su posición original. Todo ello dura unos quince minutos y no produce dolor ni durante la intervención ni después. Las molestias duran muy poco y se recomienda el uso de lágrimas artificiales en el postoperatorio.
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