Estimado paciente,

Aún en la actualidad, la cultura de la revisión sigue sin implantarse en nuestro país. Si ya no me duele y he acabado el tratamiento, ¿por qué tengo que volver? Es una pregunta a la que nos enfrentamos cada día en la consulta. Evidentemente, yo quiero cuidar de tu boca, pero éste es un trabajo que debemos hacer en equipo. Por más que solucione tus problemas bucodentales, necesitas entrenamiento y control para conservar ese estado de salud.

Poco a poco, vamos entendiendo que necesitamos chequeos rutinarios, no porque nos encontremos mal, sino porque queremos que localicen a tiempo cualquier posible patología. Pero ese interés por la detección precoz de la enfermedad, si hablamos de la boca, no se da al mismo nivel en España que en otros países europeos.

La Odontología del siglo XXI no tiene nada que ver con la que se practicaba decenas de años atrás. Los miedos infundados frenan y condicionan a la población a acudir al dentista de forma rutinaria. Este hecho hace que no quieras venir a consulta si no tienes un problema o un dolor, pero las consecuencias de no hacer revisiones rutinarias pueden ser costosas.

En un examen rutinario, los dentistas podemos encontrar una enfermedad de la encía poco avanzada y frenarla con una fase higiénica sin necesidad de cirugías más complejas. O podemos detectar un bruxismo antes de que se manifieste con dolor. También somos capaces de ver una caries que no duele, que no llega al nervio, y evitaremos tener que tratarte los conductos endodonciándola. También con los implantes debemos tener seguimiento, porque un implante no puede tener caries, pero sí enfermedad del hueso y la encía, patología que pocas veces cursa con dolor. Al igual que las malignificaciones que, por lo general, tampoco son dolorosas.

Porque menos es más cuando diagnosticamos, cuanto antes veamos la patología menos tratamiento necesitaremos y más posibilidades de éxito.

Hoy en día, nuestros dentistas están muy formados en las últimas tecnologías y avances que la ciencia pone a nuestra disposición. La evolución de los últimos años es una auténtica revolución para hacer que nuestros pacientes obtengan los mejores resultados con la mínima intervención. Todo cambia, y ese "miedo" al dentista también tiene que cambiar.

Es cierto que nosotros debemos explicar y hacer entender a la ciudadanía que cuando notan dolor ya es tarde. No se realizan las suficientes campañas de prevención para la población adulta, sin embargo, las nuevas generaciones vienen más tranquilas al dentista gracias a los programas llevados a cabo en los colegios, centros de salud y a la preocupación de los padres por que sus hijos muestren una sonrisa funcional y estética.

Estamos en el proceso del cambio para llegar a una odontología para todos, en la que la prevención prevalezca sobre el tratamiento, en la que la odontología mínimamente invasiva sea la protagonista. Para alcanzar el objetivo necesitamos llegar a ti, paciente, porque la salud bucodental es educación, la salud bucodental es concienciación.

Firmado: Tu dentista

(Colegio Oficial de Odontólogos y Estomatólogos de Alicante)