Las muelas del juicio (terceros molares o cordales) son dientes que erupcionan en la parte más posterior de la boca. Tenemos 4 en total y están posicionadas tanto arriba como abajo, tanto a la derecha como a la izquierda (ver foto Fig.1). Son dientes sin una función específica dado que nuestra dieta actualmente se considera blanda y no necesitamos de un apoyo molar tan posterior para triturar los alimentos que comemos.

Por lo general, se desarrollan entre los 17 y 25 años, y pueden erupcionar en la boca o quedarse incluidos dentro del hueso, sin llegar a salir. Suelen ser origen de problemas, debido a la falta de espacio presente en los huesos maxilares y la consiguiente malposición que suelen adoptar en la boca.

Esquema de huesos maxilares, inferior y superior con la presencia de muelas del juicio.

Inexistencia

En algunos pacientes, las muelas del juicio ya no existen: directamente no se ha formado el germen dental que daría lugar al diente definitivo. Se considera que la evolución genética que condiciona la forma y tamaño de los huesos maxilares, ocasionará en un futuro la desaparición completa de estos dientes. Mientras tanto, muchas veces las muelas del juicio son causa de problemas y dolores para el paciente.

Los principales problemas que ocasionan se dan cuando el diente intenta erupcionar a la boca a través de la encía. Su erupción en la mayoría de los casos queda incompleta. La inflamación de la encía que queda alrededor del diente semi-erupcionado es la patología más frecuente de las muelas del juicio: Peri-coronaritis. En ocasiones, conlleva incluso de la hinchazón de la cara en el lado donde se encuentra el diente.

La caries

Además, las muelas del juicio suelen sufrir caries debido tanto al difícil acceso al cepillado, por tratarse de una zona posterior, como por la malposición que suelen tener en la boca, que impide que el diente contacte correctamente con su diente antagonista o contrario. Por esto último, se consideran dientes sin función, debido a que no aportan masticación efectiva de los alimentos.

También en ocasiones, su mal posición, añadida a la falta de espacio horizontal, conlleva que el paciente se muerda la mejilla en su cara interior, generando heridas de repetición y muy molestas (Fig. 2). En algunos casos muy poco frecuentes, se forman quites alrededor que la muela del juicio que pudieran necesitar también de tratamiento.

Fotografías con la presencia de muelas del juicio y diferentes problemas. De izquierda a derecha, el exceso de encía alrededor del diente por la erupción incompleta, y el mordisqueo de la mejilla por la mal posición de una muela del juicio.

¿Cuándo extraer las muelas del juicio?

La extracción de las muelas del juicio siempre debe ser indicada y realizada por un dentista. La indicación en adultos viene determinada en la mayoría de los casos cuando las muelas del juicio están creando problemas, como los mencionados anteriormente. Si no crean problemas, y siempre en un adulto, la postura a adoptar es la observación periódica. Una razón más para acudir periódicamente a revisiones con el dentista, como lo aconseja el Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de Alicante.

Cuando se recibe un tratamiento de alineamiento de los dientes (Ortodoncia) o bien de limpieza de las encías (Periodoncia), en ocasiones, también se necesita la extracción de las muelas del juicio.

En menores de edad, en casos concretos, el dentista puede recomendar la extracción preventiva de las muelas del juicio antes de que éstas erupcionen, para evitar así problemas mayores en el futuro.

Para el diagnóstico y la planificación de la extracción de las muelas del juicio, es imprescindible una radiografía panorámica (Ortopantomografía) (Fig. 3) o bien una exploración radiológica tridimensional (TAC o CBCT) en su caso.

Visión radiográfica de las muelas del juicio señaladas con flechas amarillas a la izquierda, y vista en radiografías panorámicas recortadas a la derecha. Con la línea verde se señala la trayectoria del nervio mandibular en la radiografía panorámica.

La extracción de las muelas del juicio, sobretodo las de la mandíbula, puede conllevar algo de complejidad técnica en ocasiones. Para el paciente, dicha complejidad técnica suele conllevar más tiempo en la intervención. El Colegio de Dentistas asegura que es el odontólogo/estomatólogo quien deberá explicar correctamente los pasos a seguir y las posibles complicaciones y recomendaciones posteriores que tiene el tratamiento.

La curación de la herida, después de la extracción de las muelas del juicio, es buena. La complicación principal es la infección de la herida, y más allá de conllevar unos síntomas más intensos durante una semana aproximadamente de media, tiene una recuperación al completo y no queda secuela alguna.

En casos concretos, la habitual cercanía del nervio mandibular a la muela del juicio podrá conllevar un estudio más detallado previo a la extracción, así como la aplicación de técnicas terapéuticas más concretas que deberán ser evaluadas tanto por el operador como por el paciente.

Recuerda, si tienes muelas del juicio y no te molestan, hay que revisarlas de vez en cuando, de igual manera que el resto de la boca y la necesidad de limpieza profesional de las encías. Si te molestan, es muy posible que sea necesaria su extracción. Desde el Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de Alicante te recomendamos que acudas al dentista y que establezcas una relación de confianza en la que seas bien informado de todas tus dudas.