María tiene 41 años y su mayor deseo es tener un bebé con Antonio, su pareja. Tras intentarlo por su cuenta y someterse a tratamiento en diferentes centros de reproducción asistida durante varios años sin éxito, finalmente le comunicaron que su única opción si quería tener hijos residía en la ovodonación (es decir, un tratamiento con óvulos de donante).

"Llevaba dos años de tratamiento y casi 4 intentando quedarme embarazada. Con el tratamiento anterior en la otra clínica me dijeron que optara por la ovodonación porque si no, no me iba a quedar embarazada".

En muchas ocasiones las mujeres han de posponer la decisión de ser madres en aras de conseguir mayor estabilidad laboral y personal. Esta situación acarrea dificultades para alcanzar el embarazo debido a que, para cuando lo intentan, muchas de ellas se encuentran en el final de su vida reproductiva. Según las estadísticas, la infertilidad por maternidad tardía ha crecido exponencialmente en los últimos años, por ello es cada vez más habitual recurrir a tratamientos de ovodonación.

Este tratamiento consiste en una fecundación in vitro (FIV) con una única diferencia respecto a la técnica original: los óvulos que se utilizan son de una donante. El esperma puede ser de la pareja de la receptora o también de donante (opción para cuando existe infertilidad masculina o para mujeres solteras y parejas lésbicas). De los embriones resultantes de la FIV se seleccionará uno o dos, dependiendo del caso, y se transferirán al útero de la receptora. El resto, si los hubiera, se crio-conservarán para futuros tratamientos en caso de que los pacientes quieran otro hijo. Si el/los embriones transferidos se implantan en el útero, se producirá un embarazo con total normalidad.

En la mayoría de centros y clínicas de reproducción asistida se propone directamente la ovodonación a las pacientes de determinada edad (38-39 años en adelante). Según el doctor Sergio Rogel, ginecólogo y especialista en fertilidad en la clínica de reproducción asistida IVF Spain: "La mayoría de los centros proponen los tratamientos de ovodonación a sus pacientes porque existen menos riesgos durante el embarazo, sobre todo a edades tardías, y porque hay mayores probabilidades de éxito por ciclo".

Muchas pacientes acuden a los centros de reproducción asistida con la esperanza de convertirse en madres y sufren un gran revés emocional cuando descubren que han de recurrir a la ovodonación porque sus óvulos ya no son viables o carecen de la calidad necesaria para producir un embarazo.

Las causas para ello son muy diversas, por ejemplo: la edad tiene gran influencia en la capacidad de concebir de la mujer ya que a partir de los 35 años los óvulos se deterioran sufriendo pequeñas alteraciones cromosómicas que no solo reducen las posibilidades de quedarse embarazada, sino que también pueden producir abortos espontáneos o malformaciones en el embrión.

Para el Dr. Rogel, las claves para conseguir los mejores resultados a largo plazo residen en una supervisión adecuada de todo aquello que afecta a la vida fértil de la mujer y especialmente en la toma de conciencia por parte de la mujer de que su capacidad reproductiva es finita.

Cuando María decidió acudir a IVF Spain, fue el Dr. Rogel el que se encargó de devolverle la esperanza e ilusión perdidas. Para ello estudió su caso con sumo detenimiento y cuidado, y le ofreció una solución totalmente personalizada y adaptada a sus necesidades.

"No nos dedicamos a vender tratamientos, ofrecemos soluciones reales a casos concretos y complejos mediante un estudio detallado y en profundidad, por ejemplo, aplicando la tecnología de la forma más adecuada allí donde es más necesario, como en el caso de María y su pareja".

María acudió con su pareja a IVF Spain desencantada y frustrada después de pasar por varios tratamientos de fecundación in vitro en otros centros. Además le habían comunicado que tendría que recurrir a la ovodonación si quería ser madre, lo que "resulta duro de aceptar cuando deseas concebir hijos biológicos propios" según nos cuenta María.

El diagnóstico que recibieron fue que existía un problema con los óvulos de María debido a que no se producía la fecundación a pesar de inyectarles los espermatozoides directamente a través de micro inyección intracitoplasmática (ICSI) y que por lo tanto la donación de óvulos era la única solución.

En palabras del Dr. Rogel:

"Cuando utilizamos la tecnología time lapse, pudimos observar los óvulos de María en el momento de la micro inyección y descubrimos que el problema no estaba en sus óvulos, sino en las células espermáticas de su pareja, así que cambiamos el enfoque".

Gracias a un uso controlado de la tecnología y a un estudio en profundidad de su caso pudieron diagnosticar correctamente el caso de María, dándole a su pareja, Antonio, el tratamiento más adecuado para mejorar y recuperar espermatozoides de la mejor calidad seminal.

A día de hoy, María y Antonio forman una familia feliz junto a su hijo Guillermo. Para María su sueño se ha hecho realidad, según cuenta ella misma: "para mí, ser madre lo es todo y haberlo conseguido con mis propios óvulos cuando en otras clínicas me decían que era imposible. Es indescriptible, siempre agradeceré al equipo médico de IVF Spain por haberme mostrado que la ovodonación era una solución pero no la única."