«Conectar las personas con la naturaleza», seis palabras de esperanza para un mundo que pide a gritos desesperados más atención y menos hipocresía. Naciones Unidas organiza el 5 de junio el Día Mundial del Medio Ambiente, una jornada para la concienciación de la protección de la naturaleza, unas horas de acción en favor de un mundo mejor.

Canadá es la sede elegida para acoger durante este 2017 las celebraciones oficiales, las número cuarenta y cinco desde que se iniciara este llamamiento conjunto por preservar la Tierra. Las actuales, como reza el lema, se centran en la conexión de las personas con la naturaleza e invita a salir al aire libre y a adentrarse en la naturaleza para apreciar su belleza y reflexionar sobre cómo el ser humano es parte integrante de ella y cuánto se necesitan ambos.

Más pantallas y menos senderos, ésa es la palmaria realidad del siglo XXI. La sociedad actual, habituada a las nuevas tecnologías y ansiosa por estar conectada en todo momento a la red, pasa cada vez menos tiempo rodeada de un entorno natural. Estos fugaces encuentros del ser humano con la naturaleza es una de las cuestiones que se pretenden solventar con la conmemoración del Día Mundial del Medio Ambiente.

El caso del anfitrión norteamericano puede ser un buen espejo para el resto de países. Los canadienses han considerado que ésta es una oportunidad inmejorable para salir y disfrutar de los parques nacionales y otras zonas silvestres de su país. Por ello, dichas zonas han decidido durante este periodo reducir o eliminar su precio de entrada. Y una vez allí proponer nuevas aventuras a sus visitantes.

Dichas actividades, trasladables a cualquier punto del mundo, se destinan a todos los públicos y son de lo más variopintas. Encontrar especies poco comunes, identificar cinco tipos de mariposas o llegar a un recóndito enclave antes que nadie, son varias de las muchas propuestas que se proyectan para fomentar el aprecio por un medio ambiente saludable. Y, por qué no, tender la mano también a las nuevas tecnologías, poseedoras de multitud de ventajas y usos educativos. ¿Qué mejor manera de animar a más gente en la búsqueda de un remoto árbol que colgando una foto en una red social?

Se busca la figura del ciudadano científico que, con una aplicación para teléfonos inteligentes, sea capaz de registrar observaciones y ponerse en contacto con otras personas capaces de identificar distintas especies.

El objetivo, en definitiva, es descubrir vías divertidas e interesantes de experimentar y valorar esta relación esencial que existe entre la naturaleza y las personas.

Por encima de todo, el Día Mundial del Medio Ambiente es una ocasión para que la sociedad haga algo por cuidar de la Tierra; es decir, convertirse en agentes del cambio al menos por un día. Esa acción solidaria puede ser a nivel local, nacional e incluso internacional y puede ser individual o grupal.

Diversión por una buena causa

Diversión por una buena causaEsta celebración, que no se ciñe exclusivamente a hoy lunes, puede ser una excusa ideal para poner los cinco sentidos a disposición de la lucha contra el cambio climático. Quizá no se presente otra ocasión como ésta para dejarse llevar por el silencio de un lago o para guiarse por un suave aleteo en una ruta nocturna, pues la naturaleza tiene música para quien se detiene a escucharla.

Esta conexión también puede producirse en el entorno urbano, lugar en el que los parques desempeñan la función de pulmón verde y centro de la diversidad biológica. ¿Por qué no contribuir a reverdecer el entorno urbano colocando plantas en su calle o en un espacio abandonado, o instalando una jardinera en la ventana? Anímese a escarbar con una pala o levante una losa y compruebe qué criaturas viven debajo.

Independientemente de dónde se encuentre, puede comprometerse a recoger basura —cuanta más cantidad, mejor—, o seguir el ejemplo de los ciudadanos de Bombay, en la India, y organizar un evento multitudinario para la limpieza de la playa.

Su actividad no tiene por qué verse restringida a la jornada del 5 de junio. El PNUMA, por ejemplo, planea empezar ya mismo a poner a prueba los conocimientos de los ciudadanos y fomentar su aprecio por un medio ambiente saludable a través de concursos y cuestionarios en línea. Además, pondrá a disposición de los usuarios una gran variedad de ideas con el ánimo de ayudarles a celebrar este día.

El hombre es a la vez obra y artífice del medio que lo rodea, el cual le da el sustento material y le brinda la oportunidad de desarrollarse intelectual, moral, social y espiritualmente. En la larga y tortuosa evolución de la raza humana en este planeta se ha llegado a una etapa en que, gracias a la rápida aceleración de la ciencia y la tecnología, el hombre ha adquirido el poder de transformar, de innumerables maneras y en una escala sin precedentes, cuanto lo rodea.

La celebración de este día nos brinda la oportunidad de ampliar las bases de una opinión pública bien informada y de una conducta de los individuos, de las empresas y de las colectividades inspirada en el sentido de su responsabilidad en cuanto a la conservación y la mejora del medio

En la era del asfalto y los teléfonos inteligentes, y entre las numerosas distracciones de la vida moderna, las experiencias de conexión con la naturaleza pueden ser fugaces. Pero, con su ayuda, el Día Mundial del Medio Ambiente puede dejar ahora más claro que nunca que la prosperidad de la humanidad y de la naturaleza depende de la armonía entre ambas.

Celebración global de la naturaleza

Celebración global de la naturalezaUna plataforma de acción: En favor de la protección del medio ambiente.

El Día Mundial del Medio Ambiente es la jornada más importante de las Naciones Unidas para la concienciación y acción mundial en favor de la protección de nuestro medio ambiente. Este día ha ido ganando relevancia desde que comenzó a celebrarse en 1974 y, ahora, es una plataforma mundial de divulgación pública con amplia repercusión en más de 100 países.

Una jornada para todo el mundo: Hacer algo por cuidar de la tierra

Por encima de todo, el Día Mundial del Medio Ambiente es una ocasión para que todos hagamos algo por cuidar de la Tierra o nos convirtamos en agentes del cambio. Ese «algo» puede centrarse en el ámbito local, nacional o mundial, y también puede tratarse de una acción en solitario o en grupo

El tema y el país anfitrión: Diferente cada año

Cada año, el Día Mundial del Medio Ambiente se organiza con base en un tema y cada año es nombrado un país anfitrión.

La dificultad de asignar un valor monetario a los dones de la naturaleza

En las últimas décadas, los avances científicos, junto con el aumento de los problemas ambientales —como el calentamiento de la Tierra—, nos están ayudando a entender las formas innumerables en que los sistemas naturales sostienen nuestra prosperidad y bienestar. Por ejemplo, los océanos, bosques y suelos del planeta actúan a modo de enormes reservas de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono y el metano; los agricultores y pescadores aprovechan los recursos naturales de la superficie terrestre y submarina para suministrarnos alimentos; y los científicos desarrollan medicamentos a partir del material genético derivado de los millones de especies que componen la impresionante diversidad biológica de la Tierra.

Miles de millones de habitantes de las zonas rurales de todo el mundo pasan su jornada diaria «en conexión con la naturaleza» y son plenamente conscientes de que dependen del suministro de agua natural y de que la naturaleza les provea de su modo de subsistencia gracias a la fertilidad del suelo. Estas personas son quienes sufren primero las amenazas que los ecosistemas afrontan, ya se trate de la contaminación, del cambio climático o de la sobreexplotación.

Por lo general, es difícil asignar un valor monetario a los dones de la naturaleza. Como ocurre con el aire limpio, no solemos apreciarlos hasta que pasan a ser un bien escaso. No obstante, los economistas están desarrollando maneras de medir el valor multimillonario de los denominados «servicios de los ecosistemas», que abarcan desde la actividad de los insectos que polinizan los árboles frutales de los huertos californianos, hasta los beneficios espirituales, para la salud o en términos de ocio que aporta hacer senderismo por un valle del Himalaya.