¿Tienes constancia de alguna mujer u hombre que hayan contado abiertamente que tienen problemas para concebir? La infertilidad, incapacidad de la pareja de lograr la concepción natural de un hijo o el embarazo tras doce meses de relaciones sexuales sin el uso de métodos anticonceptivos, continúa siendo un tabú social. La presión a la que están sometidas las parejas que quieren ser padres y no lo consiguen de forma natural es muy fuerte y quienes no lo logran padecen el sufrimiento y el sentimiento de frustración por no conseguirlo.

Para olvidar estos prejuicios y tópicos en torno a esta temática, el Día Mundial de la Infertilidad, celebrado mañana 4 de junio, reclama divulgar las causas y las soluciones ante la infertilidad para apoyar a los afectados, desde que en 2009 la Organización Mundial de la Salud (OMS) consideró la infertilidad como enfermedad del sistema reproductivo.

El desconsuelo, los temores, la inseguridad y el sentimiento de culpabilidad son los denominadores comunes de los afectados. Para superarlos es necesario que las personas subfértiles rompan ese tabú y cuenten su situación. "Hay que informar de lo que viven, sienten y sufren las 800.000 parejas que tienen problemas de fertilidad en la sociedad española porque nadie conoce la carga emocional que soporta una mujer u hombre que lucha por tener un bebé y no lo consigue", afirma la doctora Baviera, directora médica de Accuna.

A día de hoy se sigue culpando al estrés o al nerviosismo pero existen múltiples factores que afectan la fertilidad. La tendencia creciente a retrasar la maternidad es uno de los factores más importantes, porque a partir de los 35 años la reserva ovárica de la mujer decrece muy rápido, según la doctora, que recuerda que "el número de ovocitos de una mujer está predeterminado desde antes incluso del nacimiento, en la pubertad disponemos de unos 400.000 ovocitos que se van consumiendo diariamente en cada ciclo menstrual".

Asimismo, los hechos demuestran que la incorporación de la mujer al mundo laboral, la perspectiva de pocas facilidades para conciliar vida laboral y familiar y la independencia emocional femenina también influye decisivamente en el retraso en la edad de concebir. "La maternidad se planifica atendiendo a razones sentimentales, sociales o económicas. Cuando en pareja o en solitario se decide concebir puede que surjan dificultades pero no se ha de juzgar a las mujeres o a los hombres por su infertilidad", considera la directora de la clínica de fertilidad.

"La sociedad ha experimentado un cambio y no se puede exigir a las mujeres que se planteen tener hijos antes de cuando desean, hay que adaptarse a cómo se modifican los hábitos sociales", añade la doctora Baviera. Ese es uno de los motivos por los que aumenta el número de tratamientos de reproducción asistida. También porque los modelos de familia han cambiado y ya no es imprescindible ni tener pareja ni que sea masculina para conseguir tu objetivo de familia.

Poco a poco se asume la realidad y las mentalidades van adaptándose a los nuevos tiempos. Mientras, solo queda apoyar a las personas subfértiles y animarlas a hablar de ello sin tapujos, compartiendo su dolor y fomentando que no lo vivan en soledad, ofreciéndoles la mejor atención individualizada.