Más de la mitad de los españoles afectados por glaucoma está sin diagnosticar, se trata de una afección degenerativa provocada principalmente por el aumento de la tensión ocular y es la segunda causa de ceguera en el mundo.

Así lo recuerdan los expertos en oftalmología en vísperas de la Semana Mundial del Glaucoma, que se conmemora desde mañana domingo 12, Día Mundial del Glaucoma, hasta el 18 de marzo.

El glaucoma puede no derivar en ceguera «si se logra detectar a tiempo», por lo que es primordial «realizarse revisiones y contar con la última tecnología en diagnóstico y tratamiento», aclaran diferentes ofatlmólogos del marco nacional.

Nuevos estudios prometedores

Los nuevos estudios genéticos y farmacogenéticos son prometedores respecto al diagnóstico y tratamiento del glaucoma, ya que el mayor conocimiento de los genes asociados a la afección permitirá a los oftalmólogos ser más precisos en sus diagnósticos, así como, establecer terapias individualizadas más efectivas, explican los expertos.

En cuanto a los casos de glaucoma congénito, las últimas investigaciones posibilitan mejorar la visión mediante el reemplazo o bloqueo de genes implicados, según explican los investigadores.

La investigación se concentra en la búsqueda de biomarcadores proteicos de la enfermedad, que permiten la distinción entre los diferentes tipos de glaucoma, y el estudio de los genes asociados, que facilita el tratamiento precoz de la dolencia.

La dificultad en el diagnóstico del glaucoma se debe a que muchas veces cursa sin síntomas, ya que la visión se pierde progresivamente sin que el paciente se dé cuenta.

Revisiones anuales

Por ello, los expertos recomiendan la revisión anual, sobre todo, a aquellos que cuentan con antecedentes familiares, diabetes o alta miopía.

Pese a que el tratamiento tradicional se centra en fármacos hipotensores, terapias con láser o cirugía, existen otros nuevos como la neuroprotección, que son fármacos que nutren el nervio óptico y retrasan el proceso degenerativo.

Otra alternativa es la cirugía mínimamente invasiva en glaucoma, que ha sido posible gracias al diseño de pequeños implantes que permiten, entre otros, la reducción de la presión intraocular.

Por último, los expertos recuerdan que el consumo de tabaco, la obesidad y la falta de ejercicio físico son factores de riesgo para desarrollar esta patología.