Tras la crisis inmobiliaria, las inversiones en viviendas y la compra de casas han perdido terreno en favor del alquiler o arrendamiento. Ni siquiera las caídas y los reajustes de precios consiguen darle un empujón a la venta inmobiliaria.

Desde enero de 2008, cuando el valor de las viviendas alcanzó el pico máximo que pinchó la 'burbuja' inmobiliaria, descendiendo hasta un 28,8%, según datos del Ministerio de Fomento correspondientes al tercer trimestre de 2013. Estos datos reflejan también una realidad económica: la falta de créditos bancarios y las altas tasas de paro, que frenan las decisiones de compra por parte de la demanda solvente.

El alquiler se perfila como la mejor opción para salvar un mercado que ya ha tocado fondo. Ya sea vacacional o para larga temporada, el alquiler tiene muchos adeptos. Desde mayo de 2007, los precios del alquiler han sufrido una caída del 31,7%, lo que puede ser un incentivo más para personas o familias con rentas bajas.

Para dar un empujón al mercado inmobiliario español, expertos en el mercado inmobiliario de Guías Amarillas recomiendan potenciar el alquiler a través de reformas: “La demanda es cada vez más exigente en la búsqueda de vivienda, por lo que además de un precio adecuado, también es necesario que la casa tenga una gran calidad para lograr alquilarla”. Apuntan desde Guías Amarillas la importancia de la adecuación a la moda actual: “La presentación de la casa es vital para lograr el éxito por lo que habrá que reestructurar el espacio y cuidar los materiales según las modas o las exigencias del mercado.” También hemos hablado con empresas de reformas en Barcelona y Madrid, que conocen esta realidad de primera mano, y aconsejan evitar interiores oscuros, materiales pasados de moda y cerramientos antiguos.

En España, comienza a cambiar nuestra forma de vivir, literalmente.