«Mi mujer ni es asesora ni es nada». Así de rotundo se ha mostrado el marido de Rosa Ferreira, la falsa asesora de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría en el programa Espejo Público de Antena 3 en el que ayer la protagonista de este rocambolesco culebrón aseguraba sentirse «indignada e impotente» y anunciaba que «mis abogados van a defenderme y a limpiar mi imagen pero después atacaremos», una amenaza de emprender acciones judiciales, aunque sin especificar contra quién. El programa de televisión emitió frases de una entrevista realizada a la conocida ya en toda España como «la pequeña Nicolás», sobre fotografías de Rosa Ferreira procedentes de redes sociales y de imágenes de la polémica inauguración de la pérgola escolar del colegio San José Obrero de Orihuela.
Tal como adelantó este diario, el pasado lunes la supuesta asesora consiguió congregar en el colegio al obispo, Jesús Murgui; al vicepresidente del Consell, José Ciscar; a la consellera de Bienestar Social, Asunción Sánchez Zaplana; a una exeurodiputada, a tres alcaldes y a otras autoridades además de medios de comunicación asegurando que acudiría al acto la vicepresidenta del Gobierno quien, como se ha sabido posteriormente, no sabía nada ni conocía a la que se hacía pasar por su asesora.
Rosa Ferreira no dio ayer explicaciones pero aseguró que «estoy muy cabreada porque no me he llevado ni un euro», para añadir que «me siento indignada e impotente porque no me dejan hablar» y aludió a un complot contra ella afirmando que «hace mucho que van a por mí». «Mirad lo que pasa con las listas de Orihuela», indicó, para justificar lo que considera un ataque contra ella. Por último y tras quejarse del sobrenombre con el que la conoce -«la Pequeña Nicolás»-, se lamentó de que «gente a la que he ayudado, hasta ayer me ha defendido y hoy empiezan los ataques, quizá es lo que más me duele».
El vicepresidente de la Generalitat José Císcar, por su parte, tildó ayer de «impostora» a la falsa asesora. En declaraciones a Europa Press, lamentó que a quien «engañó» fue a la Asociación de Amigos de la Fundación de San José Obrero, que «actuó de buena fe», por la situación generada en un falso acto al que él mismo acudió. Así, subrayó que le consta que desde la Asociación «ya están trabajando para emprender acciones legales» contra ella.
El número dos del Consell y candidato por Alicante a las Cortes Valencianas indicó que «asistimos ante una invitación que teníamos de la propia asociación. No necesitamos ningún tipo de coordinación. Es que no veníamos porque viniera la vicepresidenta». No obstante, reconoció que sospechó de la mujer «esa misma tarde» y habló con Vicepresidencia de la Generalitat «para preguntar y desde ahí se destapó todo».
