El candidato socialista ha dirigido casi toda su artillería gruesa contra el PP: primero, censuró que Toni Pérez guardara silencio ante las críticas que un alto cargo de los populares valencianos vertió sobre la propuesta de Ximo Puig, de instalar la Conselleria de Turismo en Benidorm. Después, le envió una carta abierta al candidato del PP en la que contestaba a su oferta de diálogo asegurando que «Pérez no es capaz de llegar a consensos ni con su sombra». Y, por fin, exigió la dimisión del ministro de Turismo, José Manuel Soria, por prometer a estas alturas la declaración de Benidorm como municipio turístico en Torrevieja. Más allá de eso, Navarro no se ha metido con nadie. Eso sí, molestó mucho a EU cuando pidió que los votantes autonómicos de esta formación (así como los de Podemos y Compromís) le apoyaran a él en Benidorm porque «es el voto útil».
