Un resultado «agridulce». Con ese sabor armó ayer el PSOE de la provincia de Alicante su discurso público después de cerrarse los datos de las elecciones del 26J, que han otorgado a la formación del puño y la rosa 187.056 votos en la provincia -1.650 menos que en diciembre- y que han dejado a los socialistas con un diputado menos en la Comunidad Valenciana al perder al número tres de la lista por Alicante, Herick Campos, en favor de un diputado más para el PP.

El número uno del PSOE al Congreso por la provincia de Alicante, Julián López Milla, indicó que los resultados son, por un lado, «decepcionantes» porque «la derecha ha subido votos respecto de la izquierda y eso siempre es una mala noticia». Destacó que los datos son fruto «de quienes tuvieron la oportunidad de cambiar las políticas del PP y no quisieron hacer un gobierno de cambio y provocaron esta segunda vuelta que para lo único que ha servido es para reforzar al Partido Popular». En este sentido, dijo, «es posible que el electorado haya castigado esa actitud de intransigencia e imposición que una parte de la izquierda adoptó frenando un gobierno de cambio».

El número uno por Alicante se armó de argumentos para culpar a la coalición Unidos Podemos de todos los males socialistas y manifestó que cuando la ciudadanía «ha visto que una parte del cambio ha sido bloqueada, ha vuelto la mirada hacia el PP, y esto es lo que ha ocurrido en toda España y en la provincia de Alicante, y ese ascenso del Partido Popular es lo que está detrás de la pérdida del diputado Herick Campos», sentenció López Milla, no sin antes recordar que el PSOE ha aumentado su porcentaje de voto «mientras que las otras fuerzas de izquierda lo han reducido respecto a lo que obtuvieron por separado».

Tildó la campaña hacia el 26J de «muy dura» y «difícil» para el PSOE «porque se planteó en términos de sorpasso, en términos de comentar cada día una encuesta en la que parecía que el Partido Socialista iba a ser superado, y al final se ha visto que todo eso lo único que ha hecho ha sido alimentar el voto del miedo que al único que ha favorecido ha sido al PP». López Milla, que estuvo siguiendo e interpretando con sus compañeros de partido los datos que arrojaba el escrutinio en todo momento, se refirió también «a esa estrategia de los que han fracasado buscando superar al PSOE y que han dado a Mariano Rajoy la resurrección». «Pablo Iglesias se ha convertido en el apóstol de la nueva izquierda», sentenció.

Por su parte, el secretario provincial de los socialista, David Cerdán, indicó que el partido ha mejorado el porcentaje de votos, pero que ha sufrido el revés del voto útil, lo que les ha hecho perder un diputado. Cerdán destacó que ese voto útil «viene alimentado por una política egoísta por parte de la coalición de Unidos Podemos, que ha hecho crecer al PP y nos ha arrebatado la fuerza de la izquierda que aspirábamos a tener todos y ha hecho mucho daño al Partido Socialista». Cerdán cargó contra los socios de gobierno del PSOE en la Comunidad y acusó a la coalición «A la Valenciana» -formada por Compromís, Podemos y EU- de alimentar el voto útil con unas políticas «que no benefician a esta tierra y que hay que replanteárselas en serio». Y por si eso fuera poco, añadió que «la UTE de izquierdas ha hecho mucho daño a este país y a esta provincia» poniendo «piedras en el camino».

También valoró los resultados el presidente de la ejecutiva local del PSOE, Lalo Díez, quien se refirió a ellos como «agridulces», en sintonía con sus compañeros de partido. Destacó el trabajo que el diputado Herick Campos «podría haber hecho durante los próximos cuatro años» si no hubiera sufrido el golpe de la guillotina en favor del PP. Así, se refirió a datos de la ciudad de Alicante más que a los datos autonómicos o estatales y destacó que, en Política, «aquí se ha demostrado que uno más uno no siempre son dos». «Muchos basaban los resultados en esa UTE temporal, una coalición a la izquierda del PSOE que en la ciudad de Alicante ha obtenido 8.000 votos menos mientras el PSOE ha subido unos pocos votos y el PP ha subido en 7.000 votos». Lalo Díez opinó que es el momento de «recuperar la confianza de la gente tras un sorpasso que se ha quedado sorpresa».

Herick Campos estuvo en boca de todos. Los besos y abrazos hacia su persona vinieron por todos lados. Cargos y afiliados se acercaban a él con cierta cautela para no evidenciar el descalabro de tener un diputado menos que, automáticamente, era tapado con el argumento de que no se había producido el sorpasso, un hecho al que los socialistas se aferraron ayer como a un clavo para no enfocar su discurso en unos resultados que, en general, le han sido peores en cuanto a escaños.

También dio un abrazo a Campos el alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, aprovechando el momento que se pasó por la sede de Pintor Gisbert tras presenciar el partido del Hércules-Cádiz en el Rico Pérez. Sin embargo, el también secretario general del PSOE en Alicante y director de campaña del 26J se fue sin dar su visión de los resultados ni hacer valoraciones. No dijo ni mu. Cogió las escaleras y abandonó, con el semblante serio, el local de los socialistas dejando las explicaciones y valoraciones para el resto de cargos orgánicos presentes en la sede.