Empezó con mucha fuerza. De hecho, no se perdió apenas ninguno de los primeros actos de campaña del PP en la provincia. Sin embargo, en los últimos días, poco o nada se sabe de un Gerardo Camps que se convirtió en protagonista involuntario de la precampaña a las elecciones del 26-J tras conocerse sus elevados gastos en restaurantes, pagados con dinero público, durante su etapa como conseller de Hacienda. Desde el partido niegan que se haya vetado su presencia pública. La realidad es que, tras dejarse ver durante unos días, ha desaparecido de los actos a pie de calle.

Gerardo Camps, «número cuatro» de la candidatura del PP al Congreso por la provincia, empezó la campaña en las escalinatas del instituto Jorge Juan de Alicante. Lo hizo, ajeno a la polémica por sus dietas en restaurantes, junto al resto de aspirantes populares a la Cámara Baja y Alta, además de numerosos cargos públicos del PP a nivel regional y provincial. Allí se concentraron todos para dar un simbólico pistoletazo de salida al segundo asalto electoral. Además de Gerardo Camps, estaba la líder regional del PP, Isabel Bonig; el cabeza de lista de los populares, José Manuel García-Margallo; y el presidente provincial, José Císcar. Ninguno de ellos avaló, de puertas adentro, la permanencia de Gerardo Camps en la candidatura popular al Congreso. Génova, finalmente, se impuso y el exconseller repitió como «número cuatro». Y así empezó a hacer campaña en la provincia.

Tras el acto de arranque electoral, Gerardo Camps se volvió a dejar ver apenas unas horas después. Esta vez fue en Torrevieja, segunda parada del candidato del PP a La Moncloa, Mariano Rajoy, en su visita a la provincia, tras un paso efímero por Santa Pola. En segunda fila, por cuestión de protocolo interno, Gerardo Camps esperó la llegada del presidente en funciones conversando, entre otros, con Adela Pedrosa, cabeza de lista del PP al Senado por Alicante. Camps, ya con Rajoy presente, se levantó para aplaudir a su líder nacional y, tras un infructuoso primer intento, finalmente consiguió estrecharle la mano.

Por la mañana, para calentar motores, Gerardo Camps también acudió a un coloquio protagonizado por los populares Carlos Iturgáiz y Marimar Blanco en la sede local del PP en Benidorm. Allí mismo, en su tierra, el exconseller volvió a «reaparecer» dos días después para hacer de anfitrión del cabeza de lista, José Manuel García-Margallo. La última vez que se recuerda a Gerardo Camps en un acto de campaña fue el pasado 15 de junio, cuando se dejó ver en un acto con la vicesecretaria de Estudios y Programas del PP, Andrea Levy, que visitó Benidorm -para verse las caras con las amas de casa de la localidad- tras pasar por la ciudad de Alicante.

Desde entonces, hace una semana, poco o nada se sabe de Gerardo Camps. Ni sus compañeros, tampoco los candidatos del PP, saben qué está haciendo estos días. Desde el partido, a modo de defensa, sostienen que el exconseller hace la campaña «a su ritmo». «Le gusta visitar pueblos», dicen. Últimamente, nadie le ha visto.