Cargos socialistas de la provincia de Alicante pidieron ayer en plena resaca electoral al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, que afronte cambios profundos en el partido y que marque distancias con la vicepresidente del Consell y líder de Compromís, Mónica Oltra. Estas manifestaciones las realizaron distintos responsables del PSPV en la provincia un día después de que la formación perdiera un diputado por la provincia de Alicante a favor del PP y que la coalición A la Valenciana (Compromís-Podemos-EU) superase en votos a los del puño y la rosa, aunque con menos distancia que en los comicios de 2015.
El más contundente de todos fue de nuevo el secretario provincial del PSPV-PSOE, David Cerdán, quien manifestó que el partido tiene que recapacitar y reflexionar profundamente, al tiempo que exigió «más contundencia y menos artificios» al jefe autonómico para impedir seguir siendo «un apéndice» de sus socios de gobierno. Los socialistas llevan ya un año conviviendo en el Palau con Compromís en un bipartito sostenido por Podemos en el que han encontrado a un inquilino fuerte que no solo les arrebata votos -Compromís se ha ratificado como la segunda fuerza política en la Comunidad produciéndose, aquí sí, el sorpasso del PSOE-, sino que además lidera políticas autonómicas con más gancho que los socialistas, que no han sabido rentabilizar tan bien como sus socios este año en el gobierno.
Cerdán describe a un presidente de la Generalitat mucho más sometido a su inquilino de lo que debiera, más teniendo en cuenta que, a su juicio, esa lealtad y respeto a la hora de funcionar no está siendo mútuo, enfatizando en ese caso la labor de Puig por encima de la de Oltra. De ella se despachó diciendo que está dando un trato diferenciado a Valencia de Alicante que desemboca en una situación de indefensión para la provincia, «que sigue sin recibir el trato que merece». En este sentido sostuvo ayer que hay que diferenciar gobierno de partido. «No sé si es bueno que las mismas personas que dirigen el partido sean las mismas que dirigen el gobierno», afirmó, por lo que dejó entrever que Ximo Puig -secretario general del PSPV en la Comunidad Valenciana- cuanto más alejado de los cargos orgánicos de la formación, mucho mejor.
También apostó por un cambio profundo en el seno de la formación el número uno del PSOE por Alicante al Congreso de los Diputados, Julián López Milla, quien ayer señaló que ahora lo que toca es hacer un exhaustivo análisis del mensaje del partido para ver dónde no se está llegando tras perder cinco escaños en toda España, uno de ellos por la provincia de Alicante, concretamente el que tenía el número tres de la lista por la provincia, Herick Campos. Y todo ello después de dejar escapar 20 diputados en los comicios de diciembre. López Milla explicó que la preocupación del partido debe ser por qué Podemos se lleva una parte del electorado, especialmente en las zonas urbanas, y qué tiene que cambiar en el mensaje de los socialistas para calar en ese segmento. Y a partir de ahí, ya se hablará de Pedro Sánchez o de Ximo Puig, figuras que no cuestionó «porque para eso están los congresos, que llegarán». Lo importante ahora para López Milla no es el debate sobre quién, sino sobre los resultados, analizar por qué el PSOE no termina de cuajar en un electorado que le corresponde, incidiendo en que ese es el cambio prioritario y que luego ya se hablará de cargos.
