La repetición electoral, tras el fiasco de los últimos comicios generales celebrados el pasado 20 de diciembre, permitirá que 7.346 nuevos electores en la provincia estén llamados a las urnas. Estos jóvenes, que han cumplido la mayoría de edad desde la pasada cita electoral, forman parte del total de 1,2 millones de personas que pueden votar hoy en la provincia. Desde las últimas generales, celebradas en 2011, casi 67.000 jóvenes se han unido al censo alicantino. Estos nuevos votantes han sido objetivo de los partidos en las últimas semanas en la búsqueda de «arañar» apoyos ante las elecciones más reñidas en décadas.

Lograr el voto de los nuevos electores, más de 7.000 en la provincia y unos 20.000 en el conjunto de la Comunidad, se une al intento casi unánime de las formaciones políticas, al menos públicamente, de que la abstención sea la menor posible. De hecho, el propio Pedro Sánchez, en su reciente visita a Alicante, pidió que los electores fueran este domingo a votar.

El porcentaje de abstención en la provincia de Alicante -donde está en juego doce diputados y cuatro senadores- ha sido por norma menor que en el conjunto de España, pero mayor que en la Comunidad.

En las últimas generales, el 27% de los alicantinos con derecho a voto no acudieron a su colegio electoral, mientras que en el total de la Comunidad la cifra se quedó en el 25,21% y a nivel nacional se elevó hasta el 30,33%.

La abstención ha experimentado una evolución similar desde todas las perspectivas, tanto provincial, autonómica como estatal. Desde las últimas dos décadas, las pasadas elecciones del 20-D fue la cita a nivel nacional que menos movilizó al electoral. Por contra, hace veinte años, el porcentaje de abstención en la provincia, por ejemplo, fue nueve puntos inferior a la registrada hace seis meses.

En 1996, la abstención en la provincia fue de un 18%, una cifra que subió ocho puntos en apenas cuatro años, mientras que pasada esa legislatura decreció hasta el 22%, cifra similar a la que se registró cuatro años después. Ese 2008 fue el último año clave en la evolución de la abstención, ya que a partir de esa fecha no ha dejado de subir, quedándose en el 27,06% durante los últimos comicios del 20-D.

Otra clave

Otra de las cifras que los partidos observan con detenimiento durante las semanas previas a una cita electoral es el desarrollo de las peticiones de voto por correo. Y en esta ocasión, con mayor motivo ante las significativas variaciones que se han producido respecto a las últimas generales, hace apenas seis meses.

Según datos facilitados por la Subdelegación del Gobierno en Alicante, las solicitudes de voto por correo en la provincia han aumentado un 38,4%, en relación con los comicios del 20-D. En números absolutos, significa que unas 10.000 personas más han pedido votar por correo sobre las 26.026 que lo hicieron a finales del pasado año. Este crecimiento en el voto a distancia se sustenta en el aumento de las solicitudes entre los alicantinos que residen en España que no pueden o prefieren no acudir a los colegios electorales, que han pasado de 22.575 a 32.157, un 42,4% más en sólo seis meses. Este aumento se debe, entre otros motivos, a la coincidencia del puente por las fiestas en honor a San Juan y el inicio de las vacaciones estivales. También ha aumentado los alicantinos que residen temporalmente en el extranjero que han solicitado voto por correo, pasando de 343 a 489 personas. Menor es el aumento entre los alicantinos que viven en el extranjero de manera continua, los que forman parte del censo CERA (Censo de Electores Residentes Ausentes), donde un 8,4% más han pedido votar por estar fuera de España, pasando de 3.108 a 3.370 personas. Al hilo, las quejas de los españoles en el extranjero por los problemas burocráticos se han reproducido durante estas pasadas semanas. A nivel nacional, el aumento del voto por correo ha sido mayor que en Alicante, llegando al 86,5% con respecto a los comicios del 20-D, según datos oficiales.