«Elegir las fuerzas políticas que sean más favorables para la vida moral y justa» y «no apoyar ningún tipo de totalitarismo, de pensamiento único o de laicismo excluyente», en las elecciones del domingo, son las recomendaciones del arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, plasmadas en una carta hecha pública ayer y ratificada por los obispos de Levante, entre ellos el de Orihuela-Alicante, Jesús Murgui.

En su escrito, los obispos justifican su intervención en la campaña porque «son muchos los cristianos que nos han pedido que, como sus Pastores, les ofrezcamos alguna orientación ante la excepcional importancia del momento que vivimos». Aseguran que no pretenden decir a los creyentes a qué partido deben votar «sino simple y sencillamente ayudar a formar sus conciencias a la hora de emitir el voto, y hacerlo libre y responsablemente, en conciencia».

La Iglesia insta a los católicos a ir a votar el domingo ya que «se trata de un derecho y de un deber», al tiempo que les anima a informarse antes de votar «sin olvidar que ningún partido político es capaz de realizar plena y satisfactoriamente los valores esenciales de la concepción cristiana de la vida y de la sociedad, y que el cristiano es libre para elegir entre los diversos partidos, programas y candidatos, pero siempre en coherencia con la fe cristiana y con los principios morales que le son consustanciales».

Los obispos son rotundos al señalar que «no podemos elegir a cualquiera; no da lo mismo uno que otro» y aconsejan «tener muy en cuenta los bienes y valores que contiene y la Constitución Española».

En otro punto del escrito, la Iglesia da más pistas sobre la opción que a su juicio es la más deseable al aconsejar que se vote a «quienes apoyen el reconocimiento efectivo de los derechos fundamentales de todas las personas; entre otros, el derecho a la vida desde su concepción hasta su muerte natural».

También instan a votar a los partidos que favorezcan «el derecho a la libertad religiosa personal y comunitaria y a la objeción de conciencia, el derecho a la educación y el derecho prioritario de los padres a educar a sus hijos y de hacerlo conforme a sus convicciones religiosas y morales, la libertad de enseñanza y el derecho de los padres a elegir el centro que deseen para sus hijos, y el derecho de que estos reciban la formación y religiosas que desean para sus hijos», en alusión a la polémica suscitada este año en la Comunidad Valenciana por la supresión de algunas aulas en centros concertados.

No al «laicismo excluyente»

Añaden en su carta que «no podemos apoyar el establecimiento de ningún tipo de totalitarismo, de pensamiento único o de laicismo excluyente. Nuestro voto ha de ayudar a quienes de verdad y efectivamente trabajen por el bien común, por la justicia social y por la desaparición de desigualdades, por la atención prioritaria a los más pobres, a los inmigrantes, a los refugiados y a las periferias existenciales».

Finalizan su escrito indicando que «Los cristianos no podemos colaborar con quienes empleen la violencia, el odio, la mentira, la manipulación o la corrupción para conseguir sus fines», para añadir que «en los proyectos políticos y sociales se ha de buscar siempre favorecer la convivencia y la solidaridad, el diálogo y la cooperación, la unidad y la concordia entre todos los españoles, sin exclusiones. La generosidad y la grandeza de ánimo, y poner la mirada por encima de todo en España debieran ser notas de los dirigentes a elegir. En cualquier caso, habrá que elegir las fuerzas políticas que sean más favorables para la vida moral y justa de nuestra sociedad».

Además de Cañizares y Murgui firman el escrito los obispos de Mallorca, Segorbe-Castellón, Ibiza y el obispo auxiliar de Valencia.