J. Manuel García-Margallo

Cabeza de lista por Alicante del PP

«Un ministro en viaje oficial comerá con dinero público»

Sólo pueden pagarse con dinero público los gastos que tienen que ver con la relación directa de las actividades institucionales que se desempeñan. Comprenderá usted que si se invita a comer a un ministro extranjero que visita España en un viaje oficial, entonces se trata de un gasto que debe pagarse con dinero público, mientras que si yo decido invitarle a usted a comer, entonces, lo pago yo de mi propio bolsillo.

Rita Bosaho

Cabeza de lista de A la valenciana

«Los políticos deben vivir como la mayoría de la gente»

Deben ser aquellos que van derivados de su función, como en cualquier trabajo. La cuestión fundamental es que los políticos deben ser servidores públicos, como médicos, o maestros, no pueden ser una élite privilegiada. Algunos se empeñan en decir que es una cuestión menor, pero para nosotros es clave que los políticos no estén en una burbuja sino que vivan como vive la mayoría de gente. Necesitamos que a los políticos les duela los problemas de la gente. Pero algunos están más cerca de los sillones que de la gente.

Julián López-Milla

Cabeza de lista por Alicante del PSOE

«Hay que exigir la devolución con una penalización»

Exclusivamente, aquéllos con una finalidad institucional y con límites estrictos sobre su importe. Por ejemplo, si un Conseller se desplaza a Bruselas para una tarea propia de su cargo, el viaje debe limitarse al mínimo de días, realizarse en clase turista y el alojamiento en hotel modesto. No debe pagarse con dinero público ningún gasto personal, y en caso de que se descubriera, exigir la devolución cobrando una penalización y evitar duplicidades, como que un conseller vaya a Madrid con vehículo oficial y conductor.

Marta Martín

Cabeza de lista por Alicante de Ciudadanos

«Algunos miran a otro lado por un trayecto de 400 euros en taxi»

Sólo gastos laborales contemplados y autorizados por el reglamento establecido por las instituciones para las que se trabaje y del grupo parlamentario al que se pertenezca. Y aquí hay grupos parlamentarios como el mío, austeros y diligentes, que cuando detectan una posible irregularidad actúan de inmediato y otros que miran hacia otro lado ante, por ejemplo, gastos de 400 € en un trayecto de taxi. Hay quienes lo ven todo normal o quienes convierten al partido en cómplice para evitar costes electorales.