Eran las 13:30 horas del mediodía de ayer y la zona acotada de Luceros empezaba a llenarse de políticos con más ganas de cháchara por el asunto Fernando Sepulcre que de pólvora. Y es que el verdadero terremoto informativo, convertido en comidilla del día entre los asistentes, corría ayer como la pólvora y sonaba como una gran traca media hora antes de que el señor pirotécnic diera comienzo a la mascletà.

No había un solo cargo público que ayer no hablara en el recinto restringido del abandono por parte de Fernando Sepulcre de su partido, Ciudadanos, a una semana de la elecciones del domingo.

Y como no podía ser de otra manera, motivó las declaraciones del portavoz de C's en el Ayuntamiento de Alicante, José Luis Cifuentes -que dijo, rojo del nervio y del calor, que Sepulcre se había ido por la puerta de atrás sin aprovechar el momento para dar explicaciones sobre los gastos en gasolina y revisión del coche-; del alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, que sacó a la palestra el mismo caso de Nerea Belmonte con Podemos, y del vicealcalde Miguel Ángel Pavón, quien tildó de «vergüenza» que no abandonara el acta.

El protagonista apareció como si nada, pero consciente de todo lo que se hablaba a su alrededor, en torno a las 13:45, con una sonrisa en la cara. Y dando la mano al alcalde Echávarri. Aguantando el tipo estaba, junto a Cifuentes, el grupo municipal de C's casi al completo -Vicente Buades, Jannete Giraldo y Juan Francisco Escudero- así como la cabeza de lista de Ciudadanos por Alicante, Marta Martín.

La coyuntura de agitación en Ciudadanos fue bien aprovechada por el vicesecretario de Organización del PP, Fernando Martínez Maíllo, quien presenció la mascletà junto a la presidenta regional del PP, Isabel Bonig. Maíllo hizo campaña contra el voto a la formación naranja, no sin antes avisar de que igual no era el mejor momento para hacer Política al estar justo Alicante celebrando sus fiestas grandes y, más concretamente, a diez minutos de empezar la mascletá. Y dicho esto, se arrancó por un baile de frases por el voto útil y terminó haciendo campaña: «El voto a C's significa dispersar, dividir el voto moderado, cuando el PP es la única formación que puede garantizar progreso para esta tierra», por lo que es «útil y sensato que el ciudadano moderado dé su voto al Partido Popular».

Entre los populares, junto a Martínez Maíllo e Isabel Boning, se pudo ver ayer a otros cargos orgánicos del PP como a la secretaria regional del PP, Eva Ortiz; y al presidente provincial, José Císcar. La cúpula autonómica y provincial al completo. Y los ediles fijos (Carlos Castillo y Luis Barcala) y la senadora fija (Asunción Sánchez Zaplana), candidata al Senado por el PP.

Entre los ediles del PSOE se encontraba, acompañándoles, el exportavoz del grupo socialista en el Ayuntamiento de Alicante, Roque Moreno.

Quienes también tuvieron visita desde Elche fueron los concejales y diputados provinciales de Compromís, a los que pudo verse acompañados de los ediles de esta formación en Elche, que justo decidieron desafiar al alcalde de la ciudad anfitriona un día después de que éste dijera en un «tuit» que es «antielchero». «Fue una metedura de pata. Pedir disculpas le honra, pero lo importante es que los dos ayuntamientos colaboren», dijo ayer minutos antes de la mascletà la portavoz de Compromís en el consistorio ilicitano, Mireia Mollà. Los diputados provinciales de esta formación, Gerard Fullana y José Manuel Penalva, también estuvieron presentes, aunque no se vio a su tercer diputado, Luis Pastor.

Lo que no se vio durante la jornada es presencia de candidatos al Congreso de los Diputados. Al margen de Martín, de Ciudadanos, que no se pierde una mascletà, los cabeza de lista por Alicante no se dejaron caer ayer por la plaza de los Luceros.