El gran sorpasso puede estar más próximo en el tiempo de lo que muchos pensaban. A una semana de distancia, según los resultados de la encuesta realizada por Invest Group para INFORMACIÓN y Levante-EMV. La alianza entre Compromís, Podemos y Esquerra Unida se situaría como la fuerza más votada en la Comunidad Valenciana en las elecciones generales del próximo domingo, de acuerdo con estos datos. Alcanzaría un 31,3 % de las papeletas, cifra que mejoraría la suma de los resultados de diciembre pasado, cuando EU se presentó al margen del binomio Compromís-Podemos. La confluencia de izquierdas superaría al PP en apoyo, ya que los populares obtendrían el 30,2% de las papeletas. El escenario pronosticado en el sondeo de Invest Group es revolucionario en la Comunidad, donde el PP es la primera fuerza en todos los comicios desde el año 1993.

Con todo, quedaría por comprobar si el vuelco electoral se traduce también en diputados. La encuesta, elaborada para INFORMACIÓN y Levante-EMV a partir de 750 entrevistas entre el 31 de mayo y el 7 de junio con un margen de error del 3,65 %, deja las opciones abiertas al otorgar una horquilla de entre diez y once escaños tanto a la coalición bautizada como A la Valenciana como también al PP.

Compromís-Podemos obtuvo nueve en las elecciones del 20-D, frente a los once del PP. Los resultados de los populares son de los que permiten una doble lectura: por un lado, los hoy liderados por Isabel Bonig frenan la soberana caída registrada en el mes de diciembre (de veinte escaños valencianos en el Congreso de los Diputados bajó a once); pero por otro, no consiguen repuntar, bajarían ligeramente en voto e incluso podrían perder un escaño más.

Los socialistas, por su parte, podrían salvar la camisa, a la vista del sondeo. Este les concede un diputado más con respecto a los resultados de las generales de hace seis meses (de siete pasaría a ocho parlamentarios) y una estimación de voto del 23,6% (en diciembre no alcanzaron el 20%). La conclusión sería similar a la apuntada sobre el PP: el dato es positivo comparado con el de diciembre, pero no con respecto a las elecciones de 2011 (obtuvo diez diputados y el 26,7% de las papeletas).

Paso atrás de Ciudadanos

La encuesta augura asimismo un retroceso electoral de Ciudadanos. La formación que lidera Albert Rivera daría un paso atrás en la Comunidad, donde ha registrado fuertes tensiones internas en las últimas semanas con diferentes sensibilidades en pugna por el mando. Perdería un diputado y cuatro puntos de apoyo popular (del 15,8 al 11,8%). El estudio realizado por Invest Group traslada a cifras el porqué del énfasis puesto por los principales partidos en Alicante durante esta campaña. Es en esta circunscripción donde PP y A la Valenciana se disputarían un escaño. La diferencia en ambos casos está en repetir el resultado de diciembre (cuatro obtuvo PP y tres, Compromís-Podemos) o ganar un diputado una de las dos formaciones. Los socialistas se mantendrían con tres y Ciudadanos perdería uno de sus dos diputados.

Valencia es la provincia donde está en juego un escaño más con respecto al 20-D: de quince se pasa a 16 en detrimento de León. Según Invest Group, la izquierda afianzaría su posición dominante, ya que tanto A la Valenciana como también el PSPV ganarían un diputado (llegarían a seis y a cuatro, respectivamente), mientras que PP perdería uno (bajaría a cuatro) y Ciudadanos no se movería (dos).

Esta sería la circunscripción de marcado dominio de la confluencia de Compromís, Podemos y EU. En Alicante, el liderazgo se lo disputaría con el PP, que en Castelló continuaría como primera opción para los electores. El pronóstico es que en esta provincia se repitan los últimos resultados: dos escaños para el PP y los tres restantes, uno para cada una de las distintas formaciones. La brecha entre A la Valenciana y el PP es más importante en intención directa de voto. O sea, en los resultados puros a la pregunta al encuestado sobre a quién votaría de realizarse hoy elecciones. La estimación de voto toma como base la intención, pero corrige el resultado al introducir otras variables sociológicas importantes, como la cifra de quienes no tienen claro su voto o experiencias anteriores. Así, el resultado sin cocina sociológica, da cuatro puntos de ventaja a la coalición de izquierdas en la Comunidad: 24% frente a 20,2% del PP.

Es la tendencia que se observa en los últimos sondeos publicados a nivel estatal, que sitúan a los de Pablo Iglesias por delante del PP en intención directa de voto, si bien con una ventaja mínima. Esa es la diferencia con la encuesta para la Comunidad Valenciana de INFORMACIÓN y Levante-EMV. El peso de Compromís explicaría esa mayor distancia de la confluencia.

Un 20 % de indecisos

Un dato fundamental en la intención de voto es el de quienes no manifiestan su voto. Suman casi el 20 % de los encuestados (uno de cada cinco). No obstante, en octubre pasado, fecha del anterior barómetro de Invest Group, el índice de indecisos era del 33,1%. Por contra, ahora aumentan ligeramente quienes declaran abiertamente que van a abstenerse, votar en blanco o nulo. Son un 10% de los encuestados en total. Mientras la coalición A la Valenciana se dispara en intención de voto y el PP ve crecer sus expectativas (de un 18% en el sondeo de octubre a un 20,2% ahora), los socialistas y Ciudadanos, por contra, se resienten. Los de Pedro Sánchez se sitúan en un 15,4 % en la Comunidad Valenciana (16,6 en octubre), un porcentaje muy similar al que le conceden para el conjunto de España otros estudios sociológicos. Lo mismo sucede con Ciudadanos, que desciende en intención directa de voto hasta el 9,4 % (11,8 % hace ocho meses), un margen en el que se está moviendo en esta variable en otras encuestas.

De nuevo, la circunscripción de Valencia es donde la alianza de Compromís, Podemos y EU está más fuerte si se pone el foco en intención directa de voto (27,2 %). PP y PSOE, en cambio, alcanzan mejores resultados en Alicante. La diferencia entre provincias de los populares en intención directa de voto son significativas: en Alicante se alza hasta el 24,8 % y en Valencia no pasa del 15,9.

La encuesta también pone negro sobre blanco el cansancio de la ciudadanía en estas nuevas elecciones. La intención de ir a las urnas en siete días es importante: más de tres cuartas partes de los entrevistados (77,4%) asegura que lo hará. Pero cuando Invest Group formuló la misma pregunta en octubre de 2015, el porcentaje para esta respuesta era del 82,3%. En la práctica, posteriormente, el índice de participación se quedó sólo en el 76 %.