Ximo Puig y Susana Díaz tienen una sintonía personal que viene de lejos y que los ha solido situar en el mismo lado en batallas internas del PSOE. En las últimas semanas han discrepado por culpa de Podemos y sus confluencias. Mientras la presidenta andaluza se apoya en Ciudadanos para gobernar, el valenciano cohabita con Compromís y, en parte, con Podemos. Ayer aparcaron esas diferencias estratégicas para renovar su alianza. Ambos hicieron piña a menos de una semana para las elecciones generales y en un momento delicado para los socialistas. Básicamente, porque no salen favorecido en ninguna encuesta. Es más, los sondeos vaticinan una caída aún mayor a la que ya registraron el 20D.

Si el foco cuando Susana Díaz estuvo en Valencia en febrero de este año fue la deuda histórica, ayer, en Almería, a la reivindicación de una mejor financiación de las dos comunidades se unió la del Corredor Mediterráneo.

Con el respaldo de Andalucía a esta infraestructura, Puig cierra el círculo de pactos con las comunidades implicadas. Empezó con la de Murcia, gobernada por el PP. Continuó con Cataluña hace pocas semanas, en la visita que realizó al presidente Carles Puigdemont en Barcelona, y ayer culminó con Díaz en su territorio. Entre medias, se ha reunido también con el primer gobernante aragonés y compañero de partido para unir fuerzas en la mejora de las vías de comunicación.

Es «absolutamente vergonzoso» que las autonomías del arco mediterráneo sigan teniendo que reivindicar el Corredor Mediterráneo como una exigencia «cuando debería de estar perfectamente asumida por el Gobierno Central», dijo Ximo Puig tras su encuentro con Díaz, que fue seguido de una reunión con medio centenar de empresarios, entre los que se encontraban representantes de Anecoop, Servigroup y Cajamar, compañías de la Comunidad o muy relacionadas con el tejido empresarial valenciano, como la citada entidad financiera.

La Comunidad, añadió el jefe del Consell, «debe ser un aliado de Andalucía para lograr que entre todos podamos dar el empujón definitivo» al Corredor. Así, pidió que el próximo domingo «seamos conscientes a la hora de votar de que esta infraestructura no puede ser otra legislatura más una asignatura pendiente».

Puig subrayó las críticas al PP y al Gobierno de Mariano de Rajoy sobre el Corredor Mediterráneo. es «una desgracia que se encuentre mayor receptividad en Bruselas que en Madrid respecto a esta cuestión», lamentó.

Ximo Puig recordó cifras: por el arco mediterráneo pasa el 52% de las exportaciones nacionales, dijo, «con la pérdida de oportunidades y de empleo que implica el abandono total al que lo ha sometido el PP».

Susana Díaz incidió en la financiación autonómica. «La primera tarea tras el 26J será la del nuevo modelo, que garantice una financiación equitativa, justa y acorde», afirmó.

Ximo Puig remató que con el actual modelo de financiación «hay unas comunidades claramente perjudicadas», que son Andalucía y la Comunidad Valenciana. La primera, «incluso más por su dimensión» y la segunda, por una «infrafinanciación histórica».