El varapalo que sufrió Pedro Sánchez tras los comicios del 20D, con dos votaciones perdidas en el Congreso para su investidura, sitúa ahora al PSOE en un dilema. Una vez descartada por activa y por pasiva la oferta de gran coalición que propugna el PP, a los socialistas se les abren dos posibilidades. Una, mantener su entente con Ciudadanos (C's) e intentar lograr la abstención de otras fuerzas. Problema: esa vía es una quimera.

Y dos, dejar de lado a la formación de Albert Rivera y tratar de sellar un acuerdo con Unidos Podemos y los nacionalistas para conformar un gobierno eminentemente de izquierdas. Problema: es posible que la formación de Pablo Iglesias dé el «sorpasso» tras confluir con Izquierda Unida, rebase a los socialistas en votos y escaños, reclame para sí la Presidencia y, para colmo, mantenga intacta su exigencia de celebrar un referéndum en Cataluña. En síntesis, al PSOE le quedarían dos alternativas: abstenerse y favorecer un gobierno del PP o ceder y pactar con Iglesias.

Estas perspectivas dejan a Pedro Sánchez con la duda de cómo maniobrar. Ahora bien, ¿qué opinan algunos de los dirigentes socialistas más destacados de la provincia y los candidatos del PSOE al 26J? ¿Prefieren a Pablo Iglesias o a Albert Rivera? Existe disparidad de criterios. En un aspecto sí coinciden todos: la gran coalición que plantean los populares y en la que este miércoles por la noche insistió José Manuel García-Margallo en el debate de Información TV está descartada al cien por cien. «Es imposible», resumió ayer el cabeza de cartel socialista por la provincia, Julián López Milla.

A los que no cerró la puerta el número uno al Congreso por Alicante fue a C's y a Unidos Podemos. «Debemos llegar a acuerdos no sólo con partidos afines, sino también con los que mantienen posturas diferentes», resumió para referirse a la formación de Rivera. «Pero también soy partidario de formar un gobierno de izquierdas. Siempre que los números han sumado hemos apostado por ello, como en los ayuntamientos de Valencia, Madrid, Barcelona, Alicante, Elche...», agregó. En resumen, López Milla apela al diálogo con ambas fuerzas.

Su número dos en la candidatura para la Cámara Baja, la alcoyana Patricia Blanquer, prefiere no mentar ni a unos ni a otros. Recalca que lo primero que se debe hacer es «hablar de programa y propuestas», aunque deja entrever que con ambas formaciones. «Debemos negociar para que se produzca un Gobierno que cambie las políticas del PP», sostuvo ayer instantes después de mantener un acto de campaña junto a la aspirante al Senado Encarna Llinares.

El último diputado electo por Alicante y cuyo escaño queda ahora en el aire tras la confluencia entre Compromís-Podemos y EU es Herick Campos. El dirigente de La Vila tampoco mentó a las formaciones de Rivera e Iglesias y ni tan siquiera habló de ejecutivo de izquierdas. Prefirió utilizar la expresión «gobierno progresista».

Pero... ¿C's es progresista? El secretario provincial del PSPV en Alicante, David Cerdán, entiende que no. De todos los cargos institucionales y orgánicos socialistas consultados ayer por este diario, Cerdán fue el único que abogó de manera abierta por dejar al partido naranja de lado para apostar de manera decidida por un pacto postelectoral con Unidos Podemos. «A mí me gustaría un pacto de izquierdas. Ciudadanos quedaría fuera porque es un partido de derechas», proclamó.

Otros cargos socialistas consultados, por el contrario, son partidarios de dialogar tanto con C's como con el partido que lidera Iglesias. Entre ellos, el alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, que comparte gobierno en la capital con Compromís y Guanyar (EU). «Tenemos que sentarnos a hablar con todo el mundo, excepto el PP», resumió.

La diputada autonómica y exlideresa provincial del PSPV Ana Barceló se postuló en términos similares: «Debemos hablar con los de un lado y otro». La respuesta al dilema, tras el 26J.