Los cuatro candidatos de la provincia también abordaron ayer en el debate en Información TV aspectos de vital importancia para la provincia. Valoraron los datos de desempleo, plasmaron propuestas para reactivar la economía, coincidieron en reclamar un nuevo modelo de financiación autonómica... y, cómo no, hablaron de corrupción. Mientras el aspirante del PP, José Manuel García-Margallo, tildó de «deleznable» cualquier caso de saqueo del erario público, los otros tres aspirantes le recordaron la multitud de casos que han salpicado a los populares durante los últimos años. Hubo referencias implícitas a Sonia Castedo, Gerardo Camps -a éste por sus polémicos gastos en comidas y desplazamientos para actos de partido-, al caso Gürtel y a la presunta financiación irregular del PP. Esta última, por cierto, porque Margallo la puso en bandeja. En el segundo bloque del debate, el ministro en funciones espetó a Rita Bosaho: «¿Puede garantizar que Podemos no se ha financiado con dinero de Venezuela e Irán?». La dirigente de la formación morada le respondió que no y proclamó que es una «vergüenza» que los populares «hayan hecho de la corrupción un modelo de gobierno». Bosaho cifró entonces en 7.000 millones el «agujero» que se ha producido en España por las prácticas corruptas, mientras García-Margallo multiplicó esa cifra en Venezuela.

El expolio que sufre la Comunidad con el modelo de financiación autonómica también abarcó ayer una parte importante del debate. Julián López realizó una concisa radiografía sobre el actual sistema de reparto de fondos e incidió en que se tendría que haber revisado en 2014. Margallo recordó entonces que el PP se opuso a ese modelo impulsado en época de Zapatero, Bosaho no llegó a concretar su propuesta, mientras que Martín se desenvolvió con soltura. Exigió al Gobierno que tenga en cuenta la población flotante de la Comunidad y censuró el frenazo en la llegada de dinero de los fondos de cohesión territorial y el de suficiencia, aunque a la vez lanzó un aviso al Consell: «dejen ya la política plañidera de que España nos roba». Tras un tenso debate, los cuatro terminaron aceptando que el sistema es dañino para los intereses valencianos.

Otro de los puntos «calientes» del debate llegó con una guerra de números. Mientras García-Margallo sacó pecho de la recuperación y de las políticas implementadas por el PP, los otros tres candidatos ofrecieron guarismos distintos. Además, Bosaho y López Milla se comprometieron a derogar la reforma laboral, y Martín a revisarla.