La campaña para la repetición de las Elecciones Generales arrancó el pasado viernes con una lucha fratricida por cada voto en juego que se prolongará hasta el 24 de junio, día de San Juan y, esa noche, arranque de la jornada de reflexión. Esa pugna entre las principales fuerzas, con la vista puesta en el próximo 26 de junio, también se traslada a las redes sociales, una vía de captación de votos ya asentada dentro de la estrategia puesta en marcha por todas las formaciones políticas.

Durante los días de precampaña, los cabeza de lista por Alicante ya fueron intensificado su presencia en las redes sociales, sobre todo actualizando sus respectivos perfiles con una frecuencia mayor a la habitual. Todos salvo uno: el cabeza de lista por el PP, el ministro en funciones José Manuel García-Margallo, sigue sin dar el paso de «entrar» en Twitter ni en Facebook. Así, el «peso» electoral de los populares alicantinos durante estas semanas, y las dos que restan hasta el 26-J, gira en torno a los perfiles de otros miembros de la lista y de los espacios propios del PP provincial, donde hasta la fecha la presencia del propio García-Margallo ha sido casi testimonial.

Entre las novedades que se han visto en estas últimas semanas, después de conocerse que la repetición de las Elecciones Generales iba a ser ya una realidad, ha sido la proliferación de vídeos en directo entre los candidatos y sus partidos. La famosa aplicación «Periscope» -puesta de moda por el barcelonista Gerard Piqué- se ha convertido en una vía alternativa a las usadas hasta el momento en la estrategia política en España. De los candidatos alicantinos, la cabeza de lista de Ciudadanos, Marta Martín, ha sido la primera en lanzarse al universo «Periscope». La aspirante empezó compartiendo vídeos con otros líderes de su partido y ahora ya los protagoniza en solitario. Entre sus apariciones iniciales, destaca la que hizo con el presidente de la formación naranja, Albert Rivera, durante su reciente visita a la provincia con paradas en Elche y Elda. Ahora ya «vuela» sola en una aplicación que ha entrado con fuerza en Ciudadanos.

A horas del inicio de la campaña electoral, Marta Martín compartió una actualización a través de Periscope con sus más de 3.500 seguidores en Twitter, mientras realizaba un viaje en tren. Esa misma noche subió otro vídeo durante la simbólica pegada de carteles. La candidata de Ciudadanos «lucha» con Rita Bosaho, la cabeza de lista de «A la valenciana» -coalición compuesta por Compromís, Podemos y Esquerra Unida-, por ser la aspirante alicantina con más seguidores en la red del pajarito azul. Eso sí, Martín Llaguno ha publicado quince veces más mensajes (6.900 frente a 450) que una de sus rivales políticas.

Cuadros de perfil

Por ahora, Bosaho se mantiene como una de las pocas aspirantes de «A la valenciana» que no ha «customizado» su foto de perfil en las redes sociales. La mayoría de sus compañeros de Compromís, Podemos o Esquerra Unida ha cambiado su habitual imagen por una especie de marco de un cuadro que envuelve la foto habitual. Esta novedad, que tiene como principales objetivo dar a conocer la imagen corporativa de la nueva coalición (en las anteriores Elecciones Generales, Esquerra Unida concurrió en solitario). Candidatos como el propio número dos de la lista por Alicante, Ignasi Candela, o el líder de Compromís en la capital alicantina, Natxo Bellido, ya presumen de logo en sus perfiles sociales. Y es que todo ayuda para dar a conocer la nueva marca electoral.

Bosaho, es cierto, tampoco es especialmente activa en las redes sociales. Actualiza con cierta frecuencia, pero nada parecido al ritmo que marca la candidata de Ciudadanos en la provincia y que intenta seguir, a distancia, el cabeza de lista socialista, Julián López Milla, que durante los últimos días ha preferido informar a sus seguidores de su periplo por la provincia, dejando constancia de cada visita que realizaba, aunque desde un perfil más clásico.

Así, los cabeza de lista por la provincia se mueven entre el uso del Periscope -una de las últimas novedades asumidas por los partidos en sus estrategias políticas- y el silencio más absoluto que «propone» García-Margallo, ajeno por completo a las redes sociales.