Ha llegado recientemente de Venezuela pero todavía hay ciudadanos que no entienden el objetivo de su viaje en plena precampaña...

El Congreso de los Diputados de Venezuela, por decirlo de alguna manera para que la gente lo entienda, aunque no se llama así, me invitó a intervenir en una convención política como líder internacional y acepté, pero como es un país que no respeta demasiado los derechos y las libertades por el gobierno de Maduro se montó la polémica porque no me querían dejar entrar ni siquiera a dar una conferencia en la Asamblea Nacional. Para mí fue un orgullo participar y dar nuestra visión como españoles, por un lado de la ayuda humanitaria que queremos prestar a Venezuela y de medicamentos; defender la libertad de los líderes políticos que no se pueden presentar en las listas porque Maduro les ha metido en la cárcel y para defender el respeto a la Constitución venezolana y a ese revocatorio que pide allí la mayoría del pueblo. Lo que sí me ha sorprendido es que algunos partidos que se han pasado años visitando Venezuela, dando clases en Venezuela, formándose en Venezuela y financiándose del goierno de Chávez, como Podemos, les moleste que por primera vez alguien pise el país donde cobraron dinero, y que esa vinculación con la ideología de Chavez de la sucursal del régimen chavista en España, como es Podemos, haya provocado la polémica.

¿Qué va a cambiar en Ciudadanos durante la próxima campaña electoral?

Le he estado dando muchas vueltas a lo que ha pasado estos meses y tenemos que hacer una reflexión. Es verdad que Ciudadanos ha intentado formar gobierno, es verdad que hemos sido el partido más dialogante -hemos hablado con PP, PSOE e incluso con Podemos- pero no hemos sido capaces de tirar hacia adelante, cada uno con su responsabilidad. Es verdad que teníamos menos escaños que otros, pero quiero asumir en primera persona lo que otros no asumen. Me parece que quedarse en un rincón sin hacer nada durante cuatro meses como ha hecho Rajoy y decirle que no al Rey, o la actitud de Pablo Iglesias de dinamitar cualquier cambio en el país no ha sido responsable. Vamos a hacer una campaña en defensa del cambio y modernización de España para no seguir atascados y aprovechar las oportunidades que nos brinda el país. Para ello se necesita un gobierno que crea en el futuro de España. Pero hay que cambiar a mejor, ya que hay alternativas como Podemos que a mi juicio es cambiar a peor. Nos jugamos mucho en estas elecciones. Tenemos que movilizar a la gente que permita que el país cambie de forma sensata y que se modernice sin romper lo bueno que hemos ganado en los últimos cuarenta años.

Está usted hoy en una comunidad salpicada por la corrupción, cuna de la trama Gürtel, mordidas, financiación irregular del PP, caso Brugal, y podría seguir, pero donde el PP mantiene nombres como Rita Barberá o Gerardo Camps a pesar de los escándalos. Con ese panorama, ¿piensa en un pacto con Rajoy?

No. De hecho lo que estoy planteando es que exista un nuevo gobierno en España. Precisamente creo que para poner en marcha un nuevo gobierno hace falta que la gente confíe en él y por eso tiene que haber nuevas personas, nuevas políticas y regeneración. España no se va a poner en marcha si no hay regeneración política, no solo para nosotros, sino para la inmensa mayoría de españoles. Y me atrevería a decir que la mayoría de los votantes de Rajoy también quieren regeneración democrática, pero no tienen la oportunidad de poder cambiar mecanismos y tomar decisiones en su propio partido. Pero estoy convencido de que el cambio político que estamos pidiendo en la educación, en las políticas públicas, en la economía para hacerla más moderna, en la administración o en la Justicia no se va a poner en marcha si la gente no confía en el gobierno. Creo que la corrupción ha salpicado a muchos gobiernos municipales, autonómicos, también a diputaciones, pero sobre todo hay una sospecha sobre el gobierno de España respecto a esa financiación ilegal a través de mordidas de esos famosos papeles de Bárcenas. Así que creo que el futuro gobierno de España no tiene que excluir a nadie de entrada, pero sí tiene que ser un gobierno que se tome muy en serio la regeneración.

¿Y teniendo en cuenta esa regeneración pactaría con Rajoy?

Es que el problema es que el PP y PSOE no se regeneran. Tampoco se podría pactar con el PSOE con todos los casos de corrupción que tienen. Mire ahora con Chaves y Griñán, les hemos tenido que echar nosotros de sus escaños porque algunos aún les defienden. Hace un año Ciudadanos consiguió que Chaves y Griñán dejaran su escaño y se defendieran en primera instancia y no fueran aforados. Nos dijeron que fuimos muy beligerantes, muy exigentes, pero creo que hoy muchos agradecen que no se sienten en un escaño y no sean aforados. Y eso lo ha conseguido Ciudadanos, no lo ha logrado ni PP ni PSOE. Creo que PP y PSOE durante cuarenta años han hecho cosas buenas y malas pero es evidente que las mochilas de corrupción y clientelismo político que tienen y la falta de libertad les impiden que el país mejore. Por eso es bueno que entremos en el gobierno y tirar del carro, sin cortapisas, con las manos libres y limpias para que los viejos partidos se pongan las pilas.

¿Afectará el reciente procesamiento de Chaves y Griñán a un posible pacto con el PSOE?

Por suerte no afecta gracias al Pacto Anticorrupción. Ciudadanos no puede limpiar lo que han hecho PP y PSOE en 35 años, pero sí puede evitar que los que tienen sospecha de corrupción se vayan a su casa o a la Justicia. Llegamos hace un año a la política nacional y hay una cosa muy buena que está pasando: cuando hay un caso de corrupción en una comunidad autónoma o municipio en manos de un gobierno de Ciudadanos la gente ya no mira al Gobierno sino a Ciudadanos. Y nos pregunta qué vais a hacer. Hemos logrado que la gente confíe en nosotros, sabe que no nos va a temblar el pulso a la hora de aplicar un pacto anticorrupción. Hemos logrado que donde había un problema, como la corrupción, haya por lo menos una vara de medir, un criterio, que nos permita sacar de la política a los que están bajo la sospecha.

¿A qué no está dispuesto?

A que todo siga igual. Si el PP el PSOE no asumen que hay muchas cosas que reformar, Ciudadanos no podrá llegar a acuerdos. Pero si entonan el «mea culpa» y se autoenmiendan podremos sentarnos con ellos a dialogar. Pero la condición fundamental es que el país se tiene que volver a levantar.

En Murcia las cosas también se han puesto feas para el PP al pedir la Guardia Civil la imputación de su presidente por malversación. ¿Qué piensa de que un político pague con fondos públicos una campaña de limpieza de su imagen en las redes sociales?

Me parece mal. Y nosotros ahí hemos sido muy claros porque está por escrito. El propio presidente de la Región de Murcia firmó que si un cargo público del PP o de Ciudadanos u otro tenía una imputación por corrupción política tenía que dejar su cargo, dejar de ser aforado y defenderse en primera instancia. Es una de las cláusulas de ese pacto en la Región de Murcia y por tanto si el presidente fuera imputado tendría que abandonar su cargo.

¿Sigue siendo la supresión de las diputaciones un eje central de su programa?

Tenemos 200 reformas que acordamos en su día para poder gobernar y vamos a tener prácticamente 300 y ese es un punto más. Pero sí es verdad que antes de meter la tijera en Sanidad o Educación como propone otra vez el PP, antes que ajustar las políticas educativas que son el futuro de España o la sanidad de familias que no se pueden pagar un tratamiento de cáncer, estoy convencido de que muchos ciudadanos entienden que es mejor suprimir entes duplicados. Eso sí, garantizando la prestación de servicios a los municipios de menos de 20.000 habitantes que tienen que tener apoyo del Estado. Una cosa es apoyar a los pequeños municipios y otra tener estructuras duplicadas donde seis de cada diez euros se pierden no en servicios, sino en administración y cargos políticos. Es evidente que cuando se puso en marcha el modelo autonómico nos olvidamos de reestructurar la administración pública y se solaparon funciones. Las comunidades pueden hacer algunos de esos servicios y los ciudadanos seguro que agradecerán que el recorte de 5.000 millones que supone la reforma de la administración pública que proponemos vaya a garantizar servicios como la sanidad o educación.

¿Entonces está de acuerdo con los decretos del presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, que recortan las competencias de las diputaciones en materia turística y deportiva?

Esto no se trata de arreglarlo con parches ni con batallas entre administraciones. Lo que hay que hacer es ser valiente, proponer las cosas y llevarlas a cabo. Soy consciente de que reformar la administración pública española ni se hace en dos días ni con un decreto, ni se hace con unos contra otros. Me he reunido recientemente con emprendedores de startups y si escuchas toda la burocracia que tienen que hacer para poner en marcha una empresa comprendes por qué a uno se le quitan las ganas de haceerlo o por qué se van a otros países. Hay que suprimir trámites y burocracia. Hoy en día con la tecnología podemos hacer administraciones más ágiles para el empresario y espero contar con el PSOE y el PP para, en vez de seguir haciendo recortes en Sanidad y Educación, tengamos una administración pública eficiente. No tiene sentido que la batalla sea Generalitat Valenciana contra diputaciones. Lo que hay que hacer es reformar y ser valiente.

¿Sigue pensando que la Comunidad Valenciana no tiene un problema de financiación?

Es que yo no dije eso. Lo que quiero decir es que con la crisis todas las comunidades autónomas están infrafinanciadas, pero eso no significa que haya una batalla entre unos y otros, sino que es un mal sistema de financiación y hay que cambiarlo. De hecho somos el único partido que ha presentado en el Parlamento la proposición de ley para poner en marcha la comisión que reforme la ley de financiación autonómica. Porque es evidente que es un sistema opaco con cuatro fondos comunes que no funcionan, que se da la paradoja de que algunas comunidades no pueden financiar los servicios públicos, y ese es es un debate que el PP no ha querido abordar. Me hace gracia que un partido con mayoría absoluta no haya tocado ni una coma de esa ley.

¿Qué haría usted?

Yo ya la hubiera reformado. Si Ciudadanos llega al gobierno habrá una nueva ley de financiación autonómica para los españoles, también para los valencianos. Pero no desde un debate histórico identitario, sino desde un debate del cuánto. Cuánto cuesta la educación, la sanidad, cuánto cuesta en la Comunidad Valenciana la población flotante que hay por el turismo sanitario o la gente que viene de vacaciones. Hay que calcular bien los sobrecostes que tienen algunas comunidades, porque se soporta un coste sanitario seguramente mucho mayor en Alicante que en otras partes de España en verano y eso es lo que tiene que tener en cuenta una buena ley de financiación, y no estar tirándonos los números a la cabeza.