Ni Natxo Bellido ni Miguel Ángel Pavón quieren más poder, o eso es lo que declaran públicamente, tras los resultados de las elecciones generales del domingo en Alicante que revelan el desgaste del PSOE también en la ciudad, donde en siete meses han pasado de obtener el 20,29% de los votos al 19,03%. Los dos socios de gobierno del alcalde socialista Gabriel Echávarri se ciñen al pacto a tres bandas que firmaron tras las municipales de mayo que, de momento, coinciden, no se toca. El Ayuntamiento seguirá, por tanto, tal cual, pese a que ayer en los pasillos y corrillos se comentaba cómo cambiarían las cosas si se extrapolaran los resultados del domingo al ámbito municipal: el PP recuperaría dos concejales y podría gobernar con Ciudadanos.

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Pero eso es ficción. Gobierna el tripartito que comanda Gabriel Echávarri, quien ayer abundó en que los tres tienen un acuerdo firmado el 12 de junio y «ese acuerdo es el que el PSOE va a respetar. No nos movemos según sopla el viento», dijo.

El vicealcalde, Miguel Ángel Pavón, que ascendió al gobierno por Guanyar, coalición de IU y Podemos en las municipales, dijo que las elecciones nacionales tienen sus peculiaridades y que no son extrapolables al ámbito local. «Las municipales fueron cuando fueron, hace seis meses. El resultado fue el que fue y en base a ellos se acordó un pacto de gobierno y el reparto de responsabilidades, y así seguirá en principio». Pavón, que en la anterior legislatura formó parte de Esquerra Unida y que para el 20D hizo campaña para UP-EU al no alcanzar un acuerdo con Podemos-Compromís, no eludió hablar de lo mal que les fue el domingo. «El resultado es el que es. Ellos han acaparado el voto útil de la izquierda alternativa. Me habría gustado que IU también hubiera formado parte de esa candidatura a nivel autonómico y estatal pero Pablo Iglesias cerró la puerta». Pavón opina que queda probado que las candidaturas de unidad popular obtienen los mejores resultados, que el camino es confluir y que Guanyar Alacant tiene vocación de permanencia.

El más expresivo fue Natxo Bellido, portavoz del tripartito, «con una sonrisa como la de Compromís», dijo en referencia al logo de su formación, que ha mejorado sus resultados respecto a junio también en Alicante, consolidándose, dijo, el cambio político que se fraguó el 24 de mayo en todo el País Valenciano. «Nos limitamos a seguir trabajando con la misma humildad y ganas que lo estamos haciendo dentro de la coalición de gobierno en el Ayuntamiento», señaló Bellido, quien, a la pregunta de si se plantea pedir al alcalde más delegaciones o con más peso, respondió que «somos muy responsables con el cambio de gobierno que se produjo en mayo y de momento no vamos a plantear nada en este sentido. Seguiremos comprometidos con este equipo de gobierno, con el pacto suscrito con PSOE y Guanyar, trabajando para que el cambio se note, con el objetivo de ganar en el futuro las elecciones municipales para poder gobernar en solitario o con otras formaciones porque los gobiernos plurales son fantásticos».

La popular Asunción Sánchez Zaplana se mostró feliz porque el 20D «hemos ganado en la ciudad de Alicante. Nos han votado más de 55.000 personas frente a las 38.500 de mayo», señaló, congratulándose de haber recuperado casi 17.000 votos en siete meses y de haber duplicado la distancia con el PSOE, que tiene ahora 22.000 votos menos, dijo. La edil destacó que extrapolando resultados tendrían 10 concejales y podrían gobernar con Ciudadanos, e incidió en que Pavón se quedaría fuera del Ayuntamiento «porque Compromís-Podemos no es lo mismo que Guanyar». Los resultados del domingo, opinó, revelan que el tripartito no funciona y que es «más que evidente que los alicantinos no le han dado su respaldo».

José Luis Cifuentes, de Ciudadanos, incidió en que los votos del domingo pueden plantear algún tipo de cuestión interna en el tripartito por los malos resultados de IU (Guanyar), «que parece tener un exceso de representación. Pavón tiene más atribuciones de las que parece que le da la ciudadanía, están sobrerepresentados, pero eso es una cuestión que tendrá que resolver el propio tripartito».