La tensa relación entre la Generalitat y la Diputación de Alicante está lejos de encauzarse. Ayer, una vez más, volvió a evidenciarse la distancia que separa a ambas administraciones. Esta vez, con la «XarxaLlibres» como telón de fondo. El Ejecutivo valenciano remitió una nota de prensa a los medios de comunicación en la que informaba que había sellado el acuerdo con la institución provincial para que participe en el programa de ayuda a los libros de texto. La sorpresa llegó con la foto que envió el Consell. Y es que a diferencia de los dos convenios con las diputaciones de Valencia y Castellón, en las que sí estamparon su rúbrica sus presidentes en actos conjuntos, con la de Alicante no se ha dado esa circunstancia. ¿Por qué? Porque la Diputación ha esquivado esa imagen. César Sánchez firmó los documentos y los remitió a Valencia, donde el Consell los rubricó ayer.