La «experiencia» de la que alardea el PP frente a la pulsión de cambio que abanderan el resto de las principales fuerzas políticas. Así se cerró anoche en la provincia la campaña electoral más disputada que se recuerda desde la Transición para el reparto de los 12 diputados al Congreso y cuatro senadores que corresponden a esta circunscripción en las elecciones de mañana. La presencia de dos «primeros espadas» en Valencia -Mariano Rajoy y Pablo Iglesias- condicionó el cierre de los populares y Compromís-Podemos para centrarse en la capital autonómica, mientras que los socialistas, Ciudadanos y Unitat Popular-Esquerra Unida (UP-EU) optaron por un programa de actos de menos envergadura repartidos por la provincia.

Después de dos largas semanas de intensa actividad electoral, los últimos mensajes del esprint final recalcaron las mismas «ideas fuerza» de la campaña. En síntesis, los populares se presentan como garantía de la continuidad de la recuperación económica experimentada en los dos últimos años, al tiempo que alertan de una posible alianza entre PSOE y Podemos tras el 20D. Por su parte, los socialistas no descartan que el «Pacte del Botànic» se pudiera trasladar al Congreso de los Diputados e insisten en el «voto útil» de la izquierda para sacar a Rajoy de La Moncloa.

Compromís-Podemos ya habla de un «tiempo nuevo» para la política en el que no tendrán cabida «ni el bipartidismo, ni la corrupción», en tanto que Ciudadanos apuesta por «un cambio sensato de centro» y llama a la participación en las urnas, conscientes de que un bajo índice de votantes perjudica sus opciones. Finalmente, UP-EU recalcó que su opción es el «verdadero freno» frente a «la vieja y la nueva derecha» en esta «segunda transición».

Volcada con Rajoy tras el convulso final de campaña de su presidente por la agresión de Pontevedra y el bronco debate televisivo con Pedro Sánchez, la candidatura popular que encabeza José Manuel García-Margallo arropó a su líder nacional en el mitin del Museo de las Ciencias de Valencia. «Es para nosotros un honor que el presidente Rajoy elija la Comunidad para su último día antes del cierre definitivo en Madrid», explicaron desde la dirección provincial del PP.

Sin descuidar las instituciones y la oposición en las Cortes, el vicesecretario regional de los populares, José Juan Zaplana, acusó al presidente de la Generalitat, el socialista Ximo Puig, de «engañar» a los ciudadanos, ya que está convencido de que no cumplirá su promesa de eliminar el copago farmacéutico a los pensionistas y discapacitados. Zaplana tildó el anuncio de Puig de «medidas electoralistas» con las que «engañan a dos días de las elecciones».

Además del mitin central de Valencia, el PP insistió en sus «actos de proximidad y cercanía» con el reparto de propaganda en mercados y otros lugares públicos.

En el tramo final de esta campaña, García-Margallo se ha esforzado en advertir de un posible acuerdo post-electoral entre los socialistas y Podemos: «Me preocupa que el PSOE de Pedro Sánchez esté dispuesto a pactar con un partido que apoya un referéndum de secesión de Cataluña». El también ministro de Exteriores pasará hoy la jornada de reflexión en su casa de Xàbia antes de desplazarse mañana a Madrid para votar, de modo que no podrá votarse a sí mismo y su papeleta será la que encabeza Rajoy.

Por su parte, el PSOE ha llegado al cierre de campaña reanimado tras el «cara a cara» televisivo, del que su candidato Pedro Sánchez salió fortalecido, pese al cruce de insultos con Rajoy. El cabeza de lista por Alicante, Julián López Milla, recalcó ayer que «las buenas sensaciones» van en aumento entre los socialistas «porque la gente ya tiene claro que el domingo se vota; además de las compras navideñas, las vacaciones de los niños y la lotería, el día 20 se decide quién va a gobernar en España y la gente lo detecta».

López Milla aprecia un «clamor mayoritario» para que Rajoy no continúe como presidente y reitera que el PSOE puede liderar diferentes escenarios para una alternativa de gobierno al PP. Ayer mismo vio con buenos ojos la posibilidad de que el «Pacte del Botànic» para la Generalitat se traslade a la Carrera de San Jerónimo con un hipotético acuerdo entre Pedro Sánchez y el líder de Podemos Pablo Iglesias. «Tenemos un candidato», añadió el cabeza de lista por Alicante, «que ha mejorado en valoración porque le dijo a Rajoy lo que mucha gente quería oír».

López Milla cerró su primera campaña como candidato con una visita matinal a un mercadillo de Crevillent y por la tarde participó en un acto en el polideportivo de Virgen del Carmen, de Alicante, antes de bajar al centro para repartir folletos por la avenida de Maisonnave. «La sensación es positiva y el escenario final, favorable», se ilusiona.

Compromís-Podemos de Alicante también volcó ayer buena parte de sus esfuerzos en el mitin de cierre de campaña protagonizado en el pabellón de la Fuente de San Luis de Valencia por Pablo Iglesias y Mónica Oltra.

Reactivados en la última semana por las encuestas -las hay que les sitúan en segundo lugar tras el PP-, varios cargos públicos del Ayuntamiento arroparon ayer a la cabeza de lista, Rita Bosaho, en un sencillo acto en el Raval Roig, en el que la candidata vaticinó que las urnas abrirán paso mañana a «un tiempo nuevo» para la política española, «que supondrá el final del bipartidismo y de la corrupción».

La coalición puso ayer fin a una campaña dual en la que Podemos -de la mano de Iglesias- ha cargado las tintas contra la corrupción, mientras que Compromís -al compás de Mónica Oltra- ha manejado más claves autonómicas para presentar el 20D como una segunda vuelta de las autonómicas que la llevaron al Consell de la Generalitat.

Convencidos de que «la remontada» frente al PSOE es posible y dotando a sus mensajes políticos de mayor carga sentimental, los miembros de Podemos en Alicante recalcaron ayer que éste «es el momento, el ahora o nunca, el colofón de cuatro años de pelear desde muchos puntos del Estado contra una filosofía, una forma de entender la política», la del bipartidismo, «que vive sus últimos momentos».

Por el contrario, los últimos días de la campaña parecen haber restado algo de fuelle a Ciudadanos, que ayer eligió el Hogar del Pensionista de La Vila Joiosa para la clausura. «Se ha demostrado que existe otra forma de hacer política», resaltó la cabeza de lista Marta Martín, «como hemos demostrado ya con una campaña limpia, de buen tono y basada en las propuestas y muy alejada de las descalificaciones y los insultos».

A pesar de las encuestas desfavorables de la última semana y del rechazo general a una de sus «propuestas estrella» como la fusión voluntaria de los municipios de menos de 5.000 habitantes, Martín está convencida de que las elecciones de mañana van a deparar «una sorpresa» favorable para el partido naranja. «Nosotros somos la opción de un cambio sensato y de centro frente a otras propuestas extremistas y de ruptura; y la gente se ha dado cuenta de que se puede gobernar con los mismos principios que hemos demostrado en la campaña», destacó la candidata, que hizo una llamada a la participación en las urnas. Ciudadanos teme que un bajo índice de votantes perjudique sus opciones.

Finalmente, Unitat Popular-Esquerra Unida cerró su campaña con actos del cabeza de lista, David Rodríguez, en Monforte del Cid por la mañana y en el colegio Giner de los Ríos de Elche por la tarde, junto al número tres de su lista Vicent Selva y la diputada provincial Raquel Pérez. UP-EU también organizó como colofón en Alicante un debate sobre políticas de igualdad. «Llamamos a todos los progresistas de izquierdas a que apoyen a UP-EU como salida a la crisis y punto final a esta situación de emergencia», destacó Rodríguez. «Somos el verdadero voto útil de la izquierda para evitar que las nuevas y viejas derechas sigan gobernando», añadió el candidato, que resaltó la importancia de las elecciones de mañana «como una segunda transición para sentar el nuevo marco legal para nuestros hijos y nietos».