Alto y guapo, Pedro Sánchez es indudablemente un hombre atractivo, algo que «en igualdad de condiciones ayuda al candidato» en palabras de Sonia El Hakim quien considera, por contra, que «tiene un estilo algo artificial. Muchas veces, cuado los vemos sin oírlo, los voz nos suena un poco acartonada, como si estuviera actuando, y esa falta de naturalidad que tiene en ocasiones le resta empatía con el electorado. A la gente nos gusta ver emociones y naturalidad». La experta en comunicación no verbal cree, sin embargo, que Sánchez gana mucho cuando se relaja y que en algunos programas de entretenimiento en televisión en los que ha participado, «se le ha visto más distendido y más cercano, lo que le beneficia porque lo humaniza. Creo que sus asesores le hacen ensayar mucho para que resulte lo más natural posible». Igualmente en el cara a cara del lunes con Rajoy, Pedro Sánchez, desde el punto de vista de la comunicación no verbal estuvo más natural que en debates anteriores y obviamente, más agresivo. La analista ha señalado que ofreció numerosas expresiones faciales de ira, como las arrugas verticales en el entrecejo, y expresiones de tristeza.

Con respecto a su sonrisa, El Hakim considera que «a veces es impostada, algo que se vio mucho en el debate a cuatro, y es que utilizaba la sonrisa para ocultar emociones negativas, y en esa ocasión abusó de ello quizá debido a los nervios». En el cara a cara con Rajoy también usó el recurso de la sonrisa fingida pero con menor frecuencia.

En el estudio de la Universidad Camilo José Cela en el que medio centenar de expertos en comunicación opinan sobre la imagen y percepción ciudadana de los principales candidatos, a Pedro Sánchez se le da una nota de 5.7. Los analistas creen que sus puntos fuertes son la imagen, al considerar que su aspecto y su lenguaje no verbal son fortalezas del candidato, y también recibe un aprobado en honestidad y credibilidad.