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Julián López Milla

«El PSOE es la única opción para sacar a Rajoy de La Moncloa»

El socialista mantiene el discurso que da a su partido la única alternativa de cambio real tras el 20D

Julián López Milla

Le supongo satisfecho con el desarrollo del «cara a cara» entre Pedro Sánchez y Mariano Rajoy...

Estoy contento porque Pedro Sánchez llevó la iniciativa durante todo el debate, que supuso la presentación de una alternativa a cuatro años para el olvido. Además, Rajoy quedó como la metáfora perfecta de esos cuatro años. Nuestro candidato demostró su capacidad para ser presidente del Gobierno y unir a la sociedad española para conseguir los grandes objetivos de la próxima legislatura: reactivación económica, reforma de la Constitución y de las normas de convivencia, lucha contra la corrupción y recuperación de todos los servicios públicos perdidos con el PP.

¿Por qué el voto útil de la izquierda que reclaman con tanta insistencia debe ir al PSOE?

Porque el Partido Socialista es el único que en estos momentos tiene la capacidad de aglutinar el voto del descontento con las políticas de Mariano Rajoy; de hacerlo recogiendo apoyos en ámbitos muy diversos, desde el centro-izquierda a la izquierda; y porque somos un partido que cuando ha gobernado ha sabido desarrollar el Estado del bienestar y poner en marcha esas políticas que ahora alguna izquierda recién llegada reivindica, pero que fuimos nosotros quienes las pusimos en marcha.

Varias campañas después, ¿se ha reeditado «la pinza» de derecha e izquierda contra los socialistas? En este caso entre Ciudadanos y Podemos...

Lo que hay es una coincidencia de intereses entre Podemos, Ciudadanos y el Partido Popular. El PP sabe que en estos momentos la única opción para sacar a Rajoy de La Moncloa es el PSOE y, por tanto, les interesa cualquier cosa que suponga debilitar a los socialistas. Al mismo tiempo, Ciudadanos y Podemos saben que el PSOE, precisamente por su capacidad para aglutinar apoyos en ámbitos muy diversos del electorado, es un objetivo electoral. Al PP le interesa desgastar a la única alternativa real de gobierno y Ciudadanos es un partido de derecha que quiere presentarse como moderado. A su vez, Podemos es de extrema izquierda y quiere presentarse como moderado. Los tres piensan que pueden captar sus votos en el PSOE.

No dan abasto ustedes en esta campaña... Tienen que evitar fugas de votos a babor y estribor... Es un poco estresante, ¿no?

Sí, eso le ocurre a partidos como el nuestro que están construidos sobre la base de aglutinar electorados muy dispares, de diversas clases sociales, que van desde ideologías claramente identificadas con la izquierda hasta otras más moderadas, fronterizas con el centro político. Es verdad que está siendo una campaña muy difícil y probablemente las campañas en España van a cambiar mucho. Ésta está siendo ya muy diferente. Al final nosotros tenemos marca, somos reconocibles y podemos haber cometido errores, pero muchas veces los errores tienen también sus ventajas porque te enseñan a rectificar y a hacer las cosas mejor. Otros es verdad que no han cometido errores y están en una postura muy cómoda y, al mismo tiempo, plantean que se tenga en ellos una fe ciega. Nosotros no planteamos a nadie ni que olvide nuestros errores, que los tenemos como cualquier partido que ha gobernado, ni que tenga una fe ciega en nosotros. No somos un experimento, no acabamos de llegar y, por tanto, podemos ofrecer esa imagen de seriedad y solvencia que ahora mismo hace falta.

¿Qué errores cree que ha cometido el PSOE para que esté en discusión su tradicional hegemonía en la izquierda española?

Al Gobierno de Rodríguez Zapatero le tocó gestionar la crisis más grave desde los años 20 del siglo pasado en un contexto en el que la mayoría de los gobiernos europeos eran conservadores, que querían imponer soluciones conservadoras a la crisis económica. Es verdad que el Gobierno socialista trató de resistirse en un primer momento a esas soluciones y que le faltó la capacidad para explicar a la sociedad española el reto al que se enfrentaba.

¿Y en qué falló entonces el Ejecutivo de Zapatero?

Creo que transmitió demasiado optimismo sobre la capacidad que un gobierno tiene para hacer frente a una crisis global cuando la mayoría de los gobiernos europeos son conservadores y no te dejan hacer la política que tú quieres para afrontar esa crisis global. Eso fue un error y por ello luego no se entendió bien el cambio de política económica que decidió el gobierno socialista en 2010 impulsado por los vientos conservadores de la UE. Al Gobierno de Zapatero ese año no le pasó nada diferente de lo que le ha pasado al de Siriza en Grecia. Lo que ocurre es que el contexto ahora ha cambiado mucho. Entonces el escenario era depresivo, de crisis, de caídas generalizadas en los mercados, mientras que el gobierno griego gestiona la situación actual en un contexto internacional de recuperación, como le pasa a Rajoy. La economía mundial no se ha recuperado gracias a Tsipras o Rajoy, sino que ambos se benefician de un contexto económico que ya lo hubiera querido para sí Zapatero en 2010 o 2011.

Las encuestas no les auguran nada bueno este domingo...

Los estudios dicen que el PP podría ser la primera fuerza, pero, al mismo tiempo, no dejan claro lo que puede ocurrir en el resto del escenario. Parece que el PSOE se erige como la gran alternativa al PP y es segundo, pero me gustaría resaltar el elevado volumen de indecisos, que pueden incluso haber aumentado en los últimos días. Con los márgenes tan pequeños entre los partidos que ofrecen esas encuestas y la elevada indecisión está totalmente abierto el panorama y existe la posibilidad de aglutinar el voto del cambio en torno al PSOE. Si eso ocurre, no descarto ningún escenario; incluso una victoria clara de los socialistas.

De modo que confía en que la alta indecisión les ayude a derrotar a las encuestas...

Las encuestas más favorables para el PP sobre el PSOE hablan de márgenes de sólo seis o siete puntos. Y hablamos de porcentajes de indecisos del 40 por ciento y de fuerzas que, al margen del PP y el PSOE, aglutinan un porcentaje de voto muy elevado. Es aún perfectamente posible nuestra victoria.

¿Cree que Podemos está en condiciones de arrebatarle al PSOE el liderazgo de la izquierda? Aquí en la Comunidad parece más cerca...

Aquí es que Podemos va con Compromís. La coalición les ha permitido seguramente sumar apoyos. Veremos qué ocurre porque aquí los porcentajes de indecisos son tan altos como en el resto de España y los márgenes que dan las encuestas son muy reducidos. Podemos nunca le arrebatará al PSOE el liderazgo de la izquierda porque es un invento que tiene su origen en su buen resultado de las Europeas, pero en los últimos meses ha querido mostrarse como algo que no es. Podemos presentó un programa de izquierda muy extremista hace sólo un año y ha querido reinventarse en los últimos meses con otro más moderado y cercano al tradicional del PSOE. Desde el extremismo no se pueden construir liderazgos.

¿Le preocupa que un posible mal resultado del PSOE en la provincia y la Comunidad pudiera afectar a la estabilidad del Consell o a otros acuerdos de gobierno como los de Alicante y Elche?

No, porque son elecciones diferentes. En las anteriores, Compromís y Podemos no fueron capaces de llegar a un acuerdo y se juzgaba la gestión en la Generalitat, mientras que ahora se juzga la de Rajoy. Hablamos de escenarios completamente diferentes. Además, en la Generalitat tenemos un acuerdo de gobierno, el del Botánico, que se cumple de manera satisfactoria y no preveo la posibilidad de que se produzcan deslealtades en el marco de ese acuerdo. Y en el Ayuntamiento de Alicante, pues algo parecido. Su gobierno se sustenta en el acuerdo de tres fuerzas -PSOE, Compromís y Guanyar- y yo no veo ningún riesgo para ese acuerdo.

¿Lo puede pasar mal Pedro Sánchez como líder de Ferraz si no logra el domingo el resultado esperado; es decir, si no llega a presidente del Gobierno?

Quiero recordar que Sánchez es el primer líder socialista que ha sido elegido por sufragio de todos los militantes. Es la expresión y el avance de la democracia interna en el PSOE. Eso ya le da un valor añadido como líder del partido. Además, Pedro apenas lleva un año y medio al frente del PSOE; ha tenido poco tiempo para construir su proyecto, pero en ese periodo ha avanzado mucho y ha sido capaz de constituirse como líder del partido, en una referencia, en una metáfora incluso de lo que es el cambio en el PSOE. Por tanto, tiene bien echadas las raíces como líder. Como no creo que el resultado del domingo vaya a ser malo, su futuro es la presidencia del Gobierno.

¿En qué se diferencia el cambio que preconizan ustedes del que también prometen Ciudadanos y Podemos?

Ciudadanos es una formación conservadora y aquí en Alicante han recalado en ella antiguos dirigentes del PP. Nuestro cambio no es neoliberal, ni de centro-derecha. Podemos plantea un cambio desde el extremismo de izquierdas. Nuestra opción es la de un cambio moderado basado en la seguridad de lo que es gobernar porque ya lo hemos hecho. No proponemos un salto en el vacío, ni políticas conservadoras. Planteamos volver a recuperar la sanidad y la educación públicas, las prestaciones por desempleo, las ayudas a la dependencia, las políticas de igualdad y lucha contra la violencia de género... Reconstruir todas esas políticas que el PP ha demolido. Podemos y Ciudadanos no han cometido errores, pero tampoco tenemos ninguna prueba de su capacidad porque no tienen experiencia de gobierno.

¿Vale todo con tal de echar a Rajoy y el PP del poder? Me refiero a un hipotético pacto entre ustedes, Podemos y Ciudadanos.

No vale todo para echar a Rajoy como tampoco valía para echar a Fabra de la Generalitat o para evitar que el PP conservara la Alcaldía de Alicante. En todos estos casos hubo una opción mayoritaria alternativa al PP que fue el PSOE y este partido siempre ha demostrado una enorme capacidad de diálogo y consenso. Somos radicalmente diferentes al PP del inmovilismo, que lleva cuatro años negándose a hablar con el resto de fuerzas, que abusa de su mayoría y aprueba recortes sin acuerdo. Desde el liderazgo seremos capaces de llegar a acuerdos de gobierno en Madrid igual que en la Generalitat y algunos ayuntamientos. No descarto que si Sánchez saca un escaño más que Rajoy pueda gobernar en solitario con apoyos concretos.

¿Es éste el fin del bipartidismo?¿Quién tiene la culpa?

Según las encuestas, sí parece que, al menos, estamos ante su debilitamiento. Vivimos tiempos de crisis económica, pero también social, institucional y política. Y en estos momentos hay cambios. Para las nuevas fuerzas es muy fácil señalar los errores de los que ya estábamos, como a nosotros nos podría resultar muy fácil señalar la inexperiencia de aquellos que dicen que nunca han cometido errores.

¿Cómo lleva la refriega de la campaña? No se le ve incómodo...

[Risas]. Va a días. No soy dado a polemizar, ni me gusta la polémica gratuita. No me gustan los debates escandalosos en televisión, ni la idea genial del último momento. Me cuesta adaptarme a la política del twitter, en la que los mensajes se tienen que simplificar; la realidad es mucho más compleja. Trato de adaptarme porque el éxito está en la capacidad de adaptarse a los cambios.

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