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Pedro Sánchez

«En lo único que no ha recortado el PP es en corrupción»

«Ahora ya sabemos por qué a Rajoy no le gusta debatir. Se vio ante el espejo y perdió los papeles»

Pedro Sánchez Fotos de germán caballero

Aquí hay poco «glamour». Iluminación, la justa, y decorado minimalista sin diseño. En crudo. Una sala pequeña, híbrida entre vestuario y lavabo, de estética ochentera. En ese rincón del ala oeste del pabellón de la Font de Sant Lluís de Valencia se desarrolla la entrevista con el exalero de Estudiantes Pedro Sánchez (Madrid, 1972), el candidato socialista que afronta su partido más decisivo en esta campaña. Ha cortado el besamanos de dirigentes y candidatos del PSPV en la habitación de al lado para ocupar la silla destartalada, fuera de foco y con el último botón del corsé de asesores y estrategas asfixiantes desabrochado.

Es domingo, 13 de diciembre. Ecuador de la campaña. Faltan 19 minutos para las 12. La hora en la que ha de saltar al parqué donde el Valencia Basket sigue imbatido. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, insufla ánimos e invoca la baraca del equipo que es «taronja» mucho antes que Rivera. El aspirante del PSOE, el primer secretario general elegido por el voto directo de los militantes (un 13 de julio de 2014 y luego bendecido en un congreso) necesita encadenar varios triples para recuperar fuelle en la carrera electoral. En la víspera del «cara a cara» con Mariano Rajoy, quizás su pensamiento estaba en limar la bala de plata bañada de corrupción, grabada con las iniciales L.B. , que al día siguiente iba a disparar al corazón del presidente y que obligó ayer a actualizar esta entrevista con dos preguntas exprés. Enfila el pasillo que da acceso a la cancha para recibir un chute de moral de 8.000 almas que llenan el recinto en el mitin más multitudinario de su campaña. Suena el himno socialista y el gigante palo de selfie con cámara televisiva incorporada empieza a bailar por el pabellón. Comienza la liturgia mitinera.

A estas alturas de la campaña, ¿firmaría ser segundo, garantizar la segunda plaza?

El 70% de la población quiere cambio y si la mayoría lo quiere lo que no podemos hacer es dividir a la mayoría porque eso sería frenar el cambio. El voto al Partido Socialista es el voto para que gane la mayoría y por eso si empujamos todos, el próximo 20 de diciembre el PSOE será la primera fuerza.

¿Con qué resultado usted presentaría la dimisión?

Me conmueve el interés de la prensa por mi futuro, pero, honestamente, el futuro que a mí me interesa y por el que trabajo es el de España. El voto del domingo es decisivo, no ya para los próximos cuatro años, sino para las próximas generaciones y, por tanto, necesitamos afianzar una recuperación que sea justa, que llegue a todos. Debemos reconstruir el Estado del Bienestar y como tercera prioridad, hay que devolver la decencia a la política. En eso trabajaré.

Habla de las futuras generaciones. ¿Por qué el voto joven ha abandonado al PSOE?

Bueno, depende de en qué franjas. En los primeros votantes somos la primera fuerza según todos los sondeos. Hemos renovado en un 70% las listas. El 50% de las cabeceras en las 52 circunscripciones son mujeres. Somos el partido que más se parece a España.

En 20 segundos, ¿con qué argumento pediría el voto a un joven cara a cara?

Oportunidades. Si pusimos en pie la España de los derechos y las libertades con Felipe y con José Luis, yo seré el que hará posible la España de las oportunidades. Oportunidad significa «no» a la explotación laboral, no a los contratos de becarios, que son contratos que en vez de usarse para aprender, se utilizan para trabajar. Se trata de ofrecer oportunidades con justicia.

Recibe ataques por la herencia económica de Zapatero. ¿Ha explotado poco los logros en derechos civiles?

He reivindicado que el PSOE levantó el Estado del Bienestar y modernizó la economía. No todo lo habremos hecho bien, pero todas las cosas que se han hecho bien en nuestro país llevan el sello del Partido Socialista.

En la primera parte de la campaña, ¿ha arremetido poco contra el PP por la corrupción?

El Partido Popular ha demostrado que lo único en lo que no ha recortado es en la corrupción.

Da la sensación de que su partido no se está movilizando lo suficiente para arroparle a usted.

Claro que sí. Dese cuenta de que yo fui elegido en un proceso de primarias en el que participaron 140.000 militantes y yo me siento muy agradecido y acompañado.

¿Considera que hasta el ecuador de la campaña le ha faltado bastante colmillo?

Pues igual me falta colmillo, pero me sobran propuestas, decencia y futuro, que creo que es lo que necesita nuestro país y de lo que carece el Partido Popular.

El «cara a cara» era para usted una aparición mariana, la última oportunidad para salvarse. ¿Cree que se ha producido el milagro de movilizar a indecisos a su favor o recuperar antiguos votantes?

El milagro fue que viniera al debate. Ahora sabemos por qué no le gusta debatir. Rajoy se vio ante el espejo y perdió los papeles. Sólo le dije lo que la mayoría de españoles piensa y ya era hora que lo escuchara.

Pasó de un tono institucional a llamar «indecente» a Mariano Rajoy a la cara. ¿Teme que se le haya ido la mano y pueda perder electorado de centro?

Se lo repito. Como candidato del PSOE me sentí muy orgulloso de representar a esa mayoría de españoles que piensa que España merece unas instituciones limpias. Le hice las preguntas que se hacen muchos españoles y nunca ha contestado. Expuse una legislatura de mentiras, como que no hubo rescate. Pude explicar las propuestas del programa socialista. A Rajoy no se escucharon argumentos convincentes para defender su nefasta gestión.

¿Por qué ha tardado tanto en percatarse de que Podemos es un intento de refundar el PSOE?

Niego la mayor. Cuando Pablo Iglesias dice que su referente político es Julio Anguita, yo pienso ¡cuánta razón tiene! Podemos pide el voto para ganar al PSOE y Ciudadanos, para gobernar con el PP y el único partido que pide el voto para poner fin a cuatro años de desigualdad y corrupción es el Partido Socialista. Hoy, votar al PSOE es votar por el cambio y no hacerlo es permitir que Mariano Rajoy siga cuatro años más en el Gobierno.

¿No cree que Podemos ha virado hacia la socialdemocracia y le ha robado espacio al PSOE?

Pablo Iglesias dijo que el cambio empezaba en Grecia. Con eso está dicho todo. Y no hay que irse a Grecia. Sólo hay que mirar allí donde gobierna la izquierda de Podemos, por ejemplo en el Ayuntamiento de Cádiz. Piden con una mano dinero a los bancos y con la otra impulsan iniciativas para hacer una quita y calificar de ilegítima la deuda municipal. Frente a esa izquierda del postureo, somos la que garantiza un cambio seguro. Donde gobernamos, como ha hecho el Consell, paralizamos desahucios del parque público de vivienda, aumentamos las becas de comedor escolar y universalizamos la sanidad pública. Somos una izquierda que gobierna el presente para transformar el futuro y la otra es la de la protesta pero no la de la propuesta. Esa es la vieja izquierda, que quiere dividir a la izquierda. Pablo Iglesias salió de Izquierda Unida y vuelve a su lugar natural, a ocupar el espacio de IU.

Es curioso que Pablo Iglesias y usted se ataquen, cuando el PSOE y Podemos tienen un pacto para gobernar la Generalitat.

No, no, es al revés. Aquí hay un frente antiPSOE de Rajoy, Rivera e Iglesias, un tridente. Porque hay dos partidos que se han resignado a que gane el PP y uno que no, que es el PSOE. La única opción de cambio razonable y progresista es el PSOE y lo otro es regalar a Rajoy cuatro años más. Por tanto, esa pregunta habrá que hacérsela a Mònica Oltra, que ha elegido como socios de coalición a quienes critican al partido que desde el Consell ha recuperado la universalidad de la sanidad pública. Una Generalitat que está impulsando la educación pública y que demanda una mejor financiación para la Comunitat Valenciana que yo me comprometo a aprobar.

Desde que era candidato a liderar el PSOE promete acabar con la discriminación valenciana en materia de financiación. A ver si al final no va a poder cumplir.

Por supuesto que sí. Porque las oportunidades y la igualdad no es entre territorios, es entre personas. Y cuando hablamos de financiación estamos hablando de sanidad, educación, servicios sociales, todo aquello que ha recortado el PP que, insisto, ha recortado en todo menos en corrupción y en Valencia lo saben ustedes muy bien.

¿Teme que el resultado, si Compromís-Podemos supera al PSPV, le pueda pasar factura a Ximo Puig y que le pidan replantear el pacto del Consell?

No creo, es un pacto estable, progresista, que está haciendo buenas cosas en la Comunitat Valenciana y planteando a Madrid reivindicaciones justas. Y lo más importante es que Ximo Puig está gobernando para todos los valencianos, mientras que el PP sólo gobernaba para los suyos. Ese tiempo de concordia y de igualdad lo está liderando un buen socialista y eso ha de durar.

¿Se siente perjudicado por el bipartidismo mediático de Atresmedia y Mediaset, instalado en este sistema de telecracia?

No, lo que perjudica a la democracia es que Mariano Rajoy no haya acudido a dos de los tres debates. Yo al final acepté ir al «cara a cara» con él porque no queda otro remedio. Él no ha querido debatir con más candidatos. Yo, a diferencia de él, he debatido ya con todos los demás candidatos.

Entonces, ¿se siente bien tratado por las televisiones?

Diré que...[sonríe]..diré que [sigue sonriendo], que la televisión pública merece recuperar la pluralidad y la independencia que tuvo en tiempos de gobiernos socialistas y que hoy ha perdido.

¿Ser demasiado guapo perjudica a un candidato porque pueden pensar que es de plástico?

¿Lo dice por experiencia propia suya? [ríe]. Lo importante es que hemos renovado el proyecto con una nueva generación de gente...

No se escape.

A ver cómo se lo digo...A mí cuando me dicen guapo, si lo dicen con buenas intenciones...

Pero, ¿no es como cuando de forma machista se decía que las rubias tenían que demostrar que no eran de plástico e insípidas?

Fíjese lo que les pasa muchas veces a las mujeres, que cuando llegan a altas responsabilidades muchas veces hay un machismo que identifica al que viste bien o el atractivo físico... En fin, esas cosas hay que dejarlas a un lado.

Entonces, ¿por qué dijo usted que Pablo Iglesias no tenía «pinta de presidente»? ¿Qué pinta ha de tener un presidente?

Lo que dije es que Pablo Iglesias ha renunciado a ganar las elecciones. Es más que evidente por lo que dice y al final a quien está atacando es al PSOE, mientras yo cuestiono a Rajoy y al PP. Pablo Iglesias pide el voto para dividir a la izquierda, a la única que puede ganarle a Rajoy.

¿Entonces para ser presidente no es necesario llevar traje ni ninguna indumentaria especial?

No, no...Insisto, yo hablaba por los mensajes, porque lo único que está haciendo es criticar al PSOE. Me da pena que una persona de izquierdas, o que se dice de izquierdas, lo único que hace es atacar al único partido de izquierdas que puede ganar a la derecha.

¿Qué dicen sus últimos «trackings» diarios de intención de voto? Y no vale mentir.

Estamos en un empate técnico con el PP. Vamos a ganar las elecciones. Hoy, el voto útil al PSOE es más útil que nunca.

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