«Lo peor que podríamos hacer es volver al pasado o apostar por la gente que existe desde hace un cuarto de hora». Con estas palabras, el presidente del Gobierno y el candidato del Partido Popular a La Moncloa, Mariano Rajoy, reclamó ayer durante su mitin en Orihuela que dejen gobernar al PP en solitario y rechazó cualquier coalición entre partidos. «No queremos un tripartito, no queremos incertidumbre», clamó el líder popular.

Su parada en la provincia en pleno maratón electoral que llega ya a su ecuador contó con el respaldo del presidente provincial del PP José Císcar; el presidente de la Diputación, César Sánchez; la presidenta del PP en la Comunidad Valenciana, Isabel Bonig, y el alcalde del PP de Orihuela, Emilio Bascuñana junto a numerosos diputados, concejales y parlamentarios populares. Así, arropado por unos 2.000 militantes en el histórico feudo del PP, el cabeza de lista expresó que su partido concurre a las elecciones del 20 de diciembre «para ganar y gobernar, y no para un tripartito», y defendió que sea investido «el que gane las elecciones porque eso es lo que quiere la gente». En esta línea, el máximo representante del PP insistió más de una vez al público concentrado en la Glorieta Gabriel Miró en la importancia de «no volver atrás o hacer experimentos. Lo peor ya ha pasado y todavía tenemos mucho margen para mejorar».

Más adelante, Mariano Rajoy focalizó en la capital de la Vega Baja los cuatro grandes objetivos del ejecutivo nacional en caso de gobernar en la próxima legislatura. La creación de empleo, la atención a las personas, la unidad de España y la lucha contra el terrorismo son los ejes sobre los que Rajoy centró su mitin ante los oriolanos. El candidato lanzó su principal prioridad en caso de volver a la Moncloa: la lucha contra el paro. «Tenemos que acabar con el desempleo, el reto es crear 500.000 puestos de trabajo anuales y primar los contratos indefinidos sobre los temporales».

Atender a las personas, la sanidad, la educación, la seguridad social y las pensiones fue el segundo gran grupo sobre el que líder del PP quiso dedicar su atención. Rajoy tampoco olvidó la necesidad de defender la unidad Española. «Nadie puede quitarnos una parte de nuestro país», clamó ante el caluroso aplauso de su público concentrado al aire libre en una fría noche. Así, la lucha contra el terrorismo cerró la enumeración de objetivos prioritarios del Partido Popular. «Siempre ha sido una gran preocupación y los españoles hemos demostrado ser un ejemplo en la lucha contra el terrorismo. Ahora se ha complicado en todo el mundo, pero seguiremos dando la batalla», apuntó el presidente del Gobierno.

En su discurso, que comenzó con una hora de retraso por el atentado en Kabul, el cabeza de lista del PP también tuvo promesas para la provincia y se comprometió a apostar por un modelo de financiación «justo para todos». Rajoy tomó nota de las reivindicaciones que le hicieron sus compañeros de partido antes de iniciar su parlamento y también se detuvo en el agua. «Conozco bien el problema de agua y haré lo que está en mis manos para resolver un asunto que lleva muchos años sin resolver», afirmó. Además, prometió la llegada de la Alta Velocidad a Murcia y del corredor del Mediterráneo.

Herencia recibida

El líder popular tampoco quiso parar por alto la herencia recibida y recordó «la difícil situación» que se encontraron en el año 2011, cuando «no fue nada fácil». Ante ello, el máximo representante del PP volvió a recordar que «ahora lo peor que se podría hacer como pueblo y país es volver atrás, a las viejas ideas trasnochadas que nos llevaron donde nos llevaron». Tras dedicar un repaso al cambio económico de los últimos cuatro años, el presidente del Gobierno, reconoció que «ha sido una etapa dura. Hubo que tomar muchas decisiones difíciles». Pero precisó que frente al «cambio» que dicen pedir algunos, «el de verdad es el que se ha producido desde el final de 2011 a la fecha de hoy, ya que se ha pasado de destruir 1.500 empleos diarios a crear 1.400».

Antes del esperado parlamento de Rajoy en la capital de la Vega Baja, el alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana fue el primero en tomar la palabra para pedir al candidato popular agua, empleo, mejores comunicaciones, la parada del AVE y el Patrimonio de la Humanidad para la localidad. En la misma línea y con similar fugacidad, el presidente provincial, José Císcar, calificó a Rajoy como el «presidente de la recuperación y el presidente del agua». A su vez, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo y cabeza de lista por Alicante también se comprometió a cumplir con las reivindicaciones de los alicantinos y por una financiación «digna y que no discrimine a la provincia».