Torrevieja acogió ayer el acto en conmemoración del Día de la Constitución en una de las citas más arraigadas en la Vega Baja en torno a la Carta Magna. Antes de realizar la tradicional entrega de las banderas de España a los centros de Enseñanza y de izarla en la Plaza de la Constitución, el primer edil aprovechó su discurso para pedir una reforma en el texto que considera necesaria para «adaptarnos al presente y al futuro», pues «el pueblo y las necesidades cambian, no podemos ceñirnos a una norma que no permite avanzar». Dicho cambio, añadió Dolón, debe pasar por escuchar las necesidades del pueblo y sus demandas, para que sea una reforma de consenso y no como la que tuvo lugar, en opinión del alcalde, en 2011, «cuando con casi nocturnidad y alevosía los dos partidos mayoritarios de entonces (PP y PSOE), decidieron modificar el artículo 135, estableciendo el concepto de estabilidad presupuestaria y la prioridad absoluta del pago de la deuda pública en los presupuestos generales, sin enmienda o modificación posible».

Dolón quiso también recordar, al actual Ejecutivo del gobierno Central y al que vendrá tras las elecciones del 20-D, que «hay que respetar la voluntad de los españoles, hay que escucharles y los políticos, que tenemos la responsabilidad de ejecutar sus deseos, debemos ser coherentes y flexibles», una frase que si bien no lo mencionó directamente sería aplicable al independentismo catalán, uno de los mayores problemas a los que se enfrenta el Gobierno Central en estos momentos.

El alcalde fue más allá apuntando que «no podemos caer en el error de creernos que estamos por encima del pueblo, no podemos decidir sin que la ciudadanía rubrique nuestro trabajo, y no hablo de un respaldo en unas elecciones, porque eso no nos da carta blanca para hacer lo que queramos, ni tan siquiera durante cuatro años, hablo de consenso político en las instituciones y en la calle y de referéndum ante cualquier decisión que nos afecte a todos».

Para realizar todos estos cambios, Dolón pidió que se realicen «con la misma inteligencia y valor que en 1978. Porque estamos hablando de derechos y obligaciones y para lograr la convivencia es imprescindible plasmar en ellos la voluntad de todos, de la más amplia mayoría». Precisamente, del trabajo realizado por los padres de la Constitución, afirmó sentirse «muy orgulloso del gran valor que tuvieron para encontrar puntos en común».