Fin del bipartidismo, panorama de pactos, encuesta del CIS, indecisión, incertidumbre, volatilidad del voto... El vocabulario político dominante en estas duodécimas elecciones generales desde la Transición fue ayer ampliamente compartido por los cinco principales candidatos al Congreso por la provincia. Convocados por INFORMACIÓN en La Explanada, José Manuel García-Margallo (PP), Julián López (PSOE), Marta Martín (Ciudadanos), Rita Bosaho (Compromís-Podemos) y David Rodríguez (Unitat Popular-EU) participaron en un simbólico acto de pegada de carteles marcado por la cordialidad, el buen tono y la deportividad en el inicio de la campaña de los comicios más reñidos que se recuerdan prácticamente desde 1977.
En una jornada de agenda más que apretada por el comienzo oficial de la campaña y el cóctel navideño del grupo Vectalia, el acto fue breve, comenzó a las 19 horas y consistió en un posado conjunto e individual de los candidatos con los carteles de sus líderes nacionales y una escoba «vintage» para untar cola con la que pegar los reclamos electorales. A continuación, los cabezas de lista se sometieron a un cuestionario rápido sobre sus primeros mensajes para la contienda electoral, los resultados de la encuesta del CIS en la provincia (PP, 4-5; PSOE, 3-2; Ciudananos, 3; Compromís-Podemos, 2) y la importancia estratégica de Alicante en estos comicios, puesta de relieve con el desembarco de los principales aspirantes a La Moncloa.
El primero en llegar a la Explanada fue el socialista Julián López, sonriente y confiado a pesar del trago amargo del varapalo recibido por la mañana con la encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas. Minutos después apareció Marta Martín (C's), que se acercó a saludar al candidato del PSOE. «Menudo lío en el que nos hemos metido; y ten en cuenta que esto es para cuatro años», le dijo en tono de broma López. «A ver si quedamos un día y me explicas cómo tengo que hacer lo de la Universidad», le contestó Martín, Catedrática de Comunicación en el Campus de San Vicente. Ambos llegaron en grupo reducido -apenas cuatro acompañantes de su partido-, al igual que Rita Bosaho y David Rodríguez.
En cuestión de aparato, fue mucho mayor el acompañamiento del ministro Margallo, que llegó un cuarto de hora tarde con más de una veintena de cargos y miembros de su partido. «¿Éste es el del PSOE?», preguntó a los suyos el titular de Exteriores a una prudencial distancia de Julián López. Con la misma cordialidad de todo el encuentro se saludaron los dos representantes del viejo bipartidismo mientras se preparaban para el posado fotográfico. Momento distendido que aprovechó Margallo para contar a sus rivales que tiene una casa en Xàbia y que no es de turista, sino que está llena de libros. «Si ellas se atreven a hacerse una foto conmigo, bienvenida sea», responde el candidato popular al fotógrafo que le pide que pose con sus homólogas de Ciudadanos y Compromís-Podemos. «Si nos atrevemos a esto, nos atrevemos a todo», bromea Martín. «Esta es una experiencia emocionante que nos pone a prueba a todos», apostilla Bosaho.
Poca gente circula a esa hora por el emblemático paseo alicantino, que junto a la Plaza del Mar acoge un acto del día de la discapacidad. Un viandante de mediana edad se acerca al ministro y le da ánimos: «Venga, adelante, no podemos retroceder». Sonríe un poco y sigue su camino.
Llega la hora de la sesión fotográfica y casi todos comparecen con su propio cartel personal y el de su líder nacional aspirante a jefe del Gobierno. La única que no tiene póster propio es Martín. «No tenemos presupuesto», reconoce antes de retratarse con la imagen de Albert Rivera, amo, señor y fuente suprema de inspiración para el partido naranja. Algo parecido a lo que sucede en Podemos con Pablo Iglesias, cuyo retrato figura en el cartel junto a Bosaho. Cosas de los emergentes.
Primero posan por separado y luego conjuntamente. Y si un retrato dice mucho de un candidato, también lo hace su vestuario. Martín, Rodríguez y Bosaho llevan atuendo juvenil con predominio del vaquero, mientras que el ministro -que tiene prisa porque le espera otro acto inmediato en el Casino- luce desenfado sin corbata en traje azul y el socialista sí apuesta por algo más de etiqueta y seriedad.
En el momento de la foto de grupo comparece la portavoz popular en el Ayuntamiento de Alicante y candidata al Senado Asunción Sánchez Zaplana, que aprecia en el cartel de Albert Rivera un exceso de «photoshop» exceso de «photoshop» -«casi parece una imagen de cera»-, frente al «buen resultado» de Rajoy, Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y Alberto Garzón.
Y en un panorama electoral insólito por tratarse de cinco aspirantes -aunque las encuestas dejan sin representación a Unitat Popular-EU-, los candidatos se prestan a lanzar sus «grandes ideas fuerza» para esta incierta campaña. Por orden de colocación en la foto, la primera en responder es Bosaho, en clave idealista y onírica: «Hemos venido a ganar y estamos aquí para que el 20 de diciembre se cumplan los sueños, las ilusiones y los proyectos de los españoles y las españolas».
A su lado, toma la palabra el candidato popular Margallo, que apuesta por el continuismo: «Queremos una España todavía mejor y lo mejor está por llegar porque hemos puesto unos cimientos sólidos y estables para seguir avanzando». En el tercer turno, Julián López, que no se aparta del lema general del PSOE para estos comicios: «Tenemos que construir un futuro para la inmensa mayoría. El gran reto de los próximos cuatro años y de los siguientes, porque abarca más de una legislatura, es que el futuro sea para todos y para todas, que no se quede solamente en unos pocos».
David Rodríguez, de UP-EU, revolucionario, aboga por la reforma de la Constitución :«Queremos construir un nuevo país entre todas y todos y poner la riqueza de este país al servicio de la clase trabajadora y eso necesita pasar por un nuevo proceso constituyente y un nuevo país». Y cierra el turno de intervenciones Martín, cabeza de lista de Ciudadanos, que adolece de inconcreción: «Una llamada a todo aquel que sea rebelde con causa porque no nos gusta lo que tenemos, pero nosotros sí tenemos un proyecto para cambiar España: la ilusión».
El inicio de la campaña coincide con la publicación de la encuesta del CIS, que suscita «cautela» en Compromís-Podemos, respaldo en el PP, «demasiada cocina» para PSOE y EU y «tendencia creciente» en C's.
Los candidatos van con prisa, recogen sus carteles y se marchan entre saludos y deseos de buena suerte rumbo a sus actos oficiales de pegada: los populares en Renfe, el PSOE en la plaza del Sol de la Bola de Oro, Ciudadanos en la avenida de la Constitución, Compromís-Podemos en Calvo Sotelo y UP-EU en Pintor Murillo.
