La carrera electoral que consagrará la caída del bipartidismo y que puede dar un vuelco histórico a la correlación de fuerzas en la provincia ha vivido, sin embargo, una de las precampañas más anodinas y planas de las más de tres décadas de etapa democrática. A 48 horas de que arranque oficialmente la pugna para los comicios del 20 de diciembre, no se puede destacar ni un sólo mensaje, ni un sólo argumento, ni una sola propuesta concreta sobre el futuro de Alicante o de la Comunidad. De ninguno de los partidos que optan a los doce escaños en el Congreso y tres senadores en juego; ni tampoco de ninguno de los aspirantes. Y no tiene pinta de que las cuatro candidaturas que tienen más opciones de alzarse con sillones en Madrid vayan a elevar el tono de una carrera electoral que, más que nunca, está centrada en el prestigio de las marcas y la imagen de los números uno por Madrid. Punto.
En una batalla más mediática que nunca, los grandes partidos tienen miedo a trasladar sensación de debilidad y se van a alejar de los grandes actos. Miedo a «pinchar»- Pasó la época de llenar plazas de toros y grandes pabellones como una fórmula de mantener movilizadas a las tropas. Los populares de Alicante harán una campaña «pueblo a pueblo» y esperan a Mariano Rajoy, todavía está sin confirmar, para la última semana. No habrá ni un gran mitin ni una concentración masiva. Será un acto en la calle similar al que protagonizó hace un par de meses en Finestrat. Los populares de la Comunidad, en la primera campaña de Isabel Bonig como líder y con todas las encuestas apuntando a un enorme batacazo, han renunciado incluso al gran mitin en la Plaza de Toros de Valencia, santo y seña del PP durante años, especialmente, en comicios generales. Rajoy estará en la capital del Turia pero ante un aforo notablemente más reducido.
A los socialistas también les asalta, por ahora, la cautela y la prudencia con los sondeos apuntando a otro retroceso electoral en la Comunidad. Se jugarán casi todo a una carta con un acto en el Pabellón de la Fuente de San Luis en Valencia con Pedro Sánchez. Los socialistas alicantinos, aunque la decisión aún no está tomada en Ferraz, confían en contar con su líder durante la última semana con la intención de reactivar la campaña de la lista que encabeza Julián López Milla. Pero no hay seguridad y, junto a la falta de confirmación, muchas dudas con la sala. Descartado el pabellón Pitiu Rochel -el más grande de la capital alicantina- los socialistas buscan un escenario intermedio por si, finalmente, Pedro Sánchez se deja ver en Alicante. Sí estará en la ciudad la presidenta de Andalucía, Susana Sánchez, en una cita marcada para el 16 de diciembre pero tampoco el PSPV se fía de una gran movilización y buscará un aforo que pueda llenar.
Ciudadanos, por su parte, seguirá con la fórmula de las plazas. Quizá Albert Rivera, por convencimiento o simplemente por curiosidad, sea uno de los líderes con mayor atractivo de esta campaña con marcas e imágenes de nuevo cuño. Pero la intención de la formación nacida en Cataluña es aprovechar la presencia de Rivera en Alicante el 12 de diciembre, un sábado, para pasearlo por las calles comerciales del centro y que protagonice un encuentro en una plaza. Un espacio público para ganar en cercanía. Ciudadanos estaría pugnando, incluso, como apuntan algunas encuestas, por la posibilidad de convertirse en la primera fuerza en la provincia aunque, de momento, la candidatura por Alicante está «tirando» poco del carro de esta precampaña.
Sí parece dispuesta a intentar dar un golpe de efecto con un acto masivo la coalición Compromís-Podemos. Ha reservado el Pitiu Rochel para el viernes 11 de diciembre y espera movilizar a unas 4.500 personas. Había dudas en Compromís pero, por contra, ninguna entre los representantes de Podemos en los órganos de dirección de la campaña sobre las posibilidades de llenar un recinto tan grande. Intervendrán, entre otros, Joan Baldoví, el propio Pablo Iglesias y la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, volcada en la campaña con el objetivo de ganarle a los socialistas la partida. Esquerra Unida, bajo las siglas Unidad Popular y jugándose la supervivencia, se trae a Alberto Garzón el próximo lunes a Alicante. La agenda de actos serán sin duda el «apoyo» de una campaña, más que nunca, centrada en el impacto mediático, especialmente de las grandes televisiones, y sobre todo de las redes sociales. Mensajes más directos pero con menos información.
