De puertas hacia afuera, los críticos, los que perdieron las primarias el pasado mes de octubre, siempre habían mantenido que, pasado ese trance, no quedaba más que cerrar filas con su candidato, Carlos González, y apoyarlo en todo. De puertas hacia adentro, sin embargo, las cosas eran bien distintas. Ramón Abad y María Dolores Asencio se borraron del mapa en cualquier actividad del partido en Elche. Fueron al mitin de Pedro Sánchez, pero eso es otra cosa. Venía el líder supremo. Ni en la pegada de carteles, ni en la presentación oficial de la candidatura en Altabix, ni en el foro con los empresarios se les vio el pelo. A nadie le extrañaba, e incluso no pocos hablaban de cierto boicot. Sin embargo, las cosas acaban de dar un giro. Carlos González continúa con los foros sectoriales que viene organizando a lo largo de la campaña, y ayer le llegó el turno al foro sociosanitario. Fue este marco el elegido por Asencio y Abad para, en cierta manera, comenzar a tender puentes o, cuanto menos, no seguir rompiéndolos. Aasistieron, y esto, en estos casos, no es poco, aunque ya haya pasado una semana desde que empezó la campaña electoral.

De entrada, prácticamente todos daban por hecho que María Dolores Asencio o Emilio Martínez -otros de los que no se ha dejado ver en ningún acto de partido en esta campaña- acudirían a la cita. Tanto es así que el propio Carlos González les hizo un guiño, con una mención en su intervención a ellos, y a la labor que han venido haciendo desde el grupo municipal posicionándose a favor de determinadas demandas sociales y pidiendo más recursos. Otra cosa era Ramón Abad. Nadie contaba con él, y se convirtió en la sorpresa de la tarde.

Más allá de las ausencias y presencias socialistas, el acto contó con un aforo que rondaba el centenar de asistentes, con representación de unos 40 colectivos sociales y sanitarios. De teloneros, en esta ocasión, y como ya ocurriera el sábado en Altabix, repitieron tanto una de las personas de confianza de Carlos González, Tere Maciá; como el síndic socialista en las Cortes Valencianas, Antonio Torres, que aprovechó para vender las propuestas autonómicas, eso sí, sin renunciar a enumerar una a una todas las miserias que han dejado 20 años de gobiernos del PP.

A partir de ahí, llegó el turno del alcaldable. Primero sacó pecho de todo lo hecho en políticas sociales y sanitarias por los gobiernos locales socialistas durante 32 años, para, a renglón seguido, denunciar el «retroceso» experimentado en este ámbito en el último mandato. Menos recursos, menos diálogo y menos empatía política con los colectivos. Éstos son los términos que utilizó Carlos González para definir la trayectoria del equipo de gobierno popular. «Yo no voy a hacer lo que ha hecho otra candidata, que ha prometido un millón más para ayudas sociales. Para nosotros, la política no es una subasta, es compromiso, es sensibilidad, son gestos, y también son recursos económicos, pero esto no es un quien da más», sentenció en clara alusión a Mercedes Alonso.

Tras esta introducción, llegaron las propuestas, con mucha declaración de intenciones, y donde hizo hincapié en que todos los niños deben tener tres comidas garantizadas, aunque no concretó mucho cómo, y en la creación de una Concejalía de Igualdad que recaerá en la primera tenencia de Alcaldía y, por tanto, que podría ser para la número dos de la lista, Ana Arabid. En el área sanitaria, abogó por ampliar de uno a cuatro los puntos de urgencias y por pedir un segundo centro de salud para Altabix y para la zona de San Fermín.

Posteriormente, se abrió el turno de palabra entre los asistentes, que plantearon cuestiones como la necesidad de presionar más en la defensa de los dependientes; de impulsar comedores sociales en todos los barrios; de dar más apoyo para las personas sordas; o de promover una mayor fiscalización sobre el Hospital del Vinalopó, entre otras cosas.