Junio de 2011, empiezo una nueva experiencia en mi vida y toda una aventura al frente de la Concejalía de Comercio, Mercados, Fondos Europeos, Igualdad y Familia. Había aceptado la invitación de la alcaldesa a formar parte de su equipo, la idea de que llamaran a alguien independiente y ajeno a la política me pareció muy estimulante. Desde aquí, le agradezco la oportunidad.

Una de las primeras lecciones aprendidas fue que la situación económica del ayuntamiento era delicada y por lo tanto, había que hacer un gran esfuerzo en recortar gastos, en la medida de lo posible.

Por razones que no vienen ahora al caso, la concejalía se decide instalar donde la antigua Peña del Raval. Para ello hubo que hacer alguna reforma. La antigua cocina (o cuina) sería a partir de ahora mi despacho. Despacho que había que vestir, como es natural, con mobiliario que diera calor a las paredes blancas y desnudas. La sorpresa, cuando llevaron aquellos muebles tan viejos, oscuros y antiguos, fue algo negativa, no les voy a engañar.

Yo pensaba en un despacho lleno de luz, en el que poder reunirme con cualquier persona que llamara a mi puerta. Deseaba transmitir amabilidad y positivismo, y con aquellos muebles era imposible. Así que dada la situación que el concejal de hacienda nos había descrito, decido poner remedio a aquella situación y actuar en consecuencia, me fui y me compré de mi bolsillo, una mesa.

La nueva mesa sí concordaba con la idea de despacho alegre que yo tenía. Era moderna y funcional, de escaso valor, pero para mí, y ahora lo entenderán, cargada de un gran valor sentimental. Todo parecía a punto y sobre todo, cuando alguien enamorado del arte, se encargó después, de que tres maravillosos cuadros de Sixto llenaran de vida aquel despacho.

Como se podrán imaginar, por esa mesa han pasado muchos ciudadanos y ciudadanas en situaciones bien diferentes. Ha vivido episodios de mucha tristeza escuchando a familias y a mujeres con verdaderos problemas, en busca de amparo y sobre todo, de un trabajo. Situaciones más alegres, como las reuniones con las asociaciones de comerciantes, para organizar las actividades de cara a la campaña de Navidad. Y momentos de toma de decisiones importantes, como por ejemplo, si debíamos o no, permitir a las grandes superficies de Elche, la libertad de horarios.

Ha visto atender a vendedores de los mercadillos de la ciudad cuando con determinación, decidimos poner orden y exigir que todos debían estar dados de alta, tener un seguro y estar al corriente del pago de los recibos, así como mejorar las condiciones de higiene y seguridad en los mismos. Escuchó las quejas de los agricultores del mercadillo de San Antón y las peticiones para crear uno nuevo en La Hoya.

Ha albergado numerosas reuniones con los presidentes de los cuatro mercados de la ciudad, en las que reflexionábamos conjuntamente sobre la situación y futuro de nuestros mercados de abastos. Por supuesto, también ha sido testigo de reuniones con sus vendedores cuando, al igual que en los mercadillos, empezamos a trabajar para garantizar la igualdad de trato y derechos para todos ellos.

Apartado especial requieren las reuniones sobre el nuevo proyecto del mercado central, con vendedores, comerciantes, empresas, arquitectos, ingenieros, representantes de la Plataforma Salvem al Mercat,€, reuniones muy frecuentes hasta diciembre de 2012, fecha en la que mi concejalía dejó de liderar ese proyecto.

Paralelamente, esta mesa participaba del nacimiento de otra mesa, la de coordinación policial en materia de prevención de violencia de género, siempre con el apoyo férreo del concejal de la policía, que con rotundidad sentenciaba: "no escatimemos ni un solo esfuerzo para conseguir una mejor coordinación entre nuestra policía local, nacional, autonómica y guardia civil y así proteger mejor a las mujeres". Y poco a poco, ha visto como se cocinaba a fuego lento pero seguro, un protocolo de coordinación policial también en esta materia.

Si lo anterior nos llevaba a intentar ser más efectivos y a trabajar mejor, sabíamos que la educación en igualdad y la prevención a edades tempranas eran muy importantes. Por ello, esta mesa ha recibido en numerosas ocasiones a asociaciones de mujeres y a profesionales con proyectos novedosos para trabajar desde las aulas de nuestros centros. Y como no, en esta cuestión, el concejal de educación fue muy claro "me tienes a tu disposición, trabajemos juntos", y así fue.

Año tras años, ha reunido a representantes del Consejo de la Igualdad y Familia y a periodistas para debatir y votar a los ganadores del concurso de relatos sobre la Igualdad. Desde aquí expreso mi deseo de que ojalá perdure en el tiempo.

Esta mesa fue compartida con la anterior concejala de sanidad para poner en marcha diversas actividades dirigidas a mejorar la salud de las mujeres. Y seguramente uno de los momentos de más satisfacción lo vivimos cuando a pesar de que el proyecto "Elche actúa. Salvar vidas" no consiguió colarse entre los finalistas dentro de la iniciativa Bloomberg, allí mantuvimos una conferencia con representantes en Nueva York, en la que alabaron el gran impacto que el proyecto había tenido en nuestra ciudad. Literalmente, les habíamos dejado impresionados, y nos animaban a seguir. Había una persona allí, especialmente contenta. Después de oír aquello, todos nos fundimos en un fuerte abrazo, felicitándonos por el buen trabajo.

Como ven ha sido una mesa internacional, en ella también se han debatido posibles estrategias para la apertura al exterior de nuestro ayuntamiento. Y creo que vamos por el buen camino, pues en la actualidad participamos en el proyecto Aeropostal que nos permite mantener relaciones económicas, culturales, turísticas, etc., con dieciocho ciudades, de nueve países en tres continentes: Europa, África y América del Sur. Además participamos en otro proyecto europeo de I+D con otras instituciones de Alemania, Austria y Reino Unido para mejorar la accesibilidad de personas con capacidad de movilidad reducida. Sinceramente creo, que pocos ayuntamientos de nuestro país podrán decir lo mismo.

Además ha vivido propuestas creativas e ideas atrevidas. Por ejemplo, en la búsqueda de alternativas para diversificar nuestro tejido empresarial, ha sido testigo del contacto mantenido con un representante de Airbus, en Toulouse. Y ha acogido, sin excepción, a todos los ciudadanos y miembros de la oposición, que han querido sentarse conmigo.

Todo este trabajo, habría sido imposible sin el equipo de la concejalía, las cuatro patas que sustentan la mesa. Una vez más, les agradezco sus ánimos, consejos, análisis, explicaciones, su compañía y confianza en todo este tiempo.

Mi intención es no dejar esta mesa en el ayuntamiento, sino poner en marcha una iniciativa con la ayuda de todos los lectores. Al más puro estilo de un programa de entrevistas de televisión, pero en lugar de con un sofá Chester, con una mesa llena de pasado y de historias, se me ocurre mientras escribo esta tribuna, y salvando las distancias, que si alguno de ustedes la quiere adquirir, el dinero que esté dispuesto a pagar por ella será destinado a una asociación perteneciente al Consejo de Igualdad y Familia, la que usted elija. Asociaciones ilicitanas que trabajan para prevenir la violencia de género, que trabajan por mejorar la salud infantil,€.Si se animan, contacten conmigo por favor, estarían contribuyendo a una muy buena causa.

Esta mesa ha pertenecido a una concejala independiente, una ciudadana que se metió en política con ilusión. Con sus defectos y virtudes, como la gente corriente, y por poner una nota de humor, que va en bici por la ciudad, que de momento no se ha puesto mantilla y que se retrasa a veces en el pago del IBI.

Me marcho tranquila y orgullosa del trabajo realizado y agradeciendo el trato recibido por los funcionarios del ayuntamiento y por todos los integrantes de la Corporación municipal. Me marcho un poco menos ingenua que entré, pero con la suficiente ingenuidad para pensar que todavía, podemos contribuir a cambiar las cosas.