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El PP escenifica su unión y dice que sólo él sacará del pozo a Benidorm

Toni Pérez cede protagonismo a Camps y Almodóbar y apela a la experiencia

Almodóbar, Pérez y Camps, sobre el escenario, al inicio del mítin de cierre de campaña. información

No fue una noche gloriosa de aquellas en las que los populares llenaban de bote en bote la calle Gambo para ver cómo presidentes y candidatos a la Generalitat reservaban unos minutos en su agenda, en ocasiones hasta el filo de la medianoche, para cerrar la campaña electoral en Benidorm. Tampoco de aquellas en las que el Partido Popular se paseaba como un emperador romano en las encuestas y en las urnas, cosechando una mayoría absoluta tras otra. Pero a pesar de todo eso, el PP local comandado por Toni Pérez volvió una noche más al escenario de aquellos años gloriosos, aguantó como nunca el tipo y saldó con buena nota el último acto previo a las elecciones de mañana domingo.

Lo hizo trasladando dos mensajes: primero, unidad; después, o el PP o el caos.

El alcaldable popular cedió en su mitin de cierre de campaña gran parte del protagonismo a tres hombres que, hasta hace apenas un par de meses, compartieron con el propio Pérez las quinielas para salir en la foto del cartel electoral: el exalcalde Pérez Fenoll, el senador Agustín Almodóbar y el diputado Gerardo Camps. Los cuatro llegaron juntos al acto, los cuatro saludaron y besaron a quienes ondeaban la bandera de la gaviota y los cuatro tuvieron su momento en el escenario para pedir el voto para el PP, «el único partido que puede devolver a Benidorm al lugar que se merece y sacarlo del pozo en el que nunca debió estar», defendió Toni Pérez.

De él dijo Fenoll que es la única persona capaz de «limpiar la herencia de Navarro y Amor, igual que Rajoy ha logrado poco a poco retirar los cascotes de la etapa de Zapatero». Y, a partir de ahí, el resto de participantes no sólo apelaron al camino de la «recuperación» y el «progreso» propiciado por anteriores gobiernos del Partido Popular a nivel local y autonómico, sino que se refirieron precisamente a esta «experiencia» como el mejor aval frente a los «experimentos», en alusión al auge de nuevos partidos «que sólo tienen un programa: echar a los del PP», arengó Camps, mientras sonaban de fondo los tambores de la batukada que a escasos metros ambientaba la sede de Ciudadanos y que solapó un rato el mitin del PP.

Apenas hubo referencias explícitas anoche para los principales rivales de los populares a la Alcaldía de Benidorm. Sólo Fenoll los nombró de pasada y el resto hizo alusiones veladas, pero muy pocas y para incidir en una idea: que ellos siguen en el mismo bando frente a los que van «de acera en acera». Sí las hubo, en cambio, a personajes que marcaron historia en el PP local y cuyo legado no se ha cansado de reivindicar la ahora líder de Liberales, Gema Amor. «El progreso de Benidorm ha venido de la mano de grandes alcaldes del PP como Eduardo Zaplana, Vicente Pérez Devesa o Manuel Pérez Fenoll», dijo Agustín Almodóbar, quien también aprovechó para citar a su madre, Ángela Barceló, que abandona la política activa tras «20 años de dedicación» y a Sebastián Fernández, hasta ahora director general de Turismo y cuya ausencia fue anoche una de las notas destacadas del acto, y de toda la campaña, tras haber sido apartado de la lista.

También hubo muy pocas, escasas, referencias a los casos de corrupción que han azotado al PP. Pero las hubo. Gerardo Camps dijo que se ha «luchado contra las manzanas podridas»; Almodóbar, que en su partido ha habido «aciertos y errores»; y Toni Pérez reivindicó que «el sueldo de un político sea la cifra que luego cobra de verdad», en alusión directa a Navarro, pero también a otros cargos públicos.

El mitin concluyó con el alcaldable pidiendo el voto para Fabra y prometiendo que, en los dos gobiernos, su partido acabará proyectos olvidados como el IES Pere Maria Orts o el Centro Cultural.

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