Consciente del malestar que la gestión del ejecutivo de Alberto Fabra ha dejado entre los empresarios turísticos de la Costa Blanca a lo largo de los últimos cuatro años, el candidato a la Presidencia de la Generalitat por el PSOE, Ximo Puig, hizo ayer una promesa con mucho trasfondo: aseguró en Benidorm, durante una reunión con las principales patronales del sector, no sólo que creará una conselleria única para el turismo, sino que la misma tendrá su sede «política» en el Invat·tur, un lujoso edificio ubicado a las afueras de Benidorm e infrautilizado en los últimos años.

Puig intenta así atraerse a la élite empresarial del turismo en la provincia, que no ha escatimado quejas ante la falta de inversiones del Consell en este negocio a pesar de que el mismo representa más de un 12% de total del PIB autonómico. De hecho, las patronales habían esgrimido como prueba de ese desinterés de la Generalitat por esta actividad económica la ausencia de esa conselleria específica para el ramo en los últimos gobiernos del PP o la marginación sufrida por la Costa Blanca en beneficio de otras marcas, como la de Valencia. De ahí el reconocimiento que supone para una Benidorm que se siente ninguneada el hecho de que Puig prometa ahora llevarse todo un departamento autonómico a esta ciudad.

«Vamos a cambiar el paradigma de la política turística, basándola en un modelo de cogestión en la que los empresarios y los municipios decidan las estrategias de futuro junto a la Generalitat y en este nuevo tiempo Benidorm tendrá un papel fundamental», agregó Puig, quien rindió este homenaje a la capital turística en un escenario nada casual, como un hotel del centro, y ante interlocutores de peso, como el presidente de Hosbec, Antonio Mayor, o el de la cadena Servigroup, José María Caballé.

El aspirante socialista aseguró que con iniciativas como ésta pretende «descentralizar» el aparato burocrático de la Generalitat y «coser la Comunidad Valenciana para conseguir ser mas fuertes y exigir lo que nos corresponde en Madrid». Esto es, para vertebrar la geografía autonómica con el fin de que acaben las rencillas territoriales de los últimos tiempos.

Eso sí, en previsión de posibles críticas, Puig matizó que esta descentralización no comportará un aumento del gasto público: «al contrario, el gasto disminuirá porque vamos a ser más eficaces», dijo, prometiendo además una disminución de los cuadros intermedios en la Generalitat.

Puig negó que esa idea sea una ocurrencia de última hora: «son otros los que acaban de descubrir el Mediterráneo, nosotros lo descubrimos hace mucho tiempo, trabajando codo a codo con los empresarios para potenciar el turismo en contacto con el alcalde de Benidorm», el también socialista Agustín Navarro.

Como es evidente, Navarro acudió a la reunión. Su foto con Puig estuvo así cargada de simbolismo, toda vez que hasta el momento el munícipe no ha tenido demasiado interés en asociar su imagen con la del líder del PSPV: este último no acudió a la presentación de su candidatura y por Benidorm no hay demasiados carteles de Puig.

En el encuentro, los empresarios dejaron claro su interés porque Benidorm sea declarado municipio turístico, algo que hasta ahora no han ratificado ni los gobiernos centrales del PP ni los del PSOE. Al respecto, Puig se comprometió a apoyar ese empeño «gobierne quien gobierne en Madrid, porque lo que yo tengo es un compromiso de lealtad con los valencianos». En la misma línea aseguró que la negociación de un nuevo modelo de financiación ayudará al sector, así como el desalojo del PP de la Generalitat después de dejar una deuda de 40.000 millones de euros: «hay que pasar página a esta mala gestión económica, al despilfarro y a la corrupción».

Por fin, aunque admitió que el sector turístico funciona bien, dijo que hay que ayudar a mejorarlo «porque los empresarios hasta ahora se han sentido solos y siguen preocupados por el desempleo en el turismo y por la bajada de los precios».

El decálogo de Navarro

En clave municipal, Navarro presentó a Puig un decálogo con los proyectos que le exigirá al nuevo gobierno de la Generalitat: concluir el Centro Cultural de la avenida Europa y el instituto Pere Maria Orts, ampliar el Hospital de La Vila Joiosa, construir los centros de salud de Tolls y de El Rincón, ejecutar las obras del parque de Foietes, la ya citada declaración de Benidorm como municipio turístico, la puesta en marcha de la segunda fase del Paseo de Poniente, desbloquear las lanzaderas del AVE, la conexión de la ciudad con la alta velocidad, el Tren de la Costa y el tranvía a la Playa y mejorar la seguridad con una nueva comisaría y más medios policiales.