El contraste entre el discurso del candidato del PP a la Alcaldía de Benidorm, Toni Pérez, y el del presidente provincial de su partido, José Císcar, durante la presentación ayer de la candidatura municipal de los populares, fue rotundo. Incluso llamativo. Pérez renunció a la guerra. Eludió contestar a los duros ataques que a lo largo de la pasada semana le habían propinado los que a priori serán sus grandes rivales en la cita electoral, el socialista Agustín Navarro y la liberal Gema Amor; y centró su acto en presentar más de veinte propuestas si alcanza el gobierno. Todo un cambio en la siempre crispada vida política de la capital turística y en el discurso del propio alcaldable, tradicionalmente muy volcánico a la hora de tratar con Navarro y Amor. Pérez, sin embargo, prefirió dejar la batalla para otra ocasión. Y se limitó a proclamar, eso sí, que «Benidorm necesita un cambio con un gobierno serio, honrado y transparente». Nada más.
Sin embargo, esa línea de conciliación a lo largo de hora y media de evento se rompió cuando a Císcar le tocó cerrarlo. El jefe alicantino del PP estuvo más bronco. Bien es verdad que centró la mayoría de su discurso en clave autonómica, alertando de que en los comicios sólo hay dos opciones, la «estabilidad» que representa el PP o «un tripartito o cuatripartito integrado por partidos de izquierda radical con muchas ganas de revancha y que significan "revolución" en vez de "evolución"». Pero en seguida giró hacia el ámbito local, cuando al referirse de forma velada al auge de Ciudadanos dijo que «aquellos partidos que según algunos están en el mismo espectro ideológico que el PP también abrirán la puerta a que se cuele esa izquierda y en Benidorm vosotros ya tenéis experiencia en eso, porque uno de esos partidos que parecía que era como nosotros acabó pactando con el PSOE». Fue su crítica a la decisión de Gema Amor de haberse aliado con los socialistas de Navarro.
Es verdad que estas alusiones a Amor despertaron bastantes aplausos. Pero también algunos miembros del PP local mostraron su perplejidad no tanto por el tono de Císcar, sino por la largueza de su discurso, por el hecho de que fuera muy similar al que ya pronunció durante la proclamación de Toni Pérez como candidato y porque le robaron a éste y a su lista buenas dosis de protagonismo.
El acto tuvo lugar en el pabellón Raúl Mesa, en la ciudad deportiva Guillermo Amor, en un ambiente más que cálido en lo ambiental y en lo climatológico. Acudieron cerca de 1.500 personas: 1.218 butacas ocupadas y público disperso en los aledaños de la pista. De este modo, el PP, como ya habían hecho antes Liberales y el PSOE, también pudo presumir del arropo de las multitudes. La guerra de cifras (que en Benidorm es la otra guerra) va igualada.
Entre los asistentes, destacó la presencia del presidente de la patronal hotelera Hosbec, Toni Mayor, y de los representantes de las familias del partido en Benidorm, incluido el senador Agustín Almodóbar y con la excepción del director general de Turismo, Sebastián Fernández, cuya exclusión de la lista ha provocado tensiones internas. Fuentes del PP indicaron que Fernández se encontraba en Alicante, en la gala de entrega de los Premios Plato 2015. También acudieron numerosos alcaldes y alcaldables del PP de las dos comarcas de la Marina.
Antes que Císcar, Toni Pérez ya había cosechado algunos aplausos. El primero cuando rindió homenaje al exalcalde y antecesor al frente de la lista del PP, Manuel Pérez Fenoll: «eres un hombre grande porque has cumplido tu promesa de renunciar a ser candidato». Y los demás, cuando fue llamando uno por uno a todos sus elegidos. El clamor de las palmas fue subiendo especialmente con la subida al escenario de los primeros de la lista, desde el número cinco, Lorenzo Martínez, hasta la dos, Ana Pellicer.
La «mano izquierda» de Zárate
Tan conciliador se mostró Pérez, que incluso dejó entrever que ya tiene a su hombre en el caso de que el PP tenga que negociar pactos con otras fuerzas políticas: alguien por otra parte ya habitual en esas tareas, el concejal José Ramón González de Zárate, de quien elogió su «mano izquierda» y del que dijo que «juntos hemos pasado un desierto».
A cada llamada de un miembro de la lista, Pérez fue nombrando una propuesta que el PP espera cumplir en el gobierno local: desde el desbloqueo del Centro Cultural hasta el del instituto Pere Maria Orts pasando, en presencia del máximo dirigente de los hoteleros, por un nuevo Plan General adecuado a las necesidades del turismo. Así, hasta más de veinte.
