Parece tímida y dice que lleva mal lo de la exposición pública, por lo que hacer campaña para ella es una especie de trámite ingrato pero necesario en su aspiración a hacerse con la presidencia de la Generalitat. Asegura que le va más la gestión que las relaciones públicas: «Me van a ver más en el despacho que en los periódicos o en las fiestas», afirma esta mujer de 44 años abogada penalista, especialista en cooperación internacional y perito calígrafo judicial que en 2007 creó Ciudadanos Independientes de Altea (Cipal) para intentar, dice, evitar el expolio urbanístico en la costa.
Hija menor del popular científico y divulgador Eduardo Punset, exiliado durante el Franquismo, Carolina nació hace 44 años en Washington. «De ahí debe venirme ni perfil cosmopolita. Aunque adoro la Comunidad Valenciana, me cuesta pensar en mí en un solo lugar», confiesa, para añadir riendo: «Que no se preocupe nadie, que no me voy a ir de aquí en los próximos años». Madre de dos hijas adolescentes, asegura que se ha podido embarcar en esta aventura porque sus hijas ya son mayores «si fueran pequeñas con tanto viaje hubiera sido más difícil», aunque la campaña evidentemente le va a dejar poco tiempo para su familia y para sus aficiones: la lectura, el cine, el senderismo y el yoga, que buena falta le hará para calmar la tensión de estos días.
