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Pero, ¿quién es el alcaldable de Podemos?

Pablo Iglesias pide ante 5.500 personas el voto para Montiel a la Generalitat pero ignora la candidatura de Alicante a la que su partido concurre junto a EU entre otros

Iglesias aplaudido al subir al escenario. JOSE NAVARRO

Tras dos horas y media de cantar, gritar el «Sí se puede» y aplaudir a rabiar a Pablo Iglesias, comentaba una mujer a su pareja a la salida del centro de tecnificación que «ha estado muy bien el mitin, pero yo aún no sé de todos los que han hablado quién es el que se presenta a alcalde de Alicante». Como su marido tampoco parecía tenerlo claro, daba ganas de volverse y explicarles que Podemos no se presenta a las elecciones municipales en Alicante como tal, sino junto a otros partidos como Esquerra Unida, en una formación llamada Guanyar Alacant cuyo candidato, Miguel Ángel Pavón, de EU, no apareció ayer por el mitin de sus socios. Con todo, no es raro que se hicieran esa pregunta porque la opción de Guanyar Alacant fue ignorada por todos los miembros de Podemos que intervinieron en el mitin, incluido Pablo Iglesias, a excepción del candidato a la Generalitat, Antonio Montiel, que la nombró una vez aunque tampoco con mucho brío. «Os pido el voto para cambiar la Generalitat», dijo, «y lo vamos a hacer también en muchos ayuntamientos donde hay candidaturas municipalistas como Guanyar Alacant». Nada más, aunque al final alguien dio una camiseta de Guanyar a la candidata a las Cortes por Alicante Llum Quiñonero y la estuvo mostrando desde el escenario junto a otra camiseta en defensa de la educación pública.

Sí estaban en el mitin en la tercera fila tres miembros de Guanyar, concretamente Pascual Pérez, Manuel Palomar y María José Capdepon con sus camisetas rojas de la formación y repartiendo pegatinas y bolis de la candidatura frente a la marea morada de Podemos.

Lo que es indudable es el poder de convocatoria de Pablo Iglesias. Acudieron a verlo alrededor de 5.500 personas que, media hora antes del inicio, formaban largas colas frente a las puertas del centro de tecnificación.

Arrancó el acto con un mini concierto de Marvin Labarca que empezó con el tema Al Vent de Raimon

para calentar al personal aunque no hacía falta porque cada rato la gente coreaba el «sí se puede» o el «Pablo presidente». Hasta que llegó él, y con él, el delirio. Será un hombre del pueblo, como él se define, pero levanta las pasiones de un cantante de rock. Tras dar decenas de manos y abrazos y oír a todo el recinto gritando su nombre comenzaron los discursos hasta que Irene Montero anunció al líder.

Iglesia subió a la tribuna de oradores con todo el recinto en pie y entre gritos de «tic-tac, tic-tac» del público en un guiño a su famosa frase. Tras disculpar la ausencia de Iñigo Errejón debido a una afonía, el líder de Podemos defendió el cambio que supone su opción, llamó «maldita avestruz» a Rajoy por no querer debatir con él, pidió a los asistentes que corearan la Marcha Imperial de la Guerra de las Galaxias al referirse a Aznar y a Castedo y contó una historia de un lugar llamado Ratolandia en el que los ratones votaban a los gatos una y otra vez hasta que se dieron cuenta de que los gatos sólo quieren cazar ratones «y entonces llegó un ratón con una coleta» y creó un partido de ratones «frente a los gatos, porque aunque vengan vestidos de naranja, siguen siendo gatos» en referencia a Ciudadanos.

Iglesias dedicó gran parte de su discurso a hablar sobre la corrupción y, pese a que en la entrevista concedida a este diario un par de horas antes dijo que no sabía quién era Enrique Ortiz, debieron aleccionarle rápido porque en el mitin dijo que «yo quiero que la próxima fiesta del pijama de Ortiz la haga en la cárcel». Iglesias presumió de sus orígenes humildes: «Yo vengo de Vallecas», y puso el estadio en pie al afirmar que «mejor llevar ropa barata que ser un miserable con traje» . Al finasl pidió el voto para Podemos «a los socialistas de corazón porque saben que hay que votar morado» tras confesar que su familia era socialista. Y es que, dijo, «no me llamo Pablo Iglesias por casualidad».

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