El presidente del PP, Mariano Rajoy, se someterá al debate de investidura en el Congreso el 30 y 31 de agosto, después de haber aceptado las condiciones que le planteó Ciudadanos para iniciar las negociaciones, que comenzarán mañana mismo con la firma del pacto anticorrupción y una primera reunión.

La presidenta del Congreso, Ana Pastor, ha anunciado este jueves la fecha de la investidura después de que Rajoy anunciara estar en disposición de someterse a la misma tras reunirse con el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, y darse por iniciadas formalmente las negociaciones entre este partido y el PP.

Y eso ha sido posible una vez que el presidente del Gobierno en funciones ha aceptado las condiciones que le ponía Ciudadanos para abrir el diálogo, todas relativas a la lucha contra la corrupción, incluida la de investigar el caso Bárcenas.

Así, los portavoces del PP, Rafael Hernando, y de Ciudadanos, Juan Carlos Girauta, firmarán este viernes en el Congreso ese pacto anticorrupción, que incluye la prohibición de que ningún cargo imputado forme parte del Gobierno o tenga escaño en el Parlamento; la eliminación de los aforamientos, y la reforma de la ley electoral sobre tres principios: listas desbloqueadas, proporcionalidad y fin del voto rogado.

Los otros tres requisitos son acabar con los indultos por corrupción política, la limitación de mandatos a ocho años y la apertura de una comisión de investigación sobre la "presunta financiación irregular del PP", es decir, el caso Bárcenas.

Este viernes también se conocerán los nombres de las personas que formarán los equipos negociadores del PP y Ciudadanos para iniciar las conversaciones de cara a la investidura y, previsiblemente, por la tarde celebrarán su primera reunión en el Congreso.

Se trata de allanar el camino hacia un acuerdo que será "de investidura", en ningún caso para formar un gobierno conjunto, ha precisado Rivera en la rueda de prensa.

No obstante, Rajoy ha calificado de "decisivo" el paso dado en la reunión de este jueves y ha subrayado su intención de hablar con el líder socialista, Pedro Sánchez, para pedirle "su colaboración para que España pueda tener un gobierno".

"A una sesión de investidura no se puede ir cuando uno tiene la certeza absoluta de que no puede ser investido; por eso, ahora voy a la sesión de investidura", ha destacado el líder del PP.

La fecha de investidura del 30 de agosto, que Ana Pastor ha comunicado al Rey, ha sido acordada veintiún días después del encargo de Felipe VI, el pasado 28 de julio.

Unas terceras elecciones, en Navidad

Supondría, en caso de que fracase esta investidura y pasen dos meses sin que haya sido elegido ningún candidato, que las elecciones tendrían que celebrarse el día de Navidad, el 25 de diciembre.

El debate comenzará el martes 30 y habrá una primera votación el 31, en la que el candidato tiene que ser elegido por mayoría absoluta; de no ser así, habrá una segunda votación 48 horas después, el 2 de septiembre, en la que debe ser elegido por mayoría simple.

La Constitución señala que si el candidato no consigue la confianza del Congreso, se abrirá un periodo de dos meses para que lo intente ese mismo aspirante u otro; el tiempo empieza a contar a partir de la primera votación en el Pleno, en este caso, el 31 de agosto.

Esos dos meses de plazo concluirían el 1 de noviembre, martes. Las Cortes quedarían disueltas y se publicaría el decreto de convocatoria de unas terceras elecciones generales. Para su celebración tendrían que pasar 54 días, lo que llevaría la fecha de la votación al 25 de diciembre, Día de Navidad, con una campaña electoral previa entre el 9 y el 23 de ese mes.

"Hoy hemos dado un paso que yo calificaría de decisivo para formar gobierno y para que no se repitan las elecciones", ha afirmado el presidente del Gobierno en funciones.

Ha advertido, en cualquier caso, de que, si no saliese adelante la investidura y se acabasen convocando nuevas elecciones, "sería un fracaso sin paliativos de las negociaciones políticas". Un fracaso, ha avisado, del que tendrían "mucha más culpa" aquellos que "bloquean", en clara alusión al PSOE.

El candidato a la investidura ha expresado su deseo de que este proceso concluya con "la mayor celeridad posible", porque, como ha insistido, hay "cuestiones urgentes" como los presupuestos del Estado, la aprobación del techo de gasto o el envío a la Comisión Europea de los compromisos con la nueva senda de déficit.

Satisfacción de Ciudadanos

El líder de Ciudadanos ha expresado su satisfacción por el desbloqueo de la situación y por la apertura de una vía de negociación de contenidos, hasta el punto de que ha recalcado que "quien siga haciendo cábalas sobre terceras elecciones que se las quite de la cabeza".

Habrá, ha dicho Rivera, un gobierno en minoría y un Parlamento plural, pero el país "se pondrá en marcha".