La victoria del PP en las elecciones generales celebradas el domingo abre un nuevo escenario de negociaciones para evitar una nueva convocatoria electoral, un proceso en el que Mariano Rajoy tendrá un papel protagonista y que a buen seguro no estará exento de aristas. Rajoy salió reforzado de la cita con las urnas y se hizo con 137 escaños, 14 más de los cosechados el 20D, pero aún lejos de los 176 que le darían mayoría suficiente para gobernar.

Tan lejos que ni un posible apoyo de los 32 diputados de Ciudadanos cuyo líder, Albert Rivera, ha advertido que no respaldará a Rajoy y se ha mostrado abierto a apoyar a otro candidato del PP no sería suficiente para alcanzar la mayoría. De hecho, si a esa suma se añadieran los votos de PNV (5) y Coalición Canaria (1), alcanzaría los 175. En esas circunstancias, al PP necesitaría alguna abstención para al menos solventar la investidura de Rajoy y comenzar a gobernar en minoría.

Pero, al margen del PSOE y de Unidos Podemos, el resto de partidos con representación parlamentaria son ERC (9), CDC (8) y EH Bildu (2). La pulsión independentista de Convergència, tradicional apoyo de gobiernos en minoría en el pasado y sus acusaciones al Gobierno de haber «conspirado» contra ellos, complica y mucho que den vía libre a Rajoy para gobernar. De ese modo, los focos se vuelven al PSOE y a la gran coalición deseada por Mariano Rajoy; descartado prácticamente el sí a su reelección por parte de los socialistas, queda por ver si deciden abstenerse para permitirle gobernar.

Intenso debate

Han pasado pocas horas desde el cierre de las urnas y ya se aventura un intenso debate interno al respecto, pues al mismo tiempo que el secretario de Organización del PSOE, César Luena, descartaba en una emisora de radio apoyar a Rajoy por «acción u omisión», el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, decía en otra que su partido debe ir a la oposición y no obstaculizar que haya gobierno «cuanto antes».

Lo que está claro es que al PSOE no le salen las cuentas para liderar un pacto de izquierdas. La suma de sus 85 escaños y los 71 que suman Unidos Podemos y las confluencias llega a 156. Sólo la agrupación de todos los nacionalistas (incluidos los independentistas) valdría y los socialistas ya se opusieron a recabar esos apoyos tras el 20D, cuando Pedro Sánchez tenía una posición más fuerte para buscar la investidura.

Más lejos queda aún la unión del PSOE con Ciudadanos, cuyo pacto no ha sido respaldado por los votantes y ahora sólo alcanza 117 escaños. La posibilidad de extender ese pacto a Unidos Podemos no parece factible, dado que Pablo Iglesias y Albert Rivera la rechazaron de plano en el anterior proceso de negociaciones y nada permite pensar que ahora vayan a cambiar de opinión.

Plazo determinado

Las Cortes se constituirán el 19 de julio y días después el rey llamará a consultas a los líderes de los distintos partidos para elevar una propuesta de candidato. Entonces será el momento clave para saber si Mariano Rajoy ha sido capaz de lograr apoyos para intentar la investidura o si renuncia a hacerlo, como hizo tras el 20D y como hace unos días aseguró que haría si no conseguía respaldo suficiente.

En este escenario, el PNV hablará con Mariano Rajoy si le llama para negociar, pero ve «muy, muy difícil» llegar a un acuerdo con el Partido Popular porque tendría que dar un «giro de 180 grados» a muchas de sus políticas. Fuentes de la ejecutiva del partido dijeron que es muy poco probable que el PNV forme parte de un pacto de investidura o de legislatura, pero sí está dispuesto a participar en las reformas «profundas» que se deben abordar como la cuestión de Cataluña y Euskadi, el fin de los «ataques al autogobierno» vasco y la derogación de la Lomce y la reforma laboral.

«El PP tendría que hacer un viraje muy importante y lo vemos muy difícil», añadieron esas fuentes, que entienden que el diálogo se complicaría aún más si los populares llegan a un acuerdo con Ciudadanos por su posición contraria al Concierto Económico y las diputaciones forales. De todas formas, el PNV considera que es al PP al que corresponde dar el primer paso, el único contacto ha sido la llamada de cortesía de anoche tras el escrutinio, y que también el PSOE deberá decidir si permite un gobierno popular o intenta hacer una alternativa de izquierdas.