En el cuarto piso de la calle Alcalá no se oyeron ayer ni risas ni sollozos por parte de los de Albert Rivera. Sólo suspiros sobrios acompañados de algún que otro gesto de resignación, pues Ciudadanos se queda con 32 escaños en el Congreso de los Diputados, 8 menos que en las pasadas Elecciones Generales de diciembre, donde el partido naranja se estrenó en la arena democrática con 40 asientos en la cámara. Todo un varapalo para el partido emergente, que horas antes de que finalizara el escrutinio todavía esperaba mantener sus anteriores 40 sillones.

Sin embargo, tras asumir la pérdida, Albert Rivera lanzó un mensaje al bipartidismo ante los vítores de los suyos: «Si lo que quieren Pedro Sánchez y Mariano Rajoy es hablar mañana sobre sus sillones, que no cuenten con nosotros. Que nos dejen en la oposición», advirtió el líder del partido naranja, quien achacó sus resultados a la ley electoral, que tachó de «injusta» e «inaguantable». «Más de tres millones de votantes han confiado en Ciudadanos. No podemos ir otra vez a las urnas con una ley electoral así. Necesitamos una ley electoral donde todos los votantes valgan igual», aseguró.

En concreto, Ciudadanos ha perdido 394.149 votos respecto a los comicios de diciembre, la mayoría a favor del Partido Popular, sobre todo en comunidades como A Coruña y Castilla-La Mancha, donde pierde su representación en la cámara, o en Andalucía y Castilla y León, donde pierde uno y dos diputados, respectivamente.

Ni su posible pacto con el PSOE ni su incisiva campaña contra Mariano Rajoy han conseguido aupar a Albert Rivera como un líder creíble en el nuevo escenario electoral. La llamada por el «voto útil», que el propio Rivera utilizó a su favor durante algunos momentos de su campaña, ha acabado desbancando al partido a un lado del espectro derechista, para otorgarle todo el protagonismo al PP.

El resultado final del partido naranja ha distado mucho de las predicciones del jefe de campaña y vicesecretario general de partido, José Manuel Villegas, que aseguraba estar «esperanzado» por mantener los 40 diputados. A pesar que las encuestas a pie de urna ofrecieron más espejismos que resultados para algunas agrupaciones, no fue así para los de Albert Rivera, ya que el sondeo realizado a pie de urna de la Forta para los medios públicos les otorgaba entre 20 y 27 escaños.

Lo cierto, es que a pesar de los resultados, todos los ojos se centran ahora en Ciudadanos en referencia a las posibles alianzas, ya que aunque el partido no ha logrado con sus escaños ser decisivo en el terreno de los pactos, será igualmente necesario. La mayoría de las quinielas apuntan a un posible pacto entre el partido de Rivera y los Populares con la abstención del PSOE, ya que juntos suman 169 escaños, siete por debajo de la mayoría absoluta. Conseguir la abstención de los socialistas, su viejo socio tras las elecciones de diciembre, se presenta como una tarea complicada, aunque no imposible, dado que el PSOE suma únicamente 130 escaños con Unidos Podemos. Albert Rivera ya avisó ayer tras completar el escrutinio, que cualquier posible pacto tendrá un precio. «Hemos visto que la gente ha rechazado la corrupción y el populismo en las urnas. Si no hay voluntad de cambiar las cosas, nos quedaremos en la oposición. No pongamos los sillones por encima de todo», avisó Rivera.