Si algo han demostrado los comicios celebrados ayer es que el líder del PP, Mariano Rajoy, es un corredor de fondo. Lo ha demostrado sobradamente a lo largo de su extensa trayectoria política. Su estrategia de dejar a sus rivales desgastarse a lo largo de los últimos meses ha resultado tener una gran eficacia y le permite optar a repetir cuatro años más en la Moncloa con mayores posibilidades que el 20D a pesar de la miríada de casos de corrupción que acosan a su partido. La dirección nacional del PP recibió con «euforia» el resultado electoral y consideró que con esta subida Rajoy está legitimado para gobernar. El propio presidente en funciones, exultante ante sus simpatizantes en una imagen bien distinta a la del pasado 20D, afirmó que: «Hemos dado la batalla por España». Así, reclamó el «derecho a gobernar», aunque apostilló que para lograrlo el PP tendrá que «hablar con todo el mundo».

En los siete meses pasados desde el 20 de diciembre de 2015 al 26 de junio de 2016, el PP y su líder, Mariano Rajoy, han resultado ser los únicos beneficiados de la repetición de las elecciones. El escrutinio de los votos emitidos ayer reflejan que el PP es el único partido que mejora sus resultados. Así, los populares obtu-vieron con unos datos del escrutinio al 99,95 % al cierre de esta edición, un 33,03 % de apoyo y unos 7.901.626 votos, cinco puntos más que el 20 de diciembre y unos 664.661 sufragios más que entonces. Este resultado se traduce en 137 diputados, 14 más que hace siete meses. Se trata de 2.478.815 votos y 52 escaños más que la segunda fuerza, el PSOE, que resiste el temido «sorpasso» por la izquierda de la coalición Unidos Podemos y aunque pierde 5 escaños, logra 85 asientos en el Congreso. No obstante, los socialistas pierden en el camino 122.504 votos. Peor fue el batacazo para Ciudadanos, que con un 13,03 % de apoyo pierde del orden de 392.569 votos.

«El PP merece un respeto»

En la sede nacional del PP en la calles Génova de Madrid, conforme el recuento de los votos confirmaba la victoria popular, el ambiente pasaba de la incertidumbre a la euforia. Pasada la medianoche compareció Rajoy acompañado de su mujer y varios altos cargos del PP. «Me siento orgulloso del PP. Ha estado ahí en momentos muy difíciles», dijo a la multitud que le interrumpía constantemente.

Rajoy explicó que su partido diera la vuelta a las encuestas porque los populares «han tenido fe en la victoria». Así, sostuvo que «la bandera del PP es la misma que la de España. Defendemos los intereses generales de los españoles», dijo, y añadió que su formación, por tanto, «merece un respeto». Finalmente, aseguró que los resultados de anoche demostraban que en España «han ganado los demócratas, la libertad y los derechos de la gente».

En el PP aseguraron que «la moderación» fue la gran triunfadora de la jornada en la noche electoral y reconocieron que su llamada al «voto útil» contra Ciudadanos durante la campaña para concentrar en el PP el voto de centro-derecha con el fin de frenar a Unidos Podemos fue todo un éxito. De hecho, salvo en el País Vasco y Cataluña, el PP fue el partido más votado en todas las comunidades autónomas. La suma del PP y C's llega a los 169 diputados, a escasos 7 de la mayoría absoluta, mientras que el bloque progresista se queda en 156 escaños. No obstante, en su primeras declaraciones, el líder de la formación naranja, Albert Rivera, sostuvo que C's estará en la oposición mientras siga Rajoy como candidato del PP. El diálogo entre fuerzas políticas volverá a ser la clave en el escenario que se abre.