Unidos Podemos se impuso al PNV y consolidó un cambio de tendencia política en Euskadi al abrir una brecha en la histórica división entre nacionalistas y no nacionalistas, un resultado que puede ser un importante termómetro para las elecciones autonómicas de octubre.

Uno de los cambios producidos respecto a los comicios generales de diciembre fue que Podemos rompió la hegemonía del PNV en Bizkaia, donde sumó un escaño en detrimento del Partido Nacionalista. Además, las formaciones nacionalistas, PNV y EH Bildu, son las únicas que perdieron votos, pero fundamentalmente la izquierda abertzale, mientras que el resto subió, sobre todo Unidos Podemos, con 16.000 votos más.

Gracias a ese ascenso, Podemos en esta ocasión ganó al PNV no sólo en votos, como ocurrió hace seis meses, sino también en escaños.

Podemos se convierte así en la primera fuerza en Euskadi con 6 representantes, mientras que el PNV se queda con 5 diputados y casi 16.000 sufragios menos que en diciembre, pero consigue mantener grupo propio en el Congreso, que era su principal objetivo para tratar de ser influyente en las negociaciones políticas de cara a la investidura del nuevo presidente y la formación de gobierno.