El Consell al completo brindó ayer un emotivo homenaje en el Castillo de Santa Bárbara a Miquel Grau, según la Ley de la Memoria Histórica la última víctima de la violencia contra los luchadores de la Democracia (1977). La vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, dedicó unas palabras de aliento hacia la familia de Grau y entregó a su hermano una escultura del artista Pepe Azorín. «Siento que hayan pasado tantos años para este reconocimiento», afirmó el hermano. C. P. / A. F.