Un vecino de Novelda de 29 años, P.A.L., protagonizó supuestamente en la madrugada del jueves un episodio de conducción «suicida» que pudo haber tenido trágicas consecuencias al haber recorrido con su coche 25 kilómetros en sentido contrario a la circulación, a una velocidad superior a los 100 kilómetros por hora y con una rueda reventada. Los hechos se iniciaron alrededor de las cinco de la mañana en la urbanización Santa Elena de Aspe cuando una patrulla de la Policía Local observó la presencia de un turismo Volkswagen Golf GTI, matrícula 4584 ED, realizando extrañas maniobras marcha atrás.

Cuando su único ocupante se percató de la presencia de los agentes sorteó al vehículo policial con un trompo iniciando así una veloz huida en dirección al casco urbano seguido muy de cerca por la Policía. En los primeros minutos de persecución el joven reventó la rueda delantera izquierda pero siguió adelante sin reducir la velocidad hasta alcanzar la CV-847, carretera que da acceso a la autovía del Camino de Castilla desde Aspe. Según fuentes policiales, en algunos tramos llegó a superar los 100 kilómetros por hora mientras saltaban chispas por la fricción de la llanta de la rueda con el asfalto.

Al parecer, para no ser interceptado, el conductor «suicida» recorrió los diez kilómetros de la CV-847 como si estuviera realizando un adelantamiento por el carril de la izquierda, del que sólo se apartó puntualmente para esquivar los turismos que venían de frente. En una de esas maniobras frenó bruscamente y el coche patrulla colisionó por alcance con él, pero tampoco este percance consiguió detenerlo y así llegó a la rotonda situada junto al campo de golf de Monforte del Cid de la que parte el Camino de Castilla. A esta autovía accedió también por dirección prohibida y recorrió diez kilómetros hacia Elche en sentido contrario mientras la patrulla de Aspe lo seguía en paralelo por la dirección correcta. Fue entonces cuando se movilizaron agentes de Monforte y Elche así como Guardia Civil y funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía de la Comisaría ilicitana. Sin embargo el «kamikaze» siguió apretando el acelerador de forma temeraria alcanzando en algunos momentos los 150 kilómetros por hora, según indicaban ayer las mismas fuentes. De este modo pudo despistar momentáneamente a sus perseguidores mientras enlazaba con la autovía A-7 dirección Elche continuando la marcha en sentido contrario.

En todo este peligroso periplo de 25 kilómetros, que se prolongó por espacio de algo más de media hora, fueron numerosos los conductores que tuvieron que reaccionar con rapidez para evitar una colisión frontal. Afortunadamente en el momento en el que se produjo el suceso la circulación era muy reducida. Instantes después varias dotaciones de Policía Local y Nacional de Elche y Aspe llegaron a la citada área de servicio y localizaron al joven, que podría enfrentarse a un presunto delito de conducción homicida. Según consta en el informe policial, éste se negó a someterse al test de alcoholemia y prestó resistencia a la detención, por lo que tuvo que ser reducido y trasladado al Hospital de Elche para realizarle un parte médico. Posteriormente ingresó en los calabozos de la Comisaría de Elche y está previsto que hoy comparezca ante el juez de guardia.